Cuarenta y ocho

15.5K 989 163
                                    

Solté un suspiro y me acomodé mejor en la cama, un brazo estaba sobre mi cintura y un par de piernas enredadas en las mías. Sentía su respiración sobre mi cuello y su pecho subir y bajar en mi espalda. No tenía idea de qué hora era pero se sentía más que bien estár en la cama.

La puerta de mi habitación se abrió y me dejó ver a un pequeño en pijama y con sus oso en un brazo, frotaba su ojo con algo de sueño y caminó hasta la cama para luego subirse y meterse debajo de las sabanas junto a mi, me abrazó del cuello y me regalo una sonrisa somnolienta.

—Mami —estiró su trompita y besó mis labios tiernamente, como sólo un bebé lo podría hacer.

—Buenos días a ti también, dormilón —lo acomodé a mi lado y éste cerro sus ojitos cayendo dormido otra vez.

Reí tiernamente viéndolo dormir agarrado a su oso, era tan lindo y dormilón a la vez, me daban ganas de comermelo a besos y no parar nunca.

Una mano en mi cintura acarició la piel expuesta que tenía gracias a que mi polera se había subido, luego uno besos se esparcieron en mi cuello y no pude evitar sonreír melosa y como una tonta enamorada.

—Bueno días —su voz ronca me hizo sonreír aún más, era tan sexy escuchar su voz de esa forma.

—Buenos días —susurre girando mi cabeza para besar sus labios por unos segundos— ¿Como dormiste? —acaricie su mano por debajo de las sabanas y volvió a dejar besos en mi cuello.

—A tu lado se despierta bastante bien, cielo —reí encantada al escucharlo hablar.

—Que lindo —dije con voz tierna haciendolo reí también.

—Tenemos una visita —comentó asomando su cabeza para ver a Adam dormir profundamente— ¿En qué momento llegó? —se volvió acomodar a mi lado.

—Hace unos minutos —sonreí viendo a mi bebé dormir.

Acaricie su espalda mientras soltaba un pequeño suspiro, era tan hermoso verlo dormir que podría pasar horas así. Ésta pequeña cosita acostada a mi lado, era el amor de mi vida y eso nadie lo podría cambiar.

—¿Preparamos el desayuno? —mire a Stephen por encima de mi hombro— tu hermana se merece un buen desayuno después de todo lo que hizo.

Me miró con rostro sorprendido a lo que yo reí— ¿Yo no merezco nada acaso?.

—El desayuno te lo serviste temprano, ¿Lo recuerdas? —miré sus ojos divertida y el me sonrió recordando lo que había pasado hace unas horas atrás.

—Buen punto —reímos despacio para no despertar a Adam y besó mis labios.

Nos levantamos y dejé dormir a mi pequeño, encendí la televisión y le puse sus caricaturas por si despertaba, baje un poco el volúmen y luego salimos de la habitación.

—¿No te pones ropa? —lo mire mientras caminaba detrás de mi.

—Estoy en bóxers, muñeca, no desnudo —palmeo mi trasero haciéndome brincar por la sorpresa.

—Oye —reí mientras sobaba mi cachete— pero está tu hermana, ve a ponerte un buzo al menos —Sonreí y me acerqué a besar sus labios.

Agarró mis piernas y me hizo dar un brinco para enredarlas en su cintura, acarició mi trasero y me miró con una sonrisa que a cualquiera hubiese matado, me encantaba cuando me miraba así, tan seductor, como sabiendo lo que provocaba en mi cuando me miraba así.

—Si fuese por mi andaría sin nada —besó mi cuello y dió un pequeño apretón en mis muslos.

—Sería un placer verte así, la verdad —reímos los dos al unísono y me dejó nuevamente en el suelo— ¿Que hora és?  —me giré para ver el reloj de radio. Nosotros queriendo desayunar y quizás ya era la hora de la cena.

YOU (Terminada - EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora