Décimo segundo

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Mamá.

Me enamoré, sueno como un loco necesitado, lo sé. Pero, me enamoré, ella, ella es tan perfecta. Nos conocimos en el parque. Estaba caminando para despejar mi mente y de repente sentí un golpe en mi cabeza, me caí al suelo de trasero - aun me duele - luego oí un "lo siento", esa voz era de una chica, pero no era una voz cualquiera, sino una voz que... Me hacía sentir algo, algo especial. Cuando el dolor pasó abrí los ojos, y la vi, su pelo mono ondulado y es de tez clara, sus ojos, sus preciosos ojos achocolatados. Era tan perfecta. Cuando me paro ella comienza a reírse y es inevitable no reír al oírla, su risa es tan contagiosa, es tan preciosa, tan hermosa, sentía como miles mariposas aleteaban en mi estómago, hallando, de alguna forma, salir. Demonios, me enamoré.

Madre, puede que me haya enamorado de alguien, pero no implica que te vaya a dejar a un lado, siempre estaré contigo y puedes confiar en mí para lo que sea. Eres mi motor, eres ese pedazo de mi corazón que de alguna forma me hace sentir vivo, al igual que Jane, la chica de la que te hablo.

No sé si en un futuro pueda llegar a ocurrir algo con ella, pero es lo que más ansío.

De Hijo A MadreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora