La sargento Manson y el soldado Royals se encontraban sentados en la tierra fresca, observando como los cinco individuos devoraban a los conejos —ya cocinados por el cabo Carter— con voracidad.
—¿Cómo aguantaron aquí por tanto tiempo y sin comida o incluso sin agua? —el soldado Royals volteo a ver a la sargento Manson en busca de una respuesta, a lo que ella contestó con un encogimiento de hombros.
—Supongo que el miedo a ser dejados atrás les dio la motivación suficiente para quedarse en este lugar y resistir hasta colapsar —la única chica entre aquellos cinco individuos alzó la vista ante sus palabras y conectó sus ojos con los de ella—. El miedo a no ser encontrados —agregó. Kate podía ver a través de los ojos de aquella chica; podía leer el miedo al abandono escrito en la oscuridad de sus pupilas.
—¿De verdad se hubiesen quedado aquí hasta sobrepasar sus límites? —la chica dirigió su mirada silenciosa hacia el soldado Royals, ya no devoraba el trozo de carne, ahora sólo lo miraba a él.
—Sí —una simple palabra, compuesta por dos letras cargadas de determinación, hicieron que un escalofrío recorriera la columna vertebral de todos los hombres en aquel lugar, pero Kate, en cambio, esbozó una media sonrisa, sabiendo que aquella chica tenía algo que la gente común no suele tener, algo de lo que aquellos seis hombres alrededor de ellas carecían, pero no se lo diría, porque ella tiene que descubrirlo por sí sola y cuando ese momento llegase, los limites, aquellos que le impiden ir más allá de todo, desaparecerán.
—Termina de comer o se enfriará, sabe mejor caliente —la chica dirigió su mirada de nuevo hacia Kate, para luego hacer lo que ella le indicó.
—¿Cuándo terminará esto? —Kate observó a uno de los hombres, el cual ya había terminado de comer y ahora la observaba a ella.
—No lo sé, pero espero que pronto —respondió después de un suspiro.
Lentamente comenzaron a llegar más y más militares al punto de encuentro, aquella actividad estaba llegando a su fin a su propio ritmo y las ocho personas que eran al principio, llegaron a convertirse en veinticuatro.
—Son más de los que me esperaba —la voz del comandante Jankins hizo que todos giraran sus rostros hacia él—. Es hora de acabar con esto, tomen sus cosas y sigan recto hacia allá —el comandante Jankins levantó su brazo y apuntó hacia el lugar por donde la sargento Manson, el cabo Carter y el soldado Royals habían llegado hasta aquel lugar; el camino de tierra—. Sargento Manson —Kate se plantó frente a él, llevo una de sus manos cerca de su frente y mantuvo su barbilla en alto—. Usted me acompañará —bastó la simple mirada que el comandante Jankins le dedicó para entender lo que tenían que hacer; era hora de buscar a los militares restantes.
—Señor, quisiera solicitar la compañía de uno de los soldados —Kate, quien aún se mantenía saludando al comandante Jankins, conectó de nuevo sus miradas.
—¿A quién, sargento?
—John Royals —el comandante Jankins asintió en silencio y se giró hacia el soldado en cuestión.
—Soldado Royals, usted también nos acompañará —los tres emprendieron la búsqueda después de separarse de los demás, la sargento Manson y el soldado Royals seguían cada paso que el comandante Jankins daba, convirtiéndose en sus sobras.
—¿Adónde vamos? —le susurró el soldado Royals a Kate, quien, como siempre, iba caminando por delante de él.
—Buscaremos a los demás.
—¿Cómo? —Kate meditó aquello mientras alzaba su brazo para apartar con la mano una rama que le tapaba la vista y entonces lo miró; el reloj en su muñeca, no lo había usado mucho desde que se lo dieron en el comienzo de la actividad y ahora se daba cuenta que aquello era un objeto de doble uso.
—Rastreándolos —el comandante Jankins giró levemente su rostro hacia Kate y sólo ella logró apreciar una pequeña sonrisa de medio lado que le transmitía su aprobación.
—¿Con qué? —el soldado Royals frunció el ceño.
—¿Por qué no lo descubres tú mismo? —la voz del comandante Jankins se propagó a través del aire antes de que Kate pudiese responder con sinceridad a aquella pregunta y sin poder evitarlo esbozó una imperceptible sonrisa; él estaría pensando en ello hasta dar con la respuesta por sí mismo.
—¿Me pueden dar una pista? —la voz del soldado Royals llegó desde atrás hasta los oídos de Kate, la cual negó en silencio mientras su sonrisa se hacía ligeramente más grande.
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La Agente Kate Manson (Borrador)
ActionSinopsis. Kate Manson, una agente de protección y recuperación de 21 años se ve envuelta en un caso bastante particular, donde un chico que se enlista en el ejército militar se le es asignado para proteger sin ninguna otra información más que: Nomb...