CAPITULO 17 (3° temporada)

230 6 0
                                    

  Creía que mis ojos se saldrían de sus orificios... ¿Aiden? ¿Mi Aiden? ¿Aiden Trouter? ¿Mi amigo de secundaria? ¿El padrino de mi hijo? ¿El chico con la mente mas alocada jamás vista? ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Ah?

- ¿Ah? – fue lo que le dije.
- Si... Por eso fue que te llame... De verdad que no fue planeado. Es decir, jamás me lo imagine... Solo sucedió, no sé como – se atoraba con sus propias palabras.
- Pero, ¿Cómo sucedió? ¿Cuándo? ¿Por qué no me dijeron nada? – ella tomó aire y se remojó los labios.
- Nos conocimos en la universidad. En realidad lo conocía desde la secundaria, pero en la universidad recién empecé a hablar con él. Íbamos a la misma clase de química y fuimos compañeros... Al principio peleábamos mucho – sonrió mirando la mesa -, pero luego nos fuimos conociendo mas y... Al final terminé enamorándome de el – me miró a los ojos y sonrió -. Es un chico increíble.

Y cuando abrí la boca para contestar llegó la camarera con las bebidas. Ambas dimos un sorbo a cada una y luego, ella se quedó mirando su vaso mientras yo la miraba a ella.

- ¿Por qué no me dijo nada? Somos mejores amigos... No lo entiendo – mi cabeza era un mar de preguntas, y hasta ahora, ninguna tenia una respuesta.
- Por eso mismo, ustedes son mejores amigos y... bueno, tu y yo no nos llevábamos tan bien que digamos. Cuando iniciamos le pedí que lo mantuviéramos en secreto porque... Tenía miedo.
- ¿Miedo? – ella se frotó el puente de la nariz y se acomodó su largo cabello tras su hombros. Como lo hacia de niñas. Tomó un poco de té y luego me miró a los ojos.
- En el tiempo que pasábamos juntos, notaba que Aiden siempre tomaba en cuenta tu opinión muy por encima de todo. Tanto tuya como la de Debby. Ustedes eran como hermanas para él y el les tenía mucho aprecio y consideración. Por eso, temía que si te dijera a ti o a Debby sobre nosotros ustedes le dijeran algo malo de mi y eso hiciera que termináramos...
- Jamas haría algo así, Miley. Me conoces desde hace mucho y sabes que nunca diría nada que perjudicara a otra persona. Por mucho que me cayera mal.
- Yo lo haría – admitió luego de una pausa -. Pero si, yo sé que tu no lo harías... Creo que lo que mas temía era tener que... tener que enfrentarme a ti – se mordió los labios y bajo la mirada.
- ¿A mi? – esto era demasiado para que mi cabeza lo procesara.
- Si. A ti. Quizás tu no lo tomes en cuenta, pero yo aún recuerdo como nos conocimos, como nos hicimos amigas y esos años en que lo fuimos.
- Si me acuerdo. Y también me acuerdo que entre en una depresión por la muerte de mi madre y tu, junto con el resto de chicos, se alejaron de mi como si tuviera influenza o algo peor.
- Lo sé – tomó un sorbo de su bebida y movió la cabeza un par de veces -. Me porte verdaderamente mal contigo y no tienes la menor idea de lo arrepentida que me siento. Sé que todo fue mi culpa pero... Es que ¡era una niña!
- Yo también lo era – le recordé.
- Tenía miedo... No sabía cómo tratarlo porque la verdad es que, eras tu la que siempre se preocupaba por mi, la que siempre estaba subiéndome el ánimo y aconsejándome. La que con una llamada telefónica o una conversación por internet me subía el ánimo de manera tremendamente enorme. Y no era solo yo, sino todos. Tú eras la alegría del grupo, la que nos daba fuerza a todos, la que siempre estaba allí apoyándonos a pesar de estar pasando por un momento malo. Pero cuando te paso a ti... Tenía miedo de herirte, no supe como manejarlo... Me sentía mal por no portarme como una buena amiga cuando tu habías sido eso y mucho mas y mi salida mas rápida fue ocultarlo todo y desentenderme del problema. No creas que no me dolía verte tan oscura en los pasillos de la escuela, ¿Por qué crees que nadie se metia contigo? Porque a pesar de todo tu seguías siendo una persona muy especial para mi y si bien sabia que no podía ayudarte de la manera en que te merecías, por lo menos podía hacer que no te sintieras peor.
- Pues no lo demostraste muy bien que digamos ese día en la clase de gimnasia ¿Recuerdas? Cuando casi me ahogo y me insultaste a mi tanto como a Debby. Ni tampoco cuando me llamaste para decirme que Clarisse se estaba besando con Nick.
- ¡Estaba celosa! – exclamó dejándome sorprendida. Parpadeé varias veces tratando de analizar eso – Siempre esperé que cuando salieras de tu depresión volviéramos a ser amigas. Cuando llegó Nick y empezaste a superar todo creí que podríamos ser amigas, pero no pasaba, tu nunca quisiste acercarte a mi y yo era lo suficientemente orgullosa para no hacerlo contigo. Y por eso te llame, quería de alguna manera advertirte de lo que pasaba con Nick, y todas esas veces que fui a tu casa a buscarte bronca, créeme, por favor créeme cuando te digo que lo único que quería era tu atención. Que por lo menos me odiaras a no hacerme caso en lo absoluto. Y cuando llego Debby, me sentí perdida. Tú habías encontrado a una nueva mejor amiga y yo no. Tú habías seguido adelante, mientras que yo seguía esperando a que un día me dijeras que querías que volviéramos a ser amigas.

Me le quedé mirando un momento mientras ella tomaba aire ya que todo lo había dicho tan rapidamente que no había respirado. Cuando por fin se recuperó, de nuevo hablo.

- Lo siento mucho, fui tan tonta yo...
- Todo esta olvidado – le interrumpí y tome una mano suya por encima de la mesa -. Al fin y al cabo seremos prácticamente cuñadas, y a decir verdad, estoy feliz de que lo seamos.

Ella me sonrió y sin pensarlo dos veces hicimos nuestro típico saludo de mano que creamos a los 8 años.

- Y bien, ¿Cuándo será la boda? – pregunté sonriendo.

______________________



llegaste en el preciso momento - Nick Jonas & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora