Capítulo 20

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Kate comprendió rápidamente que el francotirador iba a por ella —pues sólo le había disparado a ella—, pero había tenido dos tiros casi perfectos y los había fallado, ella estaba segura de que había sido a propósito, quizá quería jugar con ella y asustarla o quizá no quería herirla, sea como sea; no conocía a ningún aliado en aquel lugar y no arriesgaría la vida intentando averiguar si lo tenía.

—Tenemos que irnos de aquí y tenemos que hacerlo rápido —Kate les lanzo una mirada al soldado Royals y al cabo Erik los cuales la observaban tensos; también habían notado el proyectil.

Kate corrió de nuevo hacia ellos agazapada, sabiendo que ella no podría vencer a un francotirador con su Beretta, tampoco podría verle la cara al sujeto a través de la mira telescópica de su 92 —como ella tenía planeado hacer— sin perder la vida en el proceso, dejándole como única alternativa irse y mantener a todos a salvo.

—¿Qué fue eso? —el soldado Royals la siguió junto al cabo Carter mientras corrían agazapados entre los arboles con sus mochilas y maletas a la espalda, Kate aún llevaba su 92 en la mano por si surgía algún imprevisto y tuviese que usarla urgentemente.

—Un colega deseándome buena suerte —el cabo Carter río suavemente ante el sarcasmo de Kate; el chico, oficialmente, no podía hacer preguntas más tontas. John chasqueó la lengua y la siguió en silencio.

Cuando Kate sintió que estaban lo suficientemente lejos del lugar se irguió, lanzó su mochila y su maleta al suelo, observó un momento a ambos hombres que la habían imitado y se habían erguido, ahora ambos se encontraban devolviéndole la mirada.

—Quédense aquí y cuiden de las cosas, ya vuelvo —Kate se detuvo justo después de haber empezado a desandar el camino que habían recorrido juntos—. Y si no vuelvo, váyanse. Si algo les llega a pasar... en mi maleta hay algunas armas, sólo deben buscar bien —corrió a toda velocidad antes que le dijesen nada, tenía que apresurarse y deshacerse de aquel francotirador antes de que de verdad hiriera a alguien.


   Kate volvió al árbol donde le habían disparado por última vez, está vez se asomó por el lateral contrario del cual lo había hecho hace unos momentos antes. Estaba agachada y se encontraba oculta entre un par de arbustos, dibujo una línea imaginaria entre el proyectil y un punto entre las copas de los arboles descubriendo así, lo que podía ser su trayectoria, levantó su Beretta al aire y observó a través de la mira telescópica que se encontraba sobre su arma; recorrió por completo árbol tras árbol hasta que descubrió un pequeño bulto negro atípico, en la parte media de un gran árbol.

—Te tengo —Kate corrió tan rápido y silenciosamente entre los arbustos, árboles y maleza, si llegar a mover demasiado nada, hasta llegar a la ubicación del bulto negro, estaba justo debajo de él, podía observar como este se movía, intentando conseguir una posición más cómoda y decidió trepar al árbol justo después de guardar su 92 en el arnés.

   Kate se encontraba a sólo un par de metros debajo del sujeto, se sostuvo con una mano contra el árbol mientras que alcanzaba con la otra uno de sus cuchillos tácticos dentro del arnés. Cuando Kate comenzó a ascender otra vez, logró escuchar un nuevo disparo producido por el fusil, la sargento levantó la mirada y observó el enorme silenciador adherido a al cañón del arma, notó inmediatamente que clase de fusil francotirador era; un VSSK Vykhlop, un total monstruo de origen ruso. Kate se tensó en su lugar e inmediatamente miró la dirección del disparo, el cabo Carter se encontraba arrastrándose como loco por el piso, intentando llegar a un árbol para cubrirse, por suerte el proyectil no le había dado, pero los pelos se le pusieron de punta a Kate cuando escuchó la risa del francotirador. La sargento apretó la mandíbula y recorrió la distancia que le faltaba para llegar a él en cuestión de segundos, observó su posición por unas milésimas de segundo; se encontraba acuclillado sobre una rama gruesa y el arma estaba en una rama un poco más alta, un arnés y una cuerda lo sujetaban firmemente al árbol, evitando que se cayera por el retroceso del arma y antes de que el hombre la notara se subió sobre su espalda, con un bazo le rodeo el cuello, le colocó el cuchillo táctico en la yugular y acercó su boca a su oído.

—¿Quién eres y qué quieres? —Kate le susurró con un tono tan amenazante que provocó que sus bellos se erizaran.



La Agente Kate Manson (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora