Cuarenta y siete

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Recoji la última caja de jugo que había en el lugar y la eché a una de las bolsas de basura, limpiamos lo mas que pudimos y nos sentamos donde antes estaban todos los niños. Kevin fué a buscar las cervezas a la nevera que había en la sala de eventos y luego las dejo sobre la mesa.

—¿Donde está Adam? —me preguntó Mia mientras sacaba una cerveza y luegos nos repartía una a cada uno.

—Lo dejé dormido y Stephanie está con él —Stephen se sentó a mi lado y agarro su lata— ¿Todo bien?.

—Si, Stephanie se quedó dormida con él —asentí con una sonrisa y me apoye en su hombro.

Ya eran cerca de las once de la noche y sólo quedábamos nosotros en el quincho. Ésto habia sido un caos, niños corriendo por todos lados y a donde veías había uno, pero Adam estaba vuelto loco, jugó hasta que le dió hipo y ahora duerme como si no hubiese un mañana.

—Jamás había visto tanto niño loco junto —comentó Kevin con cara de afligido.

—Aguántate que tus padres quieren muchos nietos —todos reímos ante la cara de Kevin y Mia golpeó su brazo al verlo.

Seguimos riedo ante una pequeña discucion que estaban teniendo Mia y Kevin, pero Ryan interrumpió nuestro momento de burla.

—Quieto hacer un salud —todos lo miramos con intriga sin saber que podría decir— por Kiara —me miró a los ojos con una gran sonrisa— por ser una excelente prima, una excelente amiga, y una más que excelente madre. Quiero brindar por ti, porque a pesar de las cosas que hayan pasado, siempre estás con una sonrisa para nosotros, siempre estás ahí, primita —sus palabras me estaban haciendo emocionarme y no quería llorar— creo que hablo por todos al decir que te amo de aquí a la luna y que estoy muy orgulloso de la mujer en la que te has convertido —una lágrima rebelde descendió por mi mejilla y la seque antes de que bajaran más— por kiara.

Todo lo siguieron después y levantamos nuestras latas de cervezas en el aire para finalizar el salud. Las palabras de Ryan me habían dejado sentimental y no podía evitar sentirme agradecida de tenerlos en mi vida.

—Gracias por estár aquí chicos —los mire a cada uno con una sonrisa, la cual ellos devolvieron al instante— son las más importante que tengo, son mi familia y no pude haber encontrado una mejor.

Taylor me abrazó de costado apoyando su cabeza en mi brazo.

—Me harás llorar —Mía me tiro una servilleta mientras reía.

Los chicos terminaron por irse a eso de las cinco de la mañana, me ayudaron a subir las cosas que habían sobrado y luego se fueron. Stephen había llevado a su hermana a la habitación de invitados para que durmiera mas cómoda y no toda doblada en el sillón dónde hacia dormir a Adam. Stephanie se había portado de maravillas con mi hijo, no había forma de agradecerle todo lo que había echo.

Sentí unas manos en mi cintura y sonreí melosa al sentir un pecho pegarse a mi espalda segundos después.

—Te veías sexy hoy con ese vestido —susurro en mi oido mientras sus labios medio tocaban mi lóbulo.

—Me alegra que te haya gustado —murmure mientras me volteaba para mirarlo a la cara.

Era tan guapo que aun no creía que fuera mío.

—Me provoca hacerte de todo —susurró en mis labios y luego fue bajando y repartiendo besos húmedos por mi mandíbula y cuello.

Me estaba volviendo loca. De un momento a otro agarró mis piernas y me hizo envolverlas en su cintura, desde esa posición estábamos casí a la misma altura, sólo que yo quedaba unos centímetros más alta que él, pero eso le daba la comodidad de poder besar mi cuello más fácilmente.

YOU (Terminada - EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora