Capítulo 8

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  La sargento Manson salió a entrenar por la madrugada y estaba balanceándose en la cuerda cuando escuchó un disparo, rápidamente se dejó caer y quedó en cuclillas. Corrió hacia el muro de cemento y tomó la Beretta del arnés especial; la había dejado ahí porque no podía hacer el circuito de forma cómoda con ella picándole las costillas todo el rato.


   Quitó el seguro del arma y caminó con ella apuntando hacia el suelo, se dirigió hacia el campo vecino que estaba a varios metros del de circuitos y se escondió detrás de un muro de ladrillos. Se asomó un poco por el lateral e identifico al soldado Royals disparando hacia unos tablones de madera con círculos rojos y blancos pintados en ellas. Kate frunció el ceño y guardó detrás de su espalda la 92 —dentro de la cinturilla del pantalón—, ocultándola debajo de la blusa negra que llevaba. Se incorporó completamente, caminó hacia él y se colocó unos cuantos metros detrás.

—¿Qué hace soldado Royals? —John saltó y giró la cara rápidamente hacia ella con el arma en alto. Kate la observó y se dio cuenta que era una Colt 1911.

—Entreno sargento —explicó John.

—Aún no es momento para que los soldados novatos porten armas.

—Bueno, quiero estar preparado por si vuelven a atacarme —John se movió nervioso mientras Kate le miraba detenidamente.

—¿De dónde sacó esa Colt soldado Royals? —Kate hizo un movimiento de cabeza señalando el arma que portaba John y este la bajó lentamente.

—Es... es mía sargento —Kate frunció el ceño y miró la 1911 en las manos de John.

—¿Cómo consiguió mantenerla con usted soldado? —inquirió Kate.

—Era de mi padre —John se aclaró la garganta y prosiguió—. Él me la dejo cuando falleció. Les expliqué a los militares que era el único objeto personal que él tenía y que la quería mantener conmigo —Kate estrechó los ojos en su dirección y John rápidamente dio más detalles—. El director del establecimiento conoció a mi padre —Kate asintió, comprendiendo a que se refería; el director puede llegar a ser muy blando a pesar de ser un hombre que fue reconocido con dos medallas de honor por su gran contribución al país.

—Un hombre noble —Kate sonrió un breve instante, recordando los momentos que vivió a su lado, para luego mirar a John y negar—. Tu posición es muy mala, separa los pies —Kate se acercó a él, rodeó su cuerpo desde atrás, tomó sus manos, las levantó, puso un pie suyo entre los de él y con suavidad los separó—. ¿Con cuál pie te apoyas?

—E... el derecho —John repentinamente sintió como el calor le recorría el cuerpo y se aclaró de nuevo la garganta.

—Bien, entonces colócalo un poco más atrás —John movió su pierna ligeramente hacia atrás e inmediatamente sintió más estabilidad—. Ahora muéstrame como apuntas —John sostuvo el arma con ambas manos, sintiendo aún las de Kate en sus brazos—. No —Kate tomó la mano izquierda de John y la colocó ligeramente debajo de la derecha —. Esta mano va aquí, como soporte. También puedes usar esta posición —Kate se colocó a su lado, alzó los brazos colocando el antebrazo izquierdo debajo del derecho y fingió que su mano derecha era un arma—. Normalmente, cuando usas esta posición llevas un segundo objeto en la mano izquierda; como una linterna o un cuchillo, pero la puedes utilizar sin ninguno de ellos —John asintió e intentó esa posición logrando sentirse más cómodo.

—Me gusta más esta —Kate asintió y se giró hacia los tablones de madera, notando que no había dado ni un sólo tiro en el blanco.

—Dispara —John giró la cabeza, miró por la mirilla de la 1911 y disparó dando justo tres niveles debajo del blanco—. Cuando vayas a disparar es mejor contener a respiración. Ahora dispara —el soldado John hizo lo que la sargento Manson dijo y esta vez le dio en el blanco—. Felicidades —John volteó, miró como Kate sonreía hacia los tablones de madera y sintió su cuerpo vibrar.

La Agente Kate Manson (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora