Mamá.
Lo siento si esta nota te da asco, pero tenía que escribirlo. Lo siento.
Después de dos semanas de la ida de Alejandro, Sebas ya estaba más calmado, es más, ahora vuelve sonreír. Me quedé un día en la casa de mi chica. Charlamos, jugamos e hicimos tonterías. Puede que seamos adolescentes, pero nuestro niño interior nunca se perderá. Después nos cansamos y nos sentamos en el sofá. Nos mirábamos a los ojos, pero desvié mi mirada hasta sus labios. Me acerqué lentamente a sus labios, hasta que los besé. Son tan suaves, tan deliciosos, tan perfectos. La alcé y la llevé a su habitación. Nos seguíamos besando. Hasta que ella se separó bruscamente de mí. Le pregunté la razón y me dijo que no se sentía segura, ya que era su primera vez. Me quedé callado y ella se levantó para ir a la ventana y mirar la carretera. Fui detrás de ella y comencé a besarle él cuello, sentía cómo se estremecía ante mi tacto y su piel se volvía gallina. Se volteó y yo aún la seguía besando por el cuello. Hasta que me preguntó qué era el líquido que sentía en su cuello. Me alejé y miré su cuello. Ay no, esa vez no, ¿Por qué tenía que ser precisamente en ese momento? Ella me miraba con preocupación ya que mi nariz sangraba y una gota de sangre salía de mi boca. Me agarró y me llevó al baño para que pudiera vomitar. Lo hice mientras ella se lavaba la sangre del cuello, pero lo que me extrañaba era que no lo hacía con asco. Cuando terminé de vomitar me lavé en el lavamanos. Me parece raro que ahora me esté saliendo sangre frecuentemente, antes no ocurría eso. Cuando había terminado volví a la habitación y la vi a ella, sentada en la cama. Me pregunto si le doy asco, como le di a Melanie. Pero sus ojos me decían que no, tenía una sonrisa en su boca. Miraba sus labios, esos carnosos labios perfectos. Ella se dio cuenta de ello y se los relamió. A pesar de lo sucedido aún me desea. Es mi chica. Comencé a besarle el cuello para luego pasar a su boca. Le quité la blusa y los jeans. Mierda, ese cuerpo es tan perfecto. Comencé a recorrer su cuerpo con mis labios, besando cada parte de su cuerpo. Luego la miré a los ojos, me ama, lo sé, tal como yo la amo a ella.
Hicimos el amor. Se siente demasiado perfecto cuando haces eso con una persona que amas. Demonios, ella es tan perfecta. Y no me canso de decirlo, o en este caso, de escribirlo. Es mi chica. ¿Has escuchado de Hush Hush? Ahora que lo leí, puedo decir que ella es mi ángel.
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De Hijo A Madre
Short StoryMamá. Eres mi todo. Esta es la historia de una hermosa y fuerte relación, no de una relación amorosa. Sino de una relación que no se puede quebrantar. Una relación que es como un diamante, invencible. Una relación que sobrevive a pesar de miles prob...