Nueve (c.e.)

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Cuando estaba a unos minutos de salir de clases le mande un mensaje a Stephen diciendole que ya estaba por salir.

La clase terminó minutos después pero no recibí respuesta alguna por parte de él. Miraba la hora y ya eran cerca de las dos de la tarde. Adam salía en diez minutos asi que decidí tomar mi camioneta e ir sola por él.

Llegué a mi departamento y dejé a mi pequeño en el suelo de la sala para que jugara. Entraba a trabajar a eso de las cuatro de la tarde así que tenía tiempo de cocinar algo para almorzar. Adam comía temprano en la guardería, po lo tanto comería sola.

Me sentía molesta, como desepcionada y no tenía por qué. Sólo somos amigos y quizás se le olvido. Ya daba igual.

Saqué fuera los pensamientos y me concentre en comer para luego llamar a Candice, lo cuidaba hasta mi llegada, las ocho de la noche. Después de dejar la cocina limpia me puse la polera de la pastelería y guarde el delantal.

Candice llego. Me despedi de mi pequeño y de ella y baje en busca de mi camioneta. Y mientras iba en el ascensor me llego un mensaje, era él.

Steph.
"Kiara lo siento de verdad. Tuve un problema en el gimnasio y me tuve que quedar. No me dio tiempo de avisarte pero juro que te lo recompensare. Lo juro."

No le conteste. No tenía ganas.

Salí del edificio y maneje hasta la pastelería. Pensaba en Stephen y en la amistad que estabamos intetando tener. No me gusta que me dejen esperando y no cumplan su palabra. La amistad para mi valía mucho y más con él, que empezamos con el pie izquierdo.

El día paso sin muchas novedades, a excepción de clientes con muy poca paciencia, pero nada fuera de lo común.

Antes de irme le pedi unas galletas a Trent, unas delicias recién horneadas, me despedí de los chicos y partí rumbo a mi departamento.

En el trayecto me sentía muy cansada, hace semanas que no me levantaba temprano ni corría de aquí para allá, así que el ajetreo me estaba pasando la cuenta. Llegue al edificio y estacione la camioneta en el lugar de siempre, baje con mi bolso y el paquete de galletas, olían delicioso.

Me bajé del ascensor y antes de abrir la puerta senti como Candice reía y Adam también, pero de fondo la voz de un hombre llamo mucho mas mi atención. Esa voz la reconocía. Y no me equivocaba en lo absuto. Era Stephen.

-Llegaste. -Me dice Candice apenas crucé el humbral de la puerta. Se acercó a mi.- Te la tenías bien guardada... -Me hace burla pinchando mi estomago con sus dedos.

-¿Por qué carajos lo dejaste entrar? -Estaba enojada con ella. No porque dejara entrar a Stephen en si, si no porque lo dejo entrar sin conocerlo. Jamás le había hablado de él y ella llega y lo deja entrar.- da igual si es amigo mío Candice, no lo conocías -Le gritaba en susurros mientras colgaba mi bolso en el perchero.

-Lo siento... -Se encogió en su lugar.- me dijo que venía para hablar contigo pero le dije que no estabas -Me explicó.- y dijo que se quedaría hasta que llegaras. Yo sabía que llegarías tarde así que le dejé entrar. Lo siento, no debí sin antes preguntarte, lo siento de verdad... -Cuando notó que no había respuesta de mi parte comenzó a hacerme pucheros.

Maldita manipuladora.

-Lo hablaremos luego. -La apunte y dió un suspiro mirando hacia el cielo, haciendo todo más dramático.

Después de despedirce se fue a su departamento, yo mire Stephen y este se levantó dejando en el suelo a Adam, quien gateo hasta mi rápidamente.

-¿Qué haces aquí? -Le dije de forma normal. Sin querer ser borde con el.

-Venía a pedirte disculpas. Yo en serio no pu...-Le corté antes que siguiera.

-Steph...-Negué con la cabeza.- no me debes ninguna explicación, ¿Si?. Ya pasó y tema cerrado.

-De Verdad quería salir contigo y Adam. ¿Como puedo recompensarlo?

Reí, había algo perfecto para pedirle en estos momentos.

-La verdad es que tengo mucha hambre -Le sonreí y el rió. Comenzo a sacar su telefono pero corté su acción.- tengo hambre de comida hecha en casa -Le aclaré intentando no reír mientras mientras Adam jugaba con mi cara.

-Claro -Suspira.- veré que puedo hacer...

Al final terminó haciendo un poco de arroz con un salteado de verduras, bastante bueno a decír verdad. Se ganó un pequeño punto a su favor.

-¿Cómo te fué hoy? -Dijo mientras se echaba comida a la boca.

-Bien, pero moría de sueño. Semanas sin levantarme temprano me han sobre pasado -Reímos despacio.- pero estuvo todo tranquilo.

-Me alegro por ti. Y brindaremos por eso. -Levanto su vaso de bebida.- Espero que éste año sea el mejor de tu vida, que estés rodeada de gente que te quiere y que sigamos siendo amigos...Hasta conocernos mejor...-Miro mis ojos profundamente al decir la última frase. Había un doble sentido en todo esto, pero no uno malo.

-Salud. -Juntamos los vasos y brindamos por mi nuevo año.

Seguimos comiendo y conversando de cosas banales hasta que ambos teibamos de comer y comenzamos hacer sobremesa, pero después de unos minutos él ya debía marcharse.

-Ya me tengo que ir. - Se levantó y me ayudo a dejar las cosas en la cocina y a limpiar un poco- Que duerman bien. -Beso mi frente y caminó hasta la puerta seguido de mi- Te sigo debiendo una ida a comer con Adam... -Abrió la puerta y me apoye en el marco de ésta.

-Claro. -Reí- y ¿cuándo sería eso? -Me cruce de brazos.

-Mañana mismo, a la misma hora. Ésta vez no fallaré. Lo prometo. -Extendió su mano hacia mi y yo la tomé cerrando el trato.

-Es una promesa. -Toque su pecho con ni dedo y mire sus ojos.

-Es una promesa -Me sonrió y se acerco a besar mi mejilla. Senti su respiración en mi oreja y luego sus labios a centímetros de mi boca.- Adios... -Susurro cerca mío y yo no pude articular palabra alguna.

-Adios... -Susurre.

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YOU (Terminada - EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora