Capítulo 10: "Casi cumpleaños"
》Max en multimedia.
A un día de mi cumpleaños lo único en lo que podía pensar era en Jimmy, se supone que debería estar emocionada o algo. Diecisiete años no se cumplen todos los días y lo sabía muy bien; pero no podía simplemente sacarme de la cabeza sus últimas palabras.
"Creo que me equivoqué contigo"
¿Qué demonios significaba eso al fin y al cabo? ¿Se equivocó de qué? ¿De persona? ¿De casa? ¿De perro?
Y lo peor de todo no era eso, no, lo horrible era que mi cumpleaños caía un día chan chan chan...
¡Domingo!
¿Por que a mí? Deberían prohibir que los cumpleaños cayeran ese día.
Eran las once de la mañana de un día sábado nublado en Chicago y yo aún estaba con mi cuerpo enredado en el edredón morado de mi cama.
Estaba cansada, agotada de dormir pero al mismo tiempo no tenía suficiente ánimo para levantarme. Además de que no tenía nada que hacer, considerando el hecho de que no tenía amistades a parte de Becka, sería un día sábado con sabor a domingo.
Tres golpes sonaron en mi puerta y luego se abrió una rendija, dejándose asomar la cabeza café de mi hermano.
—Hola —dijo cerrando la puerta tras de sí.
Hace tiempo que no tenía una charla con mi hermano; aunque ya no nos llevábamos como el perro y el gato. Mis padres jamás se habían enterado de sus problemas y yo le guardé el secreto, creo que ha sido el favor mas grande que he hecho por él. Además que ahora todo estaba mejor, había dejado sus "problemas" y podía contar con un hermano normal.
Aún así entró cautelosamente, con su cabello aún mojado y su vestimenta apta para la lluvia. Se veía muy bien ya que siempre sus ojos avellana habían destacado dentro de su perfilada cara.
—¿A qué has venido? —pregunté acomodándome en la cama.
El se sentó en mi escritorio a sólo unos metros de mí.
—Mamá me ha dicho que te sacara de la pieza un rato—tomó un respiro—, y yo quería hablarte de algo.
—No quiero levantarme —dije molesta—¿De qué quieres hablarme?
—De tu cumpleaños... es mañana. —lo miré moviendo las manos para que prosiguiera—¿No harás una fiesta?
—No.
—Son tus diecisiete.
—¿Y?
—Y pues... ¡tienes que hacer algo! —gritó.
—No es mi preocupación en este momento.
Agarré las frazadas y me las pasé por encima de mi cabeza dando la señal a mi hermano para que se fuera. Lamentablemente era igual o más tozudo que yo y no daría su brazo a torcer fácilmente si no le daba la razón.
Empezó a hacerme cosquillas.
—Debes hacer algo, aunque sea con tus amigas. Tenías una que venía a la casa... ¿cómo era que se llamaba? ¿S... indy? ¿S...? ¡Sarah! ¡Sí! Eso era.
Su nombre me trajo del baúl de los recuerdos una serie de momentos vividos con mi amiga. Lo había sido desde hace tiempo más nunca supe por qué nunca le di todo mi corazón, tal vez por eso se fue tan fácil de mi lado y me cambió... por un chico.
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Siempre entre Dos
RomanceTalía Collins es una chica impulsiva, habladora y bipolar; una mujer a toda regla. Matt Baker es un chico atlético, misterioso y presumido; un popular por donde lo mires. Brian Walker es un chico amable, simpático y seguro; un Marine de pies a...