17.My apocalypse

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Me encaminé rumbo al hospital para hacer presencia con James. Había prometido estár al pendiente de él, ya que él lo había estado de mí cuando yo estuve en su lugar. No tardé mucho en llegar y aproximarme a la enferma para preguntarle acerca de su estado de salud y paradero.

Busqué su habitación aún con más inquietud, ahora sabiendo que James se había fracturado algunos huesos y tenía un golpe muy fuerte en la cabeza. Realmente no se encontraba grave, pero su salud tampoco estaba muy estable.

Encontré su habitación luego de dar algunas vueltas y subir algunas escaleras. Ingresé en esta pero se encontraba dormido.

Me acerqué a él y me atreví a mirarlo fijo, a su rostro y en plena calma. «Maldita sea James, ¿porqué me besaste?» Me cuestioné para mí misma y deseando que estuviera bien presioné su mano contra la mía. Me sentía de algún modo agradecida con él y antes de que Nikolas se presentará en mi camino, James era el único del que realmente me podía sentir querida. Era lindo conmigo y siempre se preocupaba por mí, pero también sentía que era algo posesivo en el ámbito de convivencia. Siempre quería que estuviera con él. Suspiré leve y parpadee al momento.

Intentaría matarme si se diera cuenta de Nikolas. No lo aceptaría, por lo que ahora no podía confiar en él.

James comenzó a abrir sus ojos. Me miró, yo le sonreí y él hizo lo mismo.

—¿Cómo te sientes?

Se quejó un poco al escuchar la pregunta.

—Aún me duele todo.— Yo sonreí un poco ante su notoria respuesta y me dispuse a sentarme a su lado. —

Hubieras llegado más temprano y te hubieras encontrado con el líder.

No pude evitar abrir mis ojos con sorpresa y voltear a verlo de golpe.

—¿Estuvo aquí?

James asintió.

—Pero... ¿Cómo se dio cuenta tan pronto?

—Yo lo llamé.

Seguía atónita ante su acción.

—¿Y qué pasó? ¿le... Dijiste? —
pregunté temerosa intentado disimular un poco mi preocupación.

—Si, le conté todo y por como se lo describí, en efecto. Se trata de un híbrido. No sabemos exactamente de él, por lo que dijo que llegaría directamente a consultarlo en el libro de Hatos.— pasé saliva y mi respiración fue dificultándose un poco. —También dijo que haríamos un llamado hacía los demás grupos de la ciudad, para que se enfocaron especialmente en él.

«Mierda»

Nuevamente aquel punzón en el pecho se hizo presente anunciando con el, la llegada de un nerviosismo y preocupación que intenté mantener lo más controlado posible.

—Son buenas noticias.— mencioné entre dientes y fingiendo un alivio del cual carecía totalmente.

—Vaya que sí.

—¿Y qué pasará hoy? Es... La misión.— mencioné intentando cambiar de tema, y así evitarme un ataque de pánico que probablemente no podría controlar.

—Te asignaran con otra persona, es lo más probable.

Le miré extrañada.

—Lamento no haber podido evitar que todo esto ocurriera. Fui débil.— mencioné un poco triste por la situación.

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