-Meg Potters, te ves preciosa- la chica se sonrojo intensamente ante el cumplido.
Llevaba puesto un largo y ampón vestido rojo que combinaba perfecto con las flores que llevaba dispersas en el cabello.
-Gracias- respondió timidamente -He decidido que no tiene nada de malo vestirme como princesa solo por una noche, aunque desafortundamente el hechizo se rompe a las doce-
Derek le sonrió y le dijo suavemente -recuerda dejarme tu zapatilla para encontrarte cenicienta-
-Hola, te he estado buscando por todas partes- saludó Roger al llegar junto a ellos, se dirigió a abrazar a Derek y lanzó una mirada cómplice a la chica.
-Primo que bueno que llegas. Quiero presentarte a alguien muy especial para mi- murmuró tomando del brazo a Meg.
-En realidad ya nos conocemos- admitió ella - Estaba en la biblioteca cuando llegué y pues comenzamos a hablar-
-Si y todo salió tan bien que aceptó ser mi pareja en el baile- Derek sintió el corazón por los suelos pero les intentó mostrar una pequeña sonrisa. -Que bien- mencionó en voz baja.
-Ahora vuelvo niña, tengo algo de sed ¿quieres algo?- la chica asintió y él se dirigió hacia la fuente de bebidas dejandolos solos.
-Así que ¿son pareja?-
-Si, digo no, bueno, si pareja del baile-
-¿Ya me cambiaste?- le dijo con la mirada vacía, Meg negó riendo.-Si mas lo recuerdo tu estas en una cita con cuatro chicas hoy ¿no? Y hablando de eso ¿qué tal te fue con Clarissa?-
-Eh, bastante bien, es una señorita muy linda-
-¿Ya me cambiaste?- preguntó Meg juguetonamente.
-Nunca- la chica lo miró confundida por la seriedad con que lo había afirmado, pero antes de que pudiera decir algo más, se vieron interrumpidos con la llegada de otra cara familiar.
-¡Derek!- gritó una chica de cabellos claros corriendo hacia el. El chico gruñó al escuchar su nombre de pila pero se aguantó a decirle algo al sentir un fuerte pisotón.
-Señorita Emilia, se ve muy linda esta noche- la chica se ruborizó de sobremanera y se acercó mas a él.
-Me ha dicho su querida madre que tiene permitido bailar con nosotras y me preguntaba si podíamos abrir la pista juntos, digo si no representa ningún incoveniente- dijo mirando a Meg.
-Claro que no Emilia, es todo tuyo, si me disculpan mi pareja me esta buscando- La chica no lo pensó ni por un minuto y ya se encontraba arrastrando al príncipe a la pista de baile.
-¿Te molesta?- preguntó Roger acercandose a ella, mientras veían a la pareja.
-¿Qué? ¿eso? Para nada-contestó -y entonces ¿cuál es el plan?- el chico sonrió y se acercó a su oído para contarle lo que tenía que hacer.
Meg se dirigió hacia la cocina en busca de Amelia y al encontrarla le dió una servilleta con un mensaje de parte del chico.
No es lo que parece, te lo explicaré
Nos vemos en el jardín
en diez minutosLa doncella sonrió agradecida y asintió levemente con lagrimas en los ojos, antes de irse Meg pudo verla abrazando el papel como si fuera el objeto mas valioso del mundo.
Para cuando Meg volvió a la pista, el príncipe ya había bailado con Bianca y ahora se encontraba bailando con su mejor amiga.
-¿Y?- preguntó Roger al verla llegar con un visible temor en sus ojos a una negativa, sin embargo suspiró aliviado al enterarse de la respuesta de su enamorada.
-¿Bailamos?- preguntó un apuesto joven al otro lado del salón a Bianca, mientras esperaba sentada a que regresara el príncipe. La chica lo evaluó con la mirada y finalmente se decidió a acompañarlo.
"Una menos" pensó Derek mientras contemplaba a la pareja entrar a la pista.
-Muchas gracias por el baile alteza- le dijo Clarissa al terminar la canción. El chico tomó su mano y al acercarla a sus labios pudó distinguir a una silueta muy conocida sentada sola en el jardín.
-Fue un placer señorita y si me disculpa creo que es hora de que el héroe vaya a rescatar a la damisela en apuros-
Dedicado a las maravillosas ItziGCaldmar y roshilari123 no se si esto apareció o no en el capítulo anterior. Si si, me alegro mucho y si no tarde pero seguro😊
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Un mes con el príncipe
Teen FictionÉrase una vez un apuesto príncipe que vivía en un castillo y encontró el amor verdadero. Mejor no. Esta es la historia de un príncipe presumido que se cree la gran cosa como para dignarse a invitar a por lo cinco chicas a su castillo para cumplir s...