El final

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Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a J.K. Rowling, Warner Bross & Salamandra. Yo únicamente juego con los personajes que Jo nos regaló. La historia es de mi muy triste y retorcida imaginación.

Disfruten de la lectura como lo he hecho yo escribiendo...

Sonrisa tuya, suspiro mío

por LunaHHr

XXXIII: El fin

Los cuatro delegados de Hogwarts pasaban un tiempo en silencio en su sala común, cada uno perdido en sus propios pensamientos. Hermione leía absorta un libro que su admirador secreto le había regalado la semana pasada, Harry leía una revista que hablaba exclusivamente de Quidditch con las cejas fruncidas frente al sillón de su amiga castaña y Astoria leía Corazón de Bruja, riéndose por ratos y ganándose miradas desaprobatorias por parte de Hermione. Y, el rubio, él se mordía nerviosamente las uñas, cosa que sólo hacía cuando estaba sumamente nervioso. Había planeado confesarle todo a Hermione el día de la fiesta y ese día era mañana.  Era algo abrumador para él, y no tenía idea de cómo lo tomaría ella al descubrir que él, Draco Malfoy, era su gran admirador del cual ella ya estaba sintiendo algo. ¿Y si todo lo que ella aclamaba decir desaparecía en cuanto supiera la verdad? No iba a poder con el dolor del rechazo, su repulsión... Sentía vértigos de sólo pensarlo.

—¡Granger!—gritó Astoria, asustando a todos.

—¡Tori, no hagas eso!—la reprendió Harry mientras se acomodaba en su lugar nuevamente después del salto que había pegado.

La rubia lo ignoró por completo y se levantó de su lugar para tomar de la mano a Hermione y llevarsela a rastras de ahí. Harry y Draco intercambiaron una mirada confusa, luego ambos encogieron los hombros y siguieron con sus asuntos.
Pasados unos segundos de completo silencio, Harry habló.

—¿Ya tienes tu disfraz, Malfoy?

Él se limitó a asentir con la cabeza mientras fingía leer su libro.

—¿En dónde?

—Nuestra familia tiene su propio diseñador, entonces...

—¡Debí imaginarlo!—lo interrumpió Harry con molestia—No tengo idea de dónde lo voy a sacar y ya es mañana, y Tori me matará cuando sepa que...

—Tori ya tiene algo para ti—ahora fue el turno de Draco para interrumpirlo—Sabe lo incompetente que puedes llegar a ser para estos asuntos, pero está esperando a que vayas a confesarselo y créeme que entre más dejes que pase el tiempo, más enojada estará.

Harry procesó la información que le acababan de decir; se mordió los labios con nerviosismo y se revolvió el cabello un par de veces. Draco, en su lugar, lo miraba con divertida maldad e iba a decirle algo más cuando vio que Hermione salía echando humo por la nariz y orejas de la habitación de Tori.

—¡Jamás en la vida, Astoria!

—¡No seas una...!

—¡No hay manera de que yo use un...!

—¡Shh!—la interrumpió Tori, tapándole la boca justo a tiempo.

—¿Qué pasa, chicas?—preguntó Draco con una sonrisa inocente y Hermione no pudo más que fruncir las cejas ante su tierna cara.

Tori sonrió convencida de que cedería.

—¿Él no vale la pena?—le susurró a su compañera, haciendo uso de su mejor tono manipulador. —Sólo ve cómo te mira con este espantoso uniforme de colores Gryffindor, ¡imagínate su cara con un babydoll con los colores Slytherin!

Sonrisa tuya, suspiro míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora