Diez (c.e.)

24.1K 1.3K 51
                                    

Al otro día fue la misma rutina. Levantarme, levantar a Adam, dejarlo en la guardería e ir a la universidad. Nada nuevo. Pero esta vez Stephen si cumplió con su palabra, me pasó a buscar temprano y fuimos por mi bebe. Nos llevo a almorzar y estuvimos en el parque varios minutos, incluso se subió al columpio con Adam, el cual se agarraba a la camiseta de Stephen como si fuese su salvavidas. Era divertido, Adam reía feliz y él también lo hacía.

-Creo que te diviertes tú mas que Adam -Reí mientras me apoyaba en uno de los costados de los columpios.

-Hace muchos años que no me sentaba en uno, dejame ser feliz. -Se impulsaba con sus pies como un niño pequeño. Adam por otro lado ponía caras de susto cada vez que el columpio bajaba.

-Pero creo que el pequeñin aquí no la esta pasando también como yo -Dijo al ver como Adam se escondía en su pecho, así que bajó la velocidad hasta estar quieto y me entrego a mi bebe con cuidado. Este se aferro a mi cuello y enredo sus pequeñas mano en mi cabello.

-Mas grande te quiero ver Adam. -Yo reí. Nos sentamos en una banca y así nos pusimos a conversar.

-Qué tal tu trabajo...¿Es tranquilo o la gente es muy alterada?

Hice una mueca- Hay días y días. -Suspire.- Ayer me tocó atender a un señor que por poco y me tira su café encima. -Vire los ojos recordando- queria su cafe "extra caliente" -Hice comillas con los dedos- y según el solo estaba caliente... -Bufe- y cual es la diferencia en eso -Hice una mueca.

-Que uno es mas caliente que el otro.

Lo miré achinando mis ojos- Los dos están a la misma temperatura. Viejo mañoso. -Le di fin a la conversación.- y ¿Qué tal el gimnasio? -Stephen río fuerte mientras negaba con su cabeza.

-Pues no tan aburrido como tu trabajo -Me hace burla- pero se ha accidentado un chico que daba clases y lo he tenido que reemplazar...-Hace una mueca- por eso no vine ayer a buscarte.

-Eso ya da igual -Hice un gesto con mi mano restandole importancia.

Cuando vi la hora me fijé que ya me tenía que ir a trabajar. Stephen me fue a dejar a mi departamento y espero conmigo a que llegara Candice para que cuidara a Adam. La verdad es que se estaba portando muy bién conmigo, era caballero y atento y eso era agradable. Era lindo estar con él.

Me dejó en la entrada de mi trabajo y prometió mantenerse en contacto después.
Comencé a pensar en los distintos encuentros que he tenido con este chico, estaba siendo bastante lindo conmigo y atento, pero quería que se quedara ahí. Amigos y nada mas. Aún seguía pensando en Connor cada día y siento que estoy haciendo algo malo, que lo engaño y eso no se sentía bien. Y sabía que ya había pasado tiempo y debía rehacer mi vida, pero cada persona tenía sus tiempos de superación, y yo aún no cumplía el mío.

Cuando volví a casa Candice se fué y Adam dormía. Aproveche de hacerme algo para comer y luego ir a dormir. Pero estaba por entrar a la cocina cuando un ruido de algo cayendo llamo mi atención. Fuí hasta done había sentido aquél ruido, y en la repisa que tenía a un lado del televisor, la foto de Connor y yo estaba boca abajo. Mi corazón saltó en mi pecho, sentía que estaba ahí. Después de volver a acomodar la fotografía un escalofrío en mi espalda me hizo estremecer, me voltee y vi pasar una sombra por el rabillo de mi ojo. Sentía a Connor, sentía su perfume, dulce y varonil a la vez.

-También te extraño... -Susurre a la nada y me senté en el sofa. No tenía miedo. A él no le tenía miedo.

Me sentía culpable, sentía que de cierto modo estaba engañando a Connor y era como si él lo supiera, como si el sentir su olor y su presencia era un tipo de advertencia de que él aún estaba aquí, conmigo.

Las lágrimas no tardaron en descender de mis ojos, lloraba en silencio. El pecho lo tenía apretado y la soledad me rodeaba en ese momento, sin él estaba más sola que nunca. Pasé años a su lado, sintiendo su cuerpo junto al mío y su amor hacia mi. Pero toda felicidad se me fue arrebatada de las manos dejándome en un completo vacío, inmersa en una soledad tan grande que me era difícil poder mirar mas allá. Me fue arrebatado en el día más triste y feliz de mi vida.

Necesitaba visitarlo y que él supiera que aún no lo olvidaba, que jamás lo dejaría de pensar o amar. Él fué el hombre de mi vida, mi primer amor y mi primera vez... Y cosas así no se olvidan.

Sentí el llanto de Adam y me levanté a verlo, sus frazadas estaban esparcidas por la cama y el agarraba su pequeño oso. Lo tomé entre mis brazos y lo acune para luego pasear con él por la habitación haciendo que caiga dormido otra vez. Miraba su rostro atentamente viendo cada rasgo y detalle de él. Es hermoso, pensaba, es igual a Connor. Su pequeña naríz respingada y sus grandes pestañas, la sonrisa que soltaba a veces mientras lo sostenía. Como me hubiese gustado que Connor lo viera crecer, cuando dio su primer paso, o cuando hizo el primer intento de llamarme "mamá".

Volví a llorar mientras imaginaba la familia perfecta junto a ellos, mis dos amores eternos.

Dejé a mi pequeño en su cama y lo arrope junto a su oso de peluche. Era tan adorable verlo asi de tranquilo. Me levanté del suelo y fuí a mi habitación para luego darme un baño, necesitaba relajarme.

Me desvesti y me metí debajo de la ducha, limpié mi cuerpo y lave mi pelo, siempre pensando en él, en como extrañaba el bañarnos juntos, o simplemente sentir que estaba ahí, junto a mi. Salí de la ducha y seque mi cuerpo para después ponerme una de sus camisetas. Me metí dentro de las sábanas y cerré mis ojos, dejadome llevar por el sueño. Antes de dormirme por completo su olor volvió a invadirme por completo, estaba ahí, cuidando de mi y de Adam, lo sentía.

Caí en un profundo sueño. Soñé con el, que todo estaba normal y el accidente jamás pasó, pero desperté a mitad de noche... Y volví a caer en la realidad. Él ya no estaba, y tampoco volvería.

***

YOU (Terminada - EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora