Cuarenta y nueve

14.5K 929 137
                                    

Salí del gimnasio algo molesta por la situación de adentro, odiaba que fueran tan arrastradas las chicas que estaban a su alrededor, mínimo algo de respeto a ellas misma... Jesús.

Cerré la puerta de Adam y cuando iba a dar la vuelta a la camioneta una voz me detiene, miré en su dirección y era Nolan quien se acercaba a mi con una gran sonrisa.

—Hola —lo saludé con un abrazo mientras él me lo devolvía— ¿Cómo estás?.

No nos habíamos visto desde aquel día de la pelea con Stephen, me daba algo de pena verlo a la cara después de la que armó.

—Todo bien, venía a entrenar —me sonrió y apuntó al gimnaso. Frunci mi ceño ante éso.

—¿Entrenar?, ¿Vienes aquí? —le dije algo sorprendida— Stephen no me lo había dicho.

¿Por qué no me dijo que Nolan iba en su gimnasio?, yo no había tenido contacto con él después de ése día y recién me venía a enterar de que quizas se veían diariamente.

—Pensé que te lo había comentado —rasco su nuca y me miró— en fin... ¿Que tal tú?, no pudimos seguir hablando después de éso y no quise llamarte ni molestarte después, no lo sentía correcto.

—Estoy bien, me hubiese gustado que éso no pasara —me acerque un poco más a él y le sonreí apenada— disculpa por lo de ese día, estuvo mal como actuó Stephen contigo.

—Tranquila —pasó una mano por mi hombro— el se disculpó conmigo cuando nos encontramos aquí, resulta que fué mi entrenador de boxeo por unos días y aprovechamos de aclarar todo, así que tranquila.

—Gracias —pasó la mano por su bolsillo y la dejó ahí— ¿Ya te vas? —miró la camioneta y luego a mi— se supone que Stephen sale a esta hora del gimnasio.

—Hay una nueva clienta con él —hice una mueca— así que se irá más tarde.

—¿Hablas de Melissa? —lo mire apenas pronunció su nombre. Sólo asentí esperando a que continuara de hablar— llegó hace unos días, las veía en la mañanas pero ayer me comentó que entrenaria en la tarde con Stephen.

—Genial —miré hacia el gimnasio y susurre molesta sin poder evitarlo.

—Tranquila —la risa de Nolan me hizo mirarlo otra vez— la chica se aburrira pronto de haber elegido entrenar con él. Es muy duro en su trabajo y no para por nadie, ella sólo va a sacarse fotos y estár en el celular.

Me agradaba mucho éste chico.

—¿Mañana vas a trabajar? —me miró con una sonrisa la cual devolví.

—Si, mañana si.

—Genial, entonces te veo ahí. Trabajaré con mi papá por un tiempo.

—Eso es genial —le dije con una sonrisa y mire hacia un lado, donde justo por obra de la vida podía ver a Stephen muy cerca de Melissa.

Algo le decía y tocaba su cuello, su cara era de afligida y Stephen puso una mano donde ella le indicaba, Melissa se dió vuelta para que masajera su cuello y corrió su cabello hacia un lado mientras una gran sonrisa de satisfacción se esparcía en su cara. Stephen masajeaba su cuello y algo le decía a lo que ella asentía cambiando radicalmente su rostro al de una mueca. Será perra.

Solté un bufido y mire hacia otro lado bastante molesta.

—Me tengo que ir, nos vemos mañana —me despedí con un beso en su mejilla y no lo dejé decir nada mas porque ya me estaba subiendo a la camioneta.

La encendi y salí lo más rápido posible de ahí.

Stephen

—¿Estás bien ahí? —seguí masajeando su cuello— esto pasa por no ponerte en la posición correcta para hacer los ejercicios. Si sigues así te puedes lesionar en serio —Deje su cuello y me puse a un lado de ella— agarra la barra y pon la espalda derecha como te dije.

YOU (Terminada - EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora