Winter Dance {Parte 1}

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Capítulo 11: "Winter Dance {Parte 1}"

Englewood en multimedia.

Era jueves y podía sentir cada vez más el fin de semana llegando a mí y con él el baile de fin de semestre.

Éste se hacía todos los años para los alumnos de penúltimo y último año, no era algo formal, más bien se podía ir con cualquier ropa y sin pareja. Sólo se celebraba el inicio de las vacaciones de invierno y era una forma para que los alumnos pudieran desestresarse o algo así.

Lamentablemente para algunos, la única forma de ir era aprobando el 80% de las materias. Por mi parte eso ya estaba solucionado puesto que me había esforzado en los exámenes de esta semana y había logrado buenas notas; sin embargo el castigo del director no se me olvidaba. Tuve que jugar una de mis mayores cartas para zafarme de ello, por lo tanto Jimmy no dependía de mi.

Caminaba por los pasillos de la escuela observando todos los carteles que promocionaban el baile, pues era organizado por los de segundo año, mientras Becka me comentaba temas sin importancia para mí.

—A que no sabes la nueva —dijo emocionada entrelazando su brazo con el mío.

—¿Estás embarazada? No lo creo —comenté dándole un mini abrazo.

Rió. —Si que estas loca corazón.

—Quería que fuese gracioso—me sequé una lágrima imaginaria—, ahora en serio, ¿Qué ibas a decirme?

—Samantha McHunter y Jimmy Baker...

—Están saliendo, sí lo sé— interrumpí algo molesta.

—No es sólo eso—se detuvo en su casillero—, oficialmente son novios.

Me detuve analizando lo que acababa de escuchar mirando a un punto fijo en el suelo. Era imposible, él me había mandado los mensajes, no podía estar saliendo con ella.

—¿Qué? ¿Cómo tan rápido? —pregunté de sopetón.

—Que voy a saber yo, pregúntales a ellos. —dijo apuntando a los protagonistas del nuevo rumor.

Jimmy se veía recompuesto, llevaba unos pantalones negros con una polera celeste y un poleron azul, ver que ya no estaba tan delgado produjo un alivio en mi. A lo mejor la bruja le estaba haciendo bien, se les veía muy acaramelados. Ella apoyaba sus manos en el pecho de Jimmy mientras el le tomaba las manos dulcemente.

Sentí un golpe de tristeza que subía por mi garganta hasta mi boca que me hizo despegar los ojos de ellos. El estaba bien y era feliz. Yo debía hacer lo mismo.

—¿Te importa si invito a Max a sentarse con nosotras en la cafetería? —pregunté a Becka.

—Claro que no—respondió sonriendo—es un chico muy amable.

***

Una carcajada salió de mi garganta haciendo que me doblara en dos y me olvidara de tragar lo que tenía en mi boca. Max nos contaba sus anécdotas más graciosas y eran para romperte a reír.

Me sequé una lágrima. —Ya, para, me estás haciendo llorar.

Max me sonrió. —Está bien, creo que he hablado mucho por hoy.

—Eres muy cómico ¿sabías? Me encantó escucharte pero mi padre me espera y debo irme—Becka se despidió y se fue dejándonos solos.

—Y dime, ¿cómo estuvieron tus diecisiete? —preguntó.

Recordé el beso que me había dado en Jettix.

Siempre entre DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora