Instintos

9.Another you

Desperté en punto de las 9:00 am y me levanté de la cama, como habitualmente lo hacía. Luego de desayunar y recoger la casa, continúe con el trabajo que había quedado barado, estaba cursando una carrera en linea y tenía que ponerme al tanto de mis entregas por lo que luego de concluir uno de mis ejercicios, continúe con otro. Al terminar comencé con la elaboración de un ensayo un tanto extenso en el que prácticamente tenía que recabar información de una problemática que me llamase la atención y en base a eso, crear un ensayo reflexivo acerca del tema, por lo tenía que ser demasiado precisa en la información que iba a contemplar. Rebusqué en Internet varias ocasiones, pero solo había encontrado información mínima, así que estaba obligada a consultar otro tipo de fuentes. Seguía escudriñando la web cuando llamaron a mi puerta.

No tardé en levantarme de mi asiento y dirigirme hacía la puerta principal. Al abrir, Dania me sorprendió con un gran abrazo repentino.

—¡Estás bien!

Seguía apretandome entre su brazos cuando varios de mis quejidos se escucharon involuntariamente.

—Si,— comenté trabajosamente mientras aflojaba su abrazo. —Lamento no haberte podido avisar antes.

—No te preocupes, James me lo contó todo.— interrumpió

«James...» Era cierto Dania no podía saber la verdad, no pertenecía al gremio, ¿Qué fue lo que le dijo? Esta siguió interrogandome mientras me examinaba de pies a cabeza.

—Y dime... ¿cómo te sientes? ¿éstas bien?

—¡Si!— Respondí casi al instante. —Eh... No te preocupes, ya todo esta tranquilo y normal.— aclaré con una sonrisa.

Ella seguía preocupada y viéndome fijamente.

—James me dijo que te habías caído y golpeado muy fuerte en la cabeza cuando venían de regreso de su cita. Dijo que te molestaste con él y luego te caíste al regresar sola a tu casa.

Escuchaba atentamente lo que decía y concordé con ella de inmediato a todo lo que había mencionado por más falso y sin sentido que fuera.

—Si... Así fue, emm... Dijo el doctor que el golpe no había sido tan grave, pero los análisis y las pruebas tardaron, por lo que estuve obligada a pasar algunas de mis noches en aquel horrible hospital, pero... Ya pasó, estoy bien.

Ella aún seguía sin verse convencida.

—¿y qué pasó con James?

—Oh. él, Ah... Simplemente discutimos por un estupidez. Seguimos enojados ¿sabes? Pero... Por lo menos le debo mi gratitud ya que él fue el que me llevó al hospital.—Y vaya que en eso no mentía.

—No sabes cuanto me apena tu situación amiga—mencionó mientras golpeteaba suavemente mi espalda con la palma de su mano para reconfortarme.— realmente veía en ustedes dos una gran relación. Además... James no es nada feo.

—Si, claro... Es lindo.— fingí demencia mientras apartaba la mirada y recordaba su rostro. —pero y dime ahora tú ¿Qué pasó con Harry?.

Ella me vio sorprendida pero luego se comenzó a avergonzar por la pregunta.

—Todo bien. El concierto fue todo una bomba.— respondió llevándose una mano hacía la muca.

Puse los ojos en blanco y la interrumpí de inmediato.

—¿Solo eso? ¿lo besaste?— Ella se sobresaltó al instante y había pasado de estar ruborizada a estar como un tomate.

—¿Cómo me preguntas eso?—mencionó frunciendo ligeramente el ceño cuando entre pucheros confesó —Si.