Sonrisa tuya, suspiro mío

La horrible verdad

Disclaimer: Todos los derechos reservados para mi escritora británica favorita: J.K. Rowling, Warner Bross & Salamandra. Toda la historia a continuación es de mi retorcida y muy triste imaginación.

AVISO: Este capítulo ha sido escrito desde diferentes perspectivas.

Disfruten de la lectura, como lo he hecho yo escribiendo...

Capítulo XX: La horrible verdad

Harry camina tranquilamente por los pasillos de Hogwarts pensando que anoche había tenido una excelente velada con su novia, Ginny Weasley. Vaya que había sido intenso.

Los recuerdos vienen a su mente y le es imposible no sonreírle a la nada como un estúpido enamorado. ¿Acaso se podía ser así de feliz? ¿Estar así de locamente enamorado de una chica?

—Potter—dice con fastidio el Slytherin, interrumpiendo sus felices pensamientos. Harry arruga la frente solamente de oír su voz.

— ¿Qué quieres? —pregunta el pelinegro de manera hosca.

— ¿Existe algo que puedas ofrecerme tú? —dice socarronamente, tiene tantas malas palabras para el cara rajada, pero ahora necesita enfocarse en algo. Y francamente, sí que había algo que necesitaba de él.

— ¿Vas a hablar o no?

Draco rueda los ojos y arruga la nariz, la presencia del cara rajada de verdad le es insoportable.

—Es sobre Hermione. —escupe en voz baja, viendo de reojo como unos alumnos se les quedan viendo. ¿Y qué si ellos dos hablaban?

— ¿Sobre ella? ¿Qué pasa con Hermione? ¿Está bien? —pregunta desesperadamente. — ¿Le has hecho algo, maldito hurón?

Draco se enoja ante la temprana acusación y comienza alejarse pero el fuerte agarre de Harry lo retrasa.

—Es mejor que me digas ya.

— ¡No le he hecho nada! —responde en voz alta, mirándolo con fiereza. Harry suspira, tratando de mantener su temperamento tranquilo.

—Bien, ¿podrías dejarte de suspenso y decírmelo de una vez por todas?

—Es lo que ella se está haciendo—comienza Draco—Ella... está faltándose al respeto, ilusionando a Sebastian y viéndose a escondidas con Fred Weasley.

— ¿Fred? —Pregunta incrédulo Harry, frunciendo las cejas—Él es solamente su mejor amigo... sé que parece que son algo, pero, ¡venga así nos veíamos ella y yo! —dice como si no fuera para tanto y medio sonríe pero lo deja de hacer al ver la mirada de Draco.

—Yo... —se relame los labios Draco, viendo hacia otra parte. —El otro día la vi salir de los vestidores de Gryffindor, estaba con la ropa hecha un lío y su cabello estaba peor que de costumbre, —medio sonríe al recordar su cabello castaño, su nido de pájaros, cuantas veces se había imaginado así mismo tocando ese cabello. —Entonces, creí que se había peleado con alguien... porque nunca les he creído a Cho y las demás lo que dicen de Herm... de Granger, —carraspea ligeramente—Pero luego salió Fred Weasley de los vestidores... acomodándose el pantalón. —mira directamente a los ojos a Harry, quien está con la boca abierta.

Niega con la cabeza.

— ¿Estás de broma? ¡Hermione jamás haría algo así! —vuelve a negar con la cabeza, cejas fruncidas y se cambia los libros que tiene en los brazos dos veces. —Malfoy, ¿Por qué quieres hacer quedar mal a Hermione?

— ¡No lo negó! Me dijo, ¡bienvenido sea el placer! —dice con exasperación.

¿Hermione lo había aceptado? Eso era diferente, pero ahora, ¿a Malfoy en qué le afectaba?