29.The eye of the storm

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Caminamos entre los árboles, brincando las piedras y quebrando las ramas que se atravesaban tras nuestros pasos. Estábamos citados en el centro del bosque, pero este era demasiado grande que ya teníamos alrededor de 20 min. caminado y podía apostar que todavía no llegábamos a la mitad del camino.

El líder iba a la cabeza como siempre solía hacer, revisaba su mapa y nos indicaba la dirección que debíamos tomar. Nadie conocía el bosque en su totalidad, probablemente si el líder no hubiese venido con nosotros, en estos momentos estaríamos perdidos, o al menos yo. Me consideraba una persona sin sentido de la orientación, por lo que para este tipo de misiones, era de ley que debía traer un acompañante.

Mis piernas se quejaron de dolor y me fui obligada a parar un poco, mientras recargaba mi cuerpo en el tronco de un árbol.

—¿Qué pasa Maggy, quieres que te cargue?— Mencionó James con un tono juguetón, mientras me veía y obligaba al líder y a Jack a detenerse de igual forma.

Le asesiné con la mirada pero con una sonrisa en el rostro. Respiré hondo intentado hacer energías para continuar con la caminata. Las piernas me estaban fallando en estos momentos, y eso no me agradaba.

Me giré a James y caminé por su costado indicandoles de esa manera que debíamos continuar. Ellos no dijeron nada y me siguieron de cerca.

—¿Cuánto falta?— preguntó Jack, dirigiéndose al líder.

—Apenas vamos a la mitad del camino.

Una parte de mi agonizó al escuchar aquello, odiaba caminar y lo admitía... Era algo floja en ese aspecto. Se escuchó un bufido de James pero nadie replicó, todos continuamos firmes y con la mirada fija en nuestro objetivo.

XXX

Llegamos después de otro rato caminando, a lo que según el líder era el centro de bosque. No había nadie, por lo que en parte me sentí aliviada. No quería que una batalla con no se quien se llevara acabo aunque eso implicará volver caminando por donde habíamos llegado.

James celebró por llegar a aquel destino y sin pensarlo dos veces se recostó en el tronco de un árbol. Yo también me sentía demasiado cansada y al igual que él, me limité a sentarme en el suelo.

—No debería tardar en venir.—mencionó el líder y lo volteamos a ver.

—¿A qué hora vendría?— Jack preguntó.

—Alrededor de las 10:30.

Dicho aquello, giré mi muñeca y revisé el reloj. 10:33 pm. Un suspiro agotado se escapó de mí y sintiendo aún aquella presión en el pecho me puse a observar mi alrededor. El líder y Jack yacían con el arma en mano, James y yo de igual forma pero sentados en el suelo, James un poco más despreocupado que yo.

Unos cuantos minutos se consumieron lentamente de nuestro tiempo.

10:46

Un crujido de entre las penumbras captó nuestra atención por lo que me levanté del suelo en alerta. El castaño hizo lo mismo y cargó su arma apuntado a lo que fuera que viniese.

El cuerpo de lo que al parecer era una persona cruzó por nuestra vista y se impactó brutalmente en el tronco de un árbol. Una flecha salió disparada hacía dirección del individuo pero este la esquivó con eficacia logrando que la flecha se encajara en el tronco.

Aquel que entre las penumbras de la noche había sido atacado, yacía hincado e inerte, recargando ambas manos de el suelo con el objetivo de recobrar sus fuerzas. Fue así durante escasos segundos, hasta que otra flecha salió de la nada e impactó su pecho derribándole instantáneamente.

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