Disclaimer: Todos los derechos reservados para mi escritora británica favorita: J. K. Rowling, Warner Bross & Salamandra. Toda la historia es de mi completo terreno.
Aviso: Las letras en este formato son los más mensajes entre Fred y Hermione. Únicamente en este capítulo los mensajes serán escritos así. Gracias.
Disfruten de la lectura como lo he hecho yo escribiendo.
Capítulo V: Buenos días, preciosa.
Sacudí la cabeza una sola vez y esperé a que mi cuerpo dejara de temblar ligeramente por la cercanía de ese estúpido pelirrojo. Fruncí las cejas y decidí hacerme a la indiferente. Porque en realidad... él no había hecho absolutamente nada fuera del otro mundo.
Caminé hacia el Gran Comedor con la vista en mi camino y concentrada en los planes que debía llevar a cabo ese día. No me había dado cuenta que Cedric estaba caminando hacia mi dirección, igual o más distraído que yo. Cuando topamos en la entrada y él se percató de mi presencia su mandíbula se tensó y me cedió el paso sin dirigirme la mirada... dudé, sin quitarle la vista aunque sus ojos no me miraran. Se quedó ahí, y con un suspiro lo pasé de largo. Cerré los ojos fuertemente durante un segundo y luego los abrí para dirigirme con el paso acelerado hacia la mesa con mis amigos. Para desgracia mía... el único asiento libre era junto a Fred. Suspiré y lo vi como una oportunidad para mostrarme indiferente con él. Sonreí a mis amigos cuando tomé asiento y comencé a desayunar el cereal que estaba ahí.
Observé a mis amigos y compañeros... todos estaban ciertamente "apagados". Suspiré otra vez y comencé a masticar un poco de pan con mermelada. Estaba tan ensimismada con mis pensamientos que no me di cuenta cuando Harry comenzó hablar de los próximos partidos de Quidditch que se llevarían a cabo esa semana. Todos comentaban alegremente como le ganarían sin chistar a Ravenclaw y a Slytherin... pero evitaron mencionar al equipo de Hufflepuff por obvias razones. Era algo que me molestaba demasiado... esto tenía que terminar ya. ¡No era posible que ya no mencionaran nada de Cedric cerca de mí porque pensaban que así sólo me lastimaban! ¡Absurdo! No soy tan débil... soy fuerte, creo.
—Oigan, chicos... —comencé. Todos me miraron y de no ser porque yo ya había cambiado, seguramente me hubiera sonrojado de tener todas esas miradas encima. —Pueden sentirse libres de hablar acerca de Cedric en mi presencia. Ya no importa...—hice una pausa—tampoco estoy diciendo que él ya no me importa... es sólo que, ya dejen de querer protegerme. Se los agradezco muchísimo pero lo único que están logrando es que me sienta como una víctima, una muy débil.
Nadie dijo nada durante los primeros segundos. Fred se me quedó mirando con los ojos entrecerrados. Me mandó una mirada ofendida y parecía estar enojado con mi comentario, ¿qué pasaba? Ni la menor idea y tampoco tenía muchas ganas de averiguarlo.
—Perfecto, Hermione—fue Ron quien rompió el silencio. —así ya no me sentiré mal cuando le demos una completa paliza a tu ex noviecito, ¿eh?
Sonreí, agradecida con la naturalidad de Ron.
—Vaya que le daremos una paliza a todas las casas. —secundó Ginny a su hermano.
—Eh, ¡pero qué narcisista nos hemos vuelto, chicos! —dijo Harry con una sonrisa en el rostro.
— ¿Acaso es nuestra culpa ser los mejores? —preguntó George con arrogancia.
Reí aun más. Fred seguía ceñudo y eso me divirtió todavía más.
Conforme cada quien terminaba con su desayuno se retiraba del comedor e iba a buscar su mochila para dirigirse ya a nuestras clases, yo fui la primera en retirarme de la mesa y esta vez no me topé con Cedric en la entrada. Ese día tenía que repartir unos libros extra que la profesora McGonagall había recibido del Ministerio de Magia para anexar a las clases de Herbología, y dado que la profesora Sprout estaba fuera del colegio por una semana, la profesora McGonagall me había encargado repartirlos todos durante las primeras dos horas o las que hicieran falta... eran bastantes libros. Tenía en mente hacer un hechizo flotador para todos los libros y así sin más complicaciones...
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Sonrisa tuya, suspiro mío
FanfictionNo sé como paso. Sólo sé que cuando él me sonrió algo cambió en mí. Ahora despertaba cada mañana deseosa de ver esa sonrisa. No sé por qué comenzó a gustarme... lo conozco de hace varios años y nunca sentí nada especial hacia él. Lo veía con otras c...