Instintos

6.Dangerous

Cuando llegué a los indomables Christie y Aarón ya estaba en el lugar. Estacioné el auto cerca de ellos y salí de el cargando mi arma mientras los saludaba con la manos. Cuando me acerqué a ellos eran las 10:03 de la noche y aún no había rastro de James.

—¿Lista Maggy?

Aarón interrumpió mis pensamientos y cuando estaba apunto de responder su pregunta un eclipse color rojo se estacionó cerca de nosotros. James salió de el con su arma en mano y una ballesta colgada en la espalda con algunas flechas.

—Listo. Perdón por la demora, se me vino el tiempo encima.

— No te preocupes— mencionó Aarón mientras tomaba su arma, la cual estaba encima del cofre de su auto.—pues... ¿Nos vamos?

Todos estuvimos de acuerdo y nos preparamos mientras nos dirigíamos a una de las esquinas del bosque para iniciar el recorrido. Una vez que llegamos, nos adentramos en sus penumbras y comenzamos a caminar alertas a través de el. Ibamos cada uno cerca del otro y veíamos a nuestro alrededor en busca de algún movimiento o sonido extraño.

El bosque estaba muy apacible. Eso era extraño, por lo general siempre nos encontrábamos algo a los primeros mínimos 15 minutos de iniciar el recorrido, pero hoy la noche era muy sospechosa.

Llevábamos alrededor de 50 min. caminando por los alrededores del bosque. Iba por detrás de James y detrás de mi venía Aarón y Christie.

—Es curioso que no nos hayamos encontrado nada aún.— mencionó Aarón para aligerar el momento, ya que éste conforme pasaban los minutos, se tensaba poco a poco. — Ni seres sobrenaturales, ni cazadores...—agregó con un toque de seriedad, pero James interrumpió.

—Ten en cuenta que el bosque es extenso. Cada grupo ingresó por su cuenta, por lo que lo más probable es que en esta área estemos completamente solos.

—Bueno, al menos eso tiene justificación, pero... ¿Qué hay de los inhumanos? No nos hemos encontrado ninguno desde que ingresamos al bosque.—Aportó Christie.

Me giré para verla y James hizo lo mismo pero este se detuvo, obligándonos a mi y a los demás a parar de igual forma.

—Probablemente estén con los cazadores.— no pude quedarme callada por más tiempo e intenté aportar algo por más mínimo que sea.

Christie me miró con molestia  y se dirigió a mi en un modo amenazante.

—Acaso ¿tienes idea de cuantas bestias hay en este lugar? —Ella estaba frente mio mientras yo la veía fijamente intentando contestar su pregunta. No sabía que responder, por lo tanto, me quedé callada ante su cuestión. Ella seguía viéndome y frunció el ceño en señal de desagrado. —Es estúpido que aún no se den cuenta de que esto es una trampa — Al termino de hacer esa mención James entrecruzó miradas conmigo mientras Aarón observaba a su alrededor. —Están viéndonos, saben que estamos aquí.

Tras sus últimas palabras y detrás de nosotros escuchamos una rama crujir por lo que giramos rápidamente y nos colocamos en posición de ataque. Ciertamente, y de entre los árboles caminaba alguien que se dirigía hacía nosotros.

—Lo más triste es que tardaron una hora para darse cuenta de que algo andaba mal.— Escuchamos entre risas aquella voz que al parecer se acercaba a nosotros.

Seguíamos atentos, cuando de entre las sombras y los arboles se dejó apreciar una mujer con una larga cabellera oscura. Su piel se veía suave y tersa, sin ningún rastro de arrugas u ojeras en la cara. Llevaba puesto una especie de vestido con escote, apretado al cuerpo y por el que a través de el, se delineaba a la perfección un figura esbelta. Llevaba tambien un collar formal pero con unas piedras extrañas adornandolo, parecia vestida de gala pero con el detalle de que estaba descalza. Era una bruja.