Instintos

27.The fear is real

Tal y como me lo había esperado. La noche había sido larga y pese a la ansiedad que sentía por conocer las respuestas, el insomnio había ingresado en mi, frustrando exitosamente los deseos de poder conciliar el sueño. La noche fue duradera y fastidiante, ansiaba tanto el hecho de poder ver al pelinegro y así, obtener respuestas pero el tiempo se estaba poniendo en mi contra.

La mañana por otro lado, fue larga de igual forma, y tras ocuparme en los deberes matutinos para intentar hacer pasar el rato desapercibido. Comencé a sentir un especie de desesperación por el simple hecho de que Nikolas no aparecía.

Claro había mencionado que estaría aquí hoy en la mañana. Mi vista se posaba con ansiedad y frustración en el reloj cada cinco minutos, deseando que el tiempo pasara y entonces, poder escuchar el llamado del joven carmesí al otro lado de mi puerta.

Necesitaba respuestas y esa era mi frustración. Probablemente Nikolas ni se esperaba que hoy sería bombardeado de preguntas, por lo que imaginé su mal humor tras verme insistente a sus respuestas. Oh tal vez... si sabía y no vendrá para evitar la charla.

¡No!

No se va a salir con la suya. Si no llega iré por él y lo sacaré de donde quiera que esté. Suena estúpido ¿cierto? Realmente eso era lo quería hacer pero no sería tan fácil. Tendría que buscar la forma de poder llegar hasta él sin ser descubierta y así evitar causarle otro problema al híbrido. Realmente esa era mi prioridad al momento, evitar que Nikolas fuera erradicado.

El llamado de la puerta me hizo saltar del asiento con los ojos muy abiertos. Ya estaba aquí. Sin seguir perdiendo el tiempo me dirigí a la puerta con rapidez y abrí.

Mi yo interior pegó un grito ahogado tras encontrarme con James al otro lado de la puerta. Su mirada aún seguía seria, podría decir que seguía molesto por lo de ayer, o al menos eso era lo que evocaba su expresión.

—James.— intenté sonar normal pero no pude, en aquella pronunciación si que se había escuchado decepción. —¿Qué te trae por aquí?

—Traigo un mensaje del líder.—
mencionó aún inexpresivo.

Me limité a hablar sin embargo, mi mirada hizo su trabajo.

—Necesito que te prepares. Esta noche iremos a una misión imprevista, solo el líder, Jack tú y yo—
mis ojos abrieron con sorpresa tras las palabras del castaño.

—¿Por qué?— cuestioné intentado digerir aquellas palabras que eran tan difíciles de creer ¿El líder asistiendo a una misión? Era una locura. Él solo estaba encargado de guiar al equipo, él era la cabeza y nosotros hacíamos el trabajo sucio. Si lo que James decía era cierto, algo realmente malo sucedió.

—El híbrido se presentó ante el líder ayer por la noche y nos citó hoy para encarar una batalla.

Mis ojos se abrieron a tal grado que sentía que se saldrían de sus órbitas. Mi respiración de agitó de golpe y mi corazón impactó mi pecho incontrolablemente. Quedé estupefacta. El calor me invadió y con ello, el sudor mojó las palmas de mis manos.

—¿C-cómo es... Posible?— pregunté apartando la mirada, esperando que todo esto fuera una broma de su parte. Una broma de mal gusto.

—El líder se comunicó con nosotros en cuando el encuentro pasó. Esta noche nos veremos en la sala de reuniones en punto de las 9:00, iremos al bosque.

No podía estar pasando esto. El miedo me estaba carcomiendo nuevamente ¡ESE IMBÉCIL! ¿Qué mierda estaba planeando? Con la mirada baja y hasta perdida en el suelo, asentí y asimilado todo fui cerrado la puerta poco a poco, divisé que James retrocedía y se retiraba de lleno.