Treinta y uno

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Stephen

-Te he extrañado -Se alejó de mi y corrio hasta su cama- mira lo que hice -Me mostros un collar hecho con carocolitos- es para mamá -Derrepente su rostro cambió drásticamente y comenzó a mirar para todos lados con cara de susuto.-Esta aquí... -Susurró mientras sus manos comenzaban a temblar- esta aquí...

Seguía repitiendo mientras sus ojos se desorbitaban y miraban en todas la direcciones posibles.

-Stephanie -Murmure- estoy yo, ¿Recuerdas? -Le Sonreí y le di una de mis manos- el no puede hacerte daño si estoy yo... ¿Te acuerdas de eso? -Le di mi mejor sonrisa hasta que por fin se fijó en mi ojos y me sonrió, como si nada hubiese pasado- ven aquí pequeña.

Ella jugaba con sus dedos mientras murmuraba "él no puede hacerme daño" una y otra vez. Siempre lo hacia y me dolía verla de esa manera.

-¿Vamos afuera? -Me acerqué a ella lentamente y esta levantó se cabeza, en su rostro no cabia su gran sonrisa.

Salimos a las afueras del recinto, estaba lleno de arboles, un par de columpios donde cabían dos o tres personas y al fondo de todo eso se encontraba un maravilloso lago junto con un muelle.

Stephanie corrió por el lugar como una niña de siete años, mi sonrisa era grande al verla en ese estado, estaba bien.

-¿Como la encuentras? -Annie, su enferma, se me acercó por atras con una sonrisa, yo me giré y le sonreí mientras asentía.

-Se ve genial, ¿Ha mejorado? -Annie me sonríe y asiente.

-Mucho, ya no tiene las crisis que tenía antes -Dice mientras yo me la quedo mirando a lo lejos- tus padres vinieron hace unos dos días atrás, no sabes la alegría que le dió al verlos.

-Si me lo dijieron -Sonreí- la extrañaba... La extraño en casa -Dije mientras bajaba mi voz y se formaba una mueca en mi rostro- es duro tenerla aquí, Annie.

-Lo se cariño -Sus ojos verdes me miraron y con su mano acarició mi brazo- verás que pronto le darán el alta -Su sonrisa tan maternal me dio un poco mas de ánimos- ella esta mejorando cada día.

Ella era Stephanie James, mi hermana pequeña, tenía diecisiete años y sufría de un trastorno, era esquizofrénica. Muchas veces se despertaba por las noches dando gritos, o simplemente en el día comenzaba a gritar y a romper cosas, decía que habia alguien que le hablaba en el oido y le decía que se hiciera daño. Por años la llevamos a distintos doctores y le hicimos diversos exámenes, todos indicaban lo mismo, esquizofrenia.

La encontramos muchas veces con sus dedos, brazos y piernas cortadas, escribía cosas en las paredes de su habitación, la veiamos sufrir constantemente. Llegó un punto en el que llamamos a un sacerdote, no perdíamos nada intentando otro metodo. Él estuvo hablando casi todo el día con ella, Stephanie le comentaba lo que hacia durante el día, cosa como estar con sus amigos e ir al cine... Pero nada de eso era cierto, ella habia dejado de ir a la escuela por su conducta agresiva, no tenía amigos... Yo era su único amigo.

El sacerdote le rezó y bendijo la casa y sobretodo su habitación, estuvo bien durante un mes y medio... Pero después de éso todo empeoró, así que mis padres se vieron obligados a internarla, y por más cruel que suene, fue lo mejor que pudieron hacer.

-¡¡NO!! -Sentimos un grito y los enfermeros corrieron hacia mi hermana.

Ella se encontraba pegándole a un árbol y gritando "no" cada un segundo, también corrí hasta ella pero los enfermeros me alejaron impidiendome el paso. La agarraron de ambos brazos y le inyectaron algo, verla en ese estado me hacía daño. Sus manos estaban heridas y la sangre brotaba de ella, era una imagen desgarradora.

Soltaron mis brazos y me dirgi hasta mi hermana con el corazón echo un puño, la tomé en mis brazos y fui guiado por los paramédicos hasta dejarla en su habitación, ellos me conocian por eso me dejaban hacer esas cosas. Me hicieron salir y me encontré con Annie, sentía una opresión el pecho y unas tremendas ganas de llorar.

-Ella estará bien, tesoro -Ella me abrazó con sus brazos regordetes y me apretó a ella, tan maternal como siempre- cualquiera cosa te llamaremos, ¿Si?.

Solo asentí y salí del hospital, me subí al auto y cerre la puerta de un portazo. Ver a tu hermana pequeña en ese estado tan deplorable era horrible, verla sufrir y tener que ver como se desvanecía cuando le inyectaban el tranquilizante, era demasiado doloroso. Las lágrimas en mis ojos no tardaron de bajar por mis mejillas, una tras otra, me celular sonó un par de veces, pero no quería contestar, no quería hablar con nadie por hoy.

Kiara

Dejé el teléfono a un lado y suspire, Stephen no contestaba y no quería insistir otra vez.

Mis padres estaban de visita en la ciudad y les queria presentar al chico del que tanto les hablaba. Pero éste no respondía las llamadas y no volvería a insistir, debia estar ocupado en otra cosa.

-¿No contesta? -La voz de Ryan me saca de mis pensamientos. Estaba parado en la puerta de mi habitación.

-No... Supongo que esta trabajando o haciendo algo importante -Le sonrío a mi primo y me levanto- no soy una loca para pensar estupideces -Le digo al ver su rostro de sospecha por mi actitud.

-Deja que al menos me sorprenda -Ríe- ¿Que mujer no se pone como loca cuando no le contestan el teléfono?.

-Yo, primo -Viro los ojos- por dios me conoces de toda la vida estúpido -Este ríe y asiente.

-Tan tranquila tampoco eres -Levanta sus manos haciéndome reir.

-Tampoco estoy loca -Lo apunto con mi dedo y éste hace una mueca como diciendo "no estoy tan seguro de eso". Vire los ojos y me voy con mis padres.

Adam estaba realmente feliz, sobre todo porque mi papá no paraba de elevarlo por los aires haciendo que mi pequeño riera a carcajadas, las cuales resonaban por toda la sala.

-¿Puede venir? -Habla mi madre.

-No contesto -La miro apenada- pero cuando lo vea le diré que tenías ganas de conocerle -La abrazo por un costado y beso su sien.

-Tengo derecho a conocer al nuevo novio de mi hija -Sonríe mientras terminemos de servir los platos de comida.

-Mamá -La miro y viro los ojos- ya te dije que no es mi novio, sólo salgo con él y yá.

-A tu madre no la engañas Kiara -Ésta me sonríe complice- no es sólo el chico con el que sales, para ti es algo mas aunque no lo quieras admitir aún -Las madres siempre quieren toda la verdad.

-Me gusta, ¿Si? -La miro- pero aún así no somos nada todavía -Doy un suspiro y sirvo el último plato de comida- aún es muy poco tiempo y me gusta como estamos... Nos estamos conociendo -Le sonrío a mi mamá y ésta me mira con una sonrisa.
-Me alegra que te estés dando una segunda oportunidad hija -Tomó una de mis manos y la acaricio- te lo mereces -Pasó una mano por mi mejilla y yo sonreí. Cómo amaba a esa pequeña mujer.

***
Capítulo corto :(

Subiré la meta 😊 veo que mas de 200 personas votan asi que no les costara nada cumplir, ¿Verdad? 😜

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Las amo.

Fran.

YOU (Terminada - EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora