llegaste en el preciso momento - Nick Jonas & Tú.

CAPITULO 27 (2° temporada)

  Cinco... Cuatro... Tres... Dos... Uno...
El reloj marcó las 12 de la noche y así también marcó mis diecisiete años.
Increible como pasa el tiempo. Me pareciera que fue ayer cuando cumplí mis diesciseis y Nick apareción con no uno, sino 20 ramos de azucenas adornando mi casa.
Nick... Nick... Nick.

Han pasado tres semanas desde ese día y aún me duele. Es como una herida abierta que cuando va empezar a cicatrizar le cae sal o limón y hace que duela. Bueno, mi corazón es la herida, y los recuerdos la sal o el limón.
Malditos recuerdo. Cada vez que pienso en ellos me dan unas ganas terribles de llorar, vale, ya no lloraba todo el día como antes, era un progreso. Pero... ¡Ya esta! Ya estoy llorando de nuevo.

¿Porqué tengo que ser tan debil? ¿Porqué? ¿Porqué simplemente no puedo entender que el ya no me ama y seguir adelante con mi vida?
Me duele, me duele mucho, mucho. Ya es demasiado verlo todos los días en el colegio flirteando con las chicas o en los entrenamientos a los que acompaño a Aiden - que por cierto siempre y si quedó como delantero derecho del equipo -, tiene que acabar. Todo esto tiene que acabar. Y aunque me cueste una vida, quiero arrancar este amor que siento por ese imb*cil que me a partido el alma en dos.
Me moví un poco en la cama y eso hizo que Debby, quien estaba de espaldas a mi se despertara.

- ¿____? ¿No estas dormida? - preguntó somnolienta.
- No, no tengo sueño - traté de sonar lo más naturalmente posible para que no se diera cuenta de que volvía a llorar por él.
- Tranquila. Wow, Feliz Cumpleaños, hoy cumples diescisiete años, te estas hasciendo vieja - rió un poco antes su comntario pero yo solo solté una pequeña risita -. De acuerdo, el de los chistes es Aiden que eso quede claro. ¿Si quieres voy por el a que te haga reir eh? Solo está a un cuarto.
- Duerme, Debby - fingí un bostezo -. Ya me dió sueño, yo también dormiré.
- Ok, hasta mañana - y volvió a acomodarse en la cama para seguir durmiendo.

Debby y Aiden se han convertido en mis mejores amigos en todo el mundo.
Se preocupan por mí, no me dejan sola, y hasta incluso han llegado a iniciar un profundo rencor hacia Nick. Cuando Aiden se enteró de lo que pasó su primera reacción fue darle un puñetazo que casi le cuesta el puesto en el equipo pero no paso. Aunque admitió que "le hubiera gustado patear en el suelo a ese cretino". Debby, por su parte, prefirió consolarme lo más que pudo y poco después Aiden se le unió y entre los dos lograron sacarme de la depresión y de pasada también, que mi hemoglobina no baje más de lo que ya esta.
Casi siempre los sabados se quedan a dormir en mi casa ya que es la única en donde podemos hacer lo que queramos sin padres que nos esten observando y riñendo, muy aparte de que es la única en donde podemos estar los tres juntos ya que de ninguna manera aceptaría la mamá de Debby que Aiden se quedara a una pijamada con dos mujeres.

Pero me alegro de tener tan buenos amigos como ambos. Y como era de esperarse, ya que es mi cumpleaños han decidido que haremos algo especial y debido a que cae domingo, iremos a la playa.
Está un poco lejos pero gracias al motor del carro de meteoro mejorado por alienígenas de plutón que tiene el Chevrolet Astra de Aiden llegaremos en poco menos de una hora. Partiremos a las 9:30am' asi que se supone que debería estar durmiendo y creo que eso intentaré. Me acomodé mejor en la cama abrazando las sábanas y por fin pude sentir que mis parpados me pesaban hasta cerrarlos completamente.
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