Uno. (c.e.)

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¿Como definirías la vida?... Pues mi definición de la vida es como si fuese una montaña rusa, con tantas subidas y a veces bajadas de pique, tantas vueltas y llena de adrenalina.

La vida es tan rara y confusa, si quiere te puede dejar en medio de la nada y hacer que vuelvas a la realidad de un sopetón, o te puede mostrar un millón de cosas hermosas, cosas perfectas, personas increíbles... Pero algo viene y te las arrebata, te las quita y tú no puedes hacer nada. Y te quedas ahí, viendo como pasa delante de tu ojos. Lo peor de eso es que no hay vuelta atrás, que las cosas jamás volverán a estar como antes.

La vida puede ser una desgraciada, o una perra con toda sus letras, ¿Por qué?, porque se lleva lo mejor de ti, se lleva eso que te hacía sentir en el aire, que te hacía sentir que flotas y que te llena de momentos perfectos... Se lleva a quien amas, a quien entregó todo por ti y tú por él. Se lleva a esa persona con la cual compartiste un montón de secretos especiales y momentos maravillosos. Te la quita y arrebata tan fácilmente como si te quitases una pelusa del pantalón. Y ahí te quedas tú, sin saber que hacer ni que decir, viendo como se lo lleva de tu vida para siempre, y lo peor de todo es que tú no puedes hacer nada.

Pero quizás no todo es tan malo como piensas, si la vida te quita... Ella también te da, y te da algo hermoso, algo con lo que te vuelves a sentir en el aire, algo que amas con todo tu ser.

A mi la vida me arrebató a un hombre. Mi hombre, mi amigo y ahora mi ángel guardián, ese que cuida de mi aunque ya no esté en éste mundo. Pero me entregó otro pequeño angelito ese mismo día, me entregó un hijo, el cual me saca sonrisas todo el día.

¿Como pasó?... Un Accidente. Un maldito accidente en auto. Todo iba bien ese día, hasta que las contracciones vinieron. Lo peor de todo es que lo recuerdo como si hubiese sido ayer.

Flashback

-Mierda -apreté mi vientre y me incliné hacia delante producto de la fuerte puntada- ¡Connor! -grité su nombre mientras caminaba hasta la habitación para recoger el bolso en caso de emergencias. Escuché los pasos de mi novio subir por las escaleras y en un par de segundos sentí sus brazos rodear mi cuerpo- ya viene -gemi tras otra puntada y un fuerte retorcijon bajo mi vientre.

Connor corrió conmigo en brazos hasta dejarme en el asiento del copiloto, no sin antes abrochar mi cinturón, el velaba por mi seguridad en todo momento. Rodeó el auto y de un momento a otro ya íbamos en la calle principal directo al hospital en el que me atendía. Pero las cosas se salieron de control.

Connor agarraba mi mano por entre medio de los asientos, mientras que yo me iba quejando a un lado de él, giraba su cabeza en mi dirección solo para regalarme palabras de aliento y tirarme besos, me decía que todo estaría bien, con esa grande y hermosa sonrisa que despertaba en mi un montón de sensaciones, pero fue ahí cuando pasó. Sólo logré ver una fuerte luz en nuestra dirección seguida por una bocina que te quitaba la audición.

-¡CONNOR! -un desgarrador grito salió de mi garganta, justo al momento de sentir un fuerte impacto contra nosotros. Su mano soltó la mía, y si no hubiese sido por el cinturón que rodeaba mi cuerpo... yo no estaría aquí en estos momentos.

Mi vista y mis sentidos se apagaron, olía a humo y a gasolina, trataba de abrir los ojos y buscar a mi novio para solo tomar su mano y si fuese nuestro final, morir aferrada a el. Pero el destino me tenía preparada otra batalla y la tendría que combatir sola. Sentía personas hablando a lo lejos, era como murmullos, habían ruidos de autos, pero no cualquiera, si no de bomberos o policías, algo así, Ya no podía mantenerme consciente, sentía mi cuerpo arder y unas nauseas horribles. Buscaba la mano de Connor, hasta que la encontré, abrí mis ojos con el mayor esfuerzo que pude reunir y lo vi... ahí estaba el, el amor de mi vida y futuro padre de nuestro hijo, ensangrentado. Sentí un apretón en mi mano y supe que era el, dando todo de si para estar conmigo.

-Te amo -fue mi último aliento.

-Tam-bien yo -fueron sus últimas palabras antes de que su mano dejase de agarrar la mía.

Y ahí... todo se volvió negro.

Fin del flashback.

Despertar en la cama de un hospital, sola y llena de tubos no es muy grato, mi hijo estaba bien, lograron salvarlo a cuesta de una cesárea de urgencia, pero no todo estaba bien... El se había ido, mi novio y amigo ya no estaba aquí. Los médicos dicen que hicieron todo lo posible por salvarlo, pero sus múltiples fracturas y gran perdida de sangre se interpuso en el camino dejando sin nada mas que hacer que dejarlo descansar fuera de este mundo.

Fue el peor dolor que he sentido. Lloré por meses, con el dolor aun recorriendo mis venas, aún sentía su olor en la habitación, en su ropa, en todos lados el estaba. El tiempo había pasado, y la vida había seguido su curso, pero yo aún sentía que todo había sido ayer.

Ahora Adam tiene 1 año y 5 meses, nos cambiamos de casa y ahora vivimos en un pequeño pero acogedor departamento en Miami cerca del mar. Ya tengo 22 años y estoy por graduarme de la universidad. Decidí estudiar Gastronomía, con Connor habíamos pensado en hacer una pastelería después de que me graduara, era nuestro sueño, pero se vió afectado tras aquel accidente. A decir verdad, las cosas cambiaron bastante, mis únicos intereses son Adam y el terminar mi carrera. Es todo lo que quiero.



...


Después de mucho tiempo y haber perdido por meses esta cuenta, he vuelto con una nueva historia!

«HURACÁN»

La pueden encontrar en mi perfil, y les prometo que se viene buenísima!

Me encantaría ver este nivel de amor y apoyo en mi nuevo proyecto 💜

Besos ✨

YOU (Terminada - EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora