7.Dust to dust

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Era mi turno de contraatacar y lo único que tenía a la mano era una estaca, una pistola común, y el arma que nos dieron en el gremio, "The Blaster" así se dirigían a ella. Esta era capaz de volar una extremidad completa de un humano común, por lo que decidí que mi ataque se llevaría acabo con ella.

Apunté mi arma hacía aquella bruja y coloqué el nivel de mi arma en su último nivel esperando que fuera suficiente, cargué el arma. Su cabeza era mi blanco y volviendo mi última mirada hacía aquella mujer me preparé, pero justo antes apretar el gatillo una extraña sensación invadió mi cuerpo provocando que me sobresaltara de golpe y disparara ciegamente. El disparo impactó inutilmente en un árbol y logró partirlo por la mitad. Quedé atónita con tal movimiento, pero luego...

«¡ESA PERRA!»

—¿¡Acaso crees que no te sentí, maldita bruja!? ¡HAS ROTO LAS REGLAS!

Escuché como esta se carcajeaba justo en frente de mi.

—No se de que me hablas, pero no me quieras hechar la culpar de tu mala puntería cariño.— comentó mientras pasaba una dedo por debajo de su ojo para limpiarse una falsa lágrima —perdiste tu turno, y ahora me toca a mi.

Mi furia quedó al descubierto pero pronto comenzó a disminuir y comenzó a convertirse en... Miedo.

Moriría.

Si su primer ataque no logró matarme, el segundo seguro que me desintegraría  por completo. Ya no podía hacer nada y como la ocasión anterior... bajé mi mirada, esta vez resignada y esperando mi final.

Pero luego escuché su voz.

Mirate ahora linda, estás en serios aprietos, pero aún puedo ayudarte como hace un momento. Quedate tranquila y relajate que mis fuerzas nuevamente penetraran en lo más profundo de ti.

Cabizbaja pero atónita, y apunto de derramar las lágrimas pude escuchar a Nikolas en mi cabeza.

El impactó, esta vez fue mucho peor.

Sentí que todo mi cuerpo ardía en exceso por lo que comencé a gritar del dolor, mientras una llamarada azul me envolvía en sí. Apenas me percaté de lo que estaba sucediendo cuando un estrepitoso sonido aturdió mis sentidos. Una explosión se había hecho presente y me había nublado todo de golpe. Todos, incluyendo mis compañeros esperaron por un momento encontrarme en pedazos, pero no fue así. Esta vez, terminé  desplomada en el suelo y mirando hacía arriba, apenas respiraba y mi cuerpo no me respondía.

—¡¡Gané!!—

Aquella bruja celebró para si misma, pero yo aún no estaba muerta.

Estaba ida. Apenas y caía en cuenta de lo que estaba pasando, todo mi cuerpo agonizaba de dolor y apenas un soplo de vida me mantenía ahí.
Cuando caí en cuenta de lo sucedido, comencé a ordenar a mi cuerpo para que este me respondiera, pero era inútil. No podía moverme. Así fue como entre lucha, pude divisar una silueta en lo alto de los árboles. Era él, estaba recargado en el tronco de una de las ramas altas de una árbol. Me veía fijamente y yo a él. Tendió una de sus manos hacía a mí y sentí nuevamente que mis fuerzas regresaban a mi cuerpo. No perdí mucho tiempo y sin desperdiciar la oportunidad me giré lentamente, me coloqué en cuclillas con la poca fuerza que llegaba a mi cuerpo. Apoyando las manos en el suelo, cuando menos lo pensé, difícilmente ya me encontraba de pie. Esta vez no dije nada, simplemente apunté a mi objetivo con mi arma. Pude verla aterrorizada al frente mio mientras gritaba como loca que no era humana.

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