Hold Me Down.

Capítulo 1.

Camino sobre el césped, escuchando el sonido de mis pies contra el suelo.
Lo que más me gusta de esta ciudad es su clima, siempre frío, con el toque sutil de humedad. Te puede hacer sentir solo, pero sabes que no lo estás, no mientras el sol y las nubes estén encima de ti, viendo tu camino.
Hoy no hay sol, pero eso no me incomoda en lo absoluto.
Cruzo la calle, divisando mi escuela. He estado aquí desde hace 6 meses, y hasta ahora todo va bien. Normal, monótono, aburrido, rutinario. Pero mis amigos, los hacen mejor, por mucho.
Entro a la escuela, después de saludar al vigilante con un educado buenos días. Un poco raro, pero nunca sabes cuando puedas necesitar a las personas.
Camino hacia las escaleras que me llevan al salón, justo donde encuentro a la que considero mi "mejor amiga", ya que sé que no existen las verdaderas amigas, pues solo son algo que se ha idealizado al máximo, pero si hubiera una persona a la cual se le acerque ese título, sería a ella. Por el momento.
-¡Hola! -digo, esbozando una sonrisa genuina y un poco burlona.
-¿Estamos listas para patear unos pocos traseros? -musita, divertida. Por eso me cae tan bien.
-Tenlo por seguro- me río.
Entramos al salón de clases, nuestra primera hora es trigonometría. No me gusta mucho, pero quiero sacar una buena calificación. Hay que pensar en la universidad.
El maestro entra, después de que ya todos lo hicimos. Me agacho mientras busco mis cosas de mi mochila y escucho.
-Buenos días a todos. Regla general; tiempo más esfuerzo igual a éxito. Ya saben como trabajo. A propósito, denle la bienvenida a los nuevos estudiantes. Van a ser sus compañeros por este semestre. Sean buenos, y denles una calurosa bienvenida.

Lentamente me incorporo quitando el cabello de mis ojos. Son tres adolescentes, una chica y dos chicos. La primera es morena, con muy bonitos ojos y expresión dulce. Los otros chicos son impactantes. No me sorprendería que los tres fueran hermanos. Leah, mi amiga me da una mirada cómplice, diciendo secretamente ¡oh por dios, míralos! La entiendo. Me encuentro igual.

-No tenemos tiempo para introducciones, se conocerán en el receso. Ahora porfavor tomen asiento y empiezen a poner atención.

El maestro empieza con su tema, pero mi mente no deja de pensar en los chicos nuevos. Ellos toman su lugar por el salón, la chica en frente, ya se ve que es brillante. Los chicos, uno toma lugar enfrente de mi, ya que estoy atrás y bueno, son los mejores lugares. El otro, se posiciona a tres lugares de mi, lo cual me deja con una ligera mezcla de alivio y decepción.

Son muy diferentes, ellos dos. Sigo jurando que son parientes, pero mientras el primero tiene una expresión cálida, amable y divertida, el otro se ve serio, desconfiado y cauteloso. Los dos son muy guapos, tenemos que decirlo, el primero es el sueño de toda chica con su sonrisa fácil, cabello castaño corto y ojos cafés cálidos. El segundo, el desconfiado, es mucho más impresionante con su imponente expresión, cabello negro y ojos tan oscuros y profundos que podrías mirarlos toda la vida.
Me despierto de mi descripción física de ellos y empiezo a poner atención a la clase. Como dije, hay que pensar en el futuro.

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