CAPITULO 4

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  - ¿Qué haces en las tardes? - voltee la mirada para encontrarme con sus ojos dorados.

Era jueves, por alguna razón Nick a querido acompañarme a casa desde el martes - día que rechazo la salida de Miley -
Ayer fue extraño, en el almuerzo de nuevo me dirijí con una galleta y un jugo a la entrada pero el ya estaba sentado allí bebiendo de su Coca-cola.
Apenas lo noté di vuelta para encontrar otro lugar donde almorzar pero el fue más rapido y me tomó del brazo diciendome que no me fuera. Me negué escusandome que me había olvidado algo pero no sirvió ya que me dijo que me acompañaría. No me quedó opcion más que sentarme con el.
Tampoco dijimos nada, hasta que el rompió el silencio diciendo-: Tu me recuerdas a alguien.
Coincidencia, puesto que el tambien me rocordaba a alguien. Solo dije

- ¿A quien? - Calló unos segundos y luego me miró a los ojos y dijo-
- A alguien que fue muy especial para mi.

Pude ver tristeza en sus ojos. Guardamos silencio hasta que tocó el timbre y nos dirijimos a nuestras respectivas clases.

En la salida como siempre me encaminé hacia mi casa solo para encontrarmelo en la puerta del colegio esperandome. No hablamos.

Y lo mismo paso en el almuerzo de hoy.

- ¿Y bien? - me dijo.
- ¿Y bien que? - le respondí.
- ¿Qué haces en las tardes?
- Ah... pues - ¿Que le iba a decir? Que me paso todas las tardes echada en mi cama escuchando musica de mi Ipod. No. Pero tampoco mentiría -. Nada en especial.
- ¿Nada en especial?
- Nada en especial.
- Entonces estamos iguales. ¿Que tal si unimos esos "nada en especiales" para convertirlos en algo especial?
- ¿Es tu forma de decirme que quieres que salgamos?
- Si, podría ser.
- Supongamos que te diga que si, ¿A dónde iriamos?
- No soy un chico detallista. ¿Te parece ir al cine o a comer?
- No estoy aceptando.
- ¿Entonces no?
- ¿Intentas ligarme?
- Es posible, tendrás que averiguarlo tu sola.

Me paré en seco, justo en la esquina por donde Nick iba a su casa.

- Creo que me quedaré con la duda. Adiós.

Me voltee y caminé a casa.

Al llegar cerré la puerta y me desplomé sobre ella deslizandome hasta el piso.

¡DEMONIOS!

Hasta hace unos días era la rechazada, la rara; y ahora viene este y me hace cambiar completamente.

¡Yo nunca hablo!

Y este con una pregunta me hace sacar toda mi vida.
¿Qué de especial tiene Nick Jonas?
Además de tener unos ojos iguales a los de...
¡AY YÁ!
Calmate ____, ¿Qué demonios te esta pasando?
¿Qué me a echo ese?
¡Porque no puedo dejar de pensar en el!
Solo... solo no lo mires, no le hables. Ignoralo por completo & pronto se cansará y todo volverá a la normalidad.
Me levanté del piso & fui a la cocina. Abrí la alacena de arriba y saqué uno de esos pudines de vainilla que compré ayer.
Me eché en el sillón de la sala mirando el techo con el pudin en mi mano y luego cerré los ojos.

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Sentí mi mano un poco pegostiosa, abrí de a poquito los ojos solo para encontrarme con que me había quedado dormida y el pudín se había caido en mi casaca. Genial.
Me levanté, boté el frasco del pudín y subí a mi cuarto. Me quité la casaca y me dí con la maravillosa sorpresa de que mi polo tambien estaba manchado. Me saqué el polo...

Ding Dong

¿El timbre? Pero que..., hace años que nadie toca el timbre.
Caminé hasta la ventana, me empiné un poquito hasta llegar a ella - puesto que mi escritorio esta debajo de esta - y... oh por dios, no es posible.

¿El aquí? ¿En qué mundo estamos? ¿Cómo sabe donde vivo?

Ding Dong

Y por lo visto no se cansará hasta que le abra. Me puse cualquier polo, tomé una casaca fucsia con mangas negras, me puse la capucha y bajé.
Abrí la puerta y el estaba allí, con sus manos en los bolsillos, mirando el piso. Levantó la vista y me sonrió.

llegaste en el preciso momento - Nick Jonas & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora