CAPITULO 20 (3° temporada)

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  Estacioné el auto aun en medio de toda esa niebla al costado de una camioneta negra. Era una especie de fabrica abandonada, al parecer Phil tiene obsecion con estos lugares, al menos no olía tan mal como la de antes.

Si quería salvar a mi hijo tenía que idear un plan... Alguna manera de que el estuviera bien cuando yo me haya ido.

Tomé mi celular y marqué el numero de Nick.

- ¡¿____ donde diablos estas?! ¡Hace mas de dos horas que no te veo! ¡Ni a ti ni a Jerry! – fue su saludo.
- Nick... - una lágrima resbaló por mi mejilla -, mi amor, Chance...
- ¿Qué pasa con él?
- Chance es Phil.
- ¡¿Qué?! ¡¿____ donde estas?!
- Secuestró a Jerry – me llevé una mano a la cara para secarme las lágrimas -. Me quiere a mi pero sabe que, al igual que con mi padre, me hará mas daño haciéndole algo a mi hijo. Pero he venido por el.
- ¿De qué estas hablando? ____, me asustas.
- Escucha estoy en una fábrica a las afueras de la ciudad. Hay mucha niebla y creo que vi la insignia de un trébol cerca. Después de que me aya dado a Jerry lo dejaré en el coche, debes venir por el, Nick. Por favor.
- ____ no...
- Adios. Te amo. Siempre lo hare.

Corté la llamada antes de que me retractara.

Me saqué los tacones y los deje dentro del auto. Empecé a caminar hacia la entrada, las piedras y la tierra que habían en el suelo hacían que me doliera mis pies, pero seguí caminando. El solo echo de pensar que ese ******* le hiciera algo a mi hijo me hacia tener mas fuerzas que nunca.

Nick tomaría al menos, como mínimo, una hora en llegar hasta aquí. Suficiente para poner a salvo a Jerry. No me importa que me lleve a mi, pero que deje tranquilo a mi hijo. Por el soy capaz de cualquier cosa y ahora entiendo la decisión de mi madre al separarse de su esposo cuando se entero de que estaba esperando de mi, y también la decisión de mi padre de separarse de mi para protegerme. Es un sentimiento que nos obliga a los padres a dar todo con tal de que nuestros hijos estén bien. A salvo.

Llegué a la entrada de la fábrica, la gran puerta metálica estaba a medio abrir en señal de que alguién había entrado. Tomé aire y la cruce.
Todo estaba oscuro. Completamente oscuro que nisiquiera veía mis manos.

Hubo un sonido y luego todas las luces se encendieron.

- Me alegra que ayas venido – levanté la cabeza hacia la segunda plataforma y allí estaba.

Philiph Battilana y agarrando del brazo tenia a Jerry quien llevaba las mejillas empapadas. Mi corazón dio un vuelco al darme cuenta que, además de eso, no tenia nada mas. Estaba sano. Y muy pronto a salvo.

- Eso querías no – le respondí -. Ahora deja a mi hijo.
- ¡Mami! – gritó Jerry tratando de safarce de su brazo.
- ¡Jerry! – avancé un paso pero sentí el sonido de un arma cargándose.
- ¿Te gusta mi escenario? Fui muy creativo, a que sí.
- No me sorprende que eligieras una fábrica, ya lo hiciste antes.
- Si... Tienes razón. ¿Sabes que tiene en común esta fábrica con la otra?
- No. Y no me importa devuélveme a mi hijo.
- Uhh... te lo diré de todas formas. Que ambas son de mi padre. Bueno, lo eran, ahora son mías.
- Me alegro. Dios, Phil ¿que estas esperando? Tu me quieres a mi no al niño. Y aquí estoy, en frente de ti y ya no hay nada que impida que me mates. Pero por favor, deja a Jerry.
- ¿Sabes que espero? Que tu querido noviecito Nick venga al rescate de nuevo. ¿Y sabes algo? Te va a doler mas cuando veas morir a tu hijo frente a tus ojos sin que puedas hacer nada, y luego, Nick sufrirá viendo morir a la persona que mas ama. Tú.
- ¿Qué? – fue lo único que salió de mi boca.
- Dejame que te lo explique bien. Te vi hablando por teléfono desde tu carro, ____. Por supuesto llamaste al gran Nick para que venga por su hijo ¿O me equivoco? Da igual. Esperaré a que llegue y una vez él esté aquí, mataré a este pequeño – jaló del brazo de Jerry quien se intentaba soltar por todos los medios posibles – frente a los ojos de sus padres. Y luego, ¿sabes quien seguirá? Tú – sonrió y jugueteó con la pistola que llevaba en la otra mano. La hizo rodar entre sus manos y de pronto, debido a un mal movimiento, se le cayo de las manos hacia la primera plataforma.

Philiph se distrajo por eso y Jerry se soltó de su brazo y empezó a correr hacia las escaleras metálicas. Reaccione rápido y corrí en busca de Jerry. Lo tuve en brazos a medio camino y lo estreché contra mi.

- Tranquilo, cielo – le susurré agarrándole el cabello mientras el sollozaba con su rostro escondido en mi cuello.

Philiph también había bajado las escaleras pero a diferencia de nosotros, el estaba buscando la dichosa pistola.
Cargué a Jerry en mis brazos pero en el momento en que lo hice Philiph apunto con la pistola en contra de mi y se empezaron escuchar sirenas.

Sentí un deja vú.

Dejé a Jerry en el suelo rapidamente y lo empujé para que corriera pero no fue necesario. El vio algo que le hizo correr.

- ¡Nick! – grité en cuanto lo vi entrar por la puerta metalica junto a otros efectivos de la policía.

Jerry estaba corriendo en dirección a su padre y cuando yo iba a hacerlo un brazo me rodeó el cuello y una punta de metal me apuntó las sienes.

- ¡Quédate quieto o muere! – le amenazó Phil.

Jerry llegó hacia el pero fue Adamm quien lo tomó en brazos. Nick me miraba a mi y a Phil.

- Sabes que no me temblara la mano al disparar. Ahora todos ustedes háganse a un lado o la mato.
- ¡Me mataras de todos modos! – le grité.
- ¡Silencio! – apretó la fuerza de su brazo en mi cuello.

Nick nos miró. Su mirada se clavó en la mia como una espina. Estaba confundido y no sabia que hacer. Yo desvié mi mirada hacia Jerry, tratando de transmitirle lo que deseaba en ese momento. De que el entendiera que para mi lo mas importante era el.

Me miró, parpadeó y luego asintió y ordenó al resto a que se retiraran.

Phil empezó a avanzar lentamente aun sosteniéndome del cuello y con el arma en mi cabeza.
Pasamos al lado de los policías y a través de las puertas metálicas. Mi temor aumentaba cada segundo que transcurría, pero al menos, sabia que Jerry estaba a salvo. Y si el esta bien, yo lo estaré.

Salimos de la fábrica hasta llegar a la camioneta que estaba aparcada a un lado de mi auto y en la que supongo y había llegado él. Soltó su brazo de mi cuello y lo bajo a por las llaves.

Era mi momento.

Empujé el brazo que tenía la pistola en mi cabeza y salí corriendo hacia Nick.

Un disparo. Dos. Un grito. Sangre.
Volví la cara lentamente y vi a Phil echado en el piso desangrándose.

Me llevé las manos al rostro dejando soltar las lágrimas. El, a pesar de todo, era mi hermano. Y aunque me haya echo todo lo que me hizo, lo hizo porque creyó en algo que no era. Siempre creyó que la venganza era la unica manera de que su padre descansara en paz, pero en realidad, lo que hacia era manchar la memoria de nuestra madre. Aunque no fuera consciente de eso.

Unos brazos me rodearon por la espalda y al aspirar ese aroma me di la vuelta y me dejé llorar en su pecho.

- Tranquila. Ya pasó todo, mi amor – me susurraba Nick tocándome el cabello.
- Tengo miedo, Nick.
- Esta bien. Ya nada nos hará daño.

Abracé su torso con mis brazos y casi al instante sentí unos bracitos abrazar mis piernas. Me separé de Nick y el cargó a Jerry mientras yo los abrazaba a ambos.

- Hay que irnos – dijo Nick -. Alejarnos de todo esto. Tú, yo y Jerry. Juntos, los tres.
- Como siempre debió ser – sonreí.


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