Capítulo 13.

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Entramos a su casa, yo apenas notando lo desarreglada que estoy. Supongo que no debe de importarme, pero con tan solo mirarlo, ya sé que estoy desentonando.

Se abre paso a través de la entrada principal, y yo voy tras de el. Es una casa muy arreglada y sencilla, sin embargo, posee un toque de elegancia único, digno de ellos.

-¿Qué hacías corriendo en sábado? -me pregunta, dirigiéndose a la cocina.

-Estaba calentando. Ya sabes, para la vida. -le digo, guiñandole el ojo.

Se ríe y está a punto de contestarme cuando Luke sale de alguna parte de la habitación. Rápidamente se lanza hacia mi y me envuelve en un gran abrazo.

Totalmente nuevo para mí.

-Alex, Alex, Alex, te he extrañado mucho. -dice dramáticamente.

-Igual yo, Luke. Digo, no es como si nos vimos hace un día. Para nada. -le digo con desdén, jugando.

Finalmente me suelta, y se sienta en la barra de la cocina. Trae puesta una pijama, literalmente. El si ha estado todo el día en su cama. Su pelo está por todas partes. Al igual que su hermano, se ve completamente bien. Es como una versión más infantil de Aiden. Es casi adorable.

-A, lo que sea que le vayas a preparar a nuestra invitada, yo también quiero. Ven aquí, querida invitada. Hablemos de negocios.

Me río, rodando los ojos mientras ocupo un lugar en la barra. Le pregunto a Luke por Cecilia.

-Oh, ella se fue con Phil. No es como que la dejaramos ir, solamente decidió irse. A Aiden, aquí presente, no le agrada mucho. Pero obviamente, ella no nos escuchará.

Dirigo mi vista hacia Aiden, y sé que es un tema delicado por el endurecimiento de su mandíbula. Puedo casi entenderlo; ni Cecilia se veía muy contenta con Phil.

-Bueno hermanito, alimentanos.

Aiden nos hace malteadas a los dos, como si fuera nuestro papá, y solo escuchamos a Luke parlotear. De vez en cuando me doy cuenta de las miradas de Aiden sobre mi rostro, pero las atribuyo a mi rareza. Digo, estoy completamente hecha un desastre.

Finalmente Luke termina su charla y su malteada, y nos anuncia que volverá a la cama. Es temprano, pero así es el. Son muy originales, todos ellos. Y no lo voy a cuestionar.

Volvemos a quedar solos cuando Aiden solo empieza a caminar hacia las escaleras murmurando por lo bajo un suave "Vamos". Así lo hago.

Hay cuatro habitaciones en la planta alta, sé que la primera es de Cecilia debido a su color lila y olor a flores. Totalmente es de ella. Supongo que la siguiente habitación es la de Luke, pues la puerta está entreabierta y se oyen ruidos de videojuegos. Existe otra, cuya puerta se encuentra cerrada, pero no pregunto nada. Finalmente, bloqueada, se encuentra lo que creo es su habitación. Abre la puerta y se echa para atrás, invitandome a pasar.

Sé que esto podría ser malentendido, pero realmente no creo que el sea ese tipo de chico. Y si lo fuera, juro por mi vida que saldría pitando de aquí.

Entro, observando mi alrededor. Hay tres paredes pintadas de blanco, y la última de negro. Me asombra la gran ventana situada en el centro de la pared. Supongo que no le gusta sentirse aislado del exterior.

Su cuarto esta muy organizado, considerando que normalmente los chicos no lo mantienen así. Pero vamos, incluso yo tengo tiempos difíciles.

-Siéntete cómoda. Como ya sabrás, ésta es mi habitación. Aquí duermo, vivo y me desarrollo. Creo. -me cuenta, riéndose.

-Me gusta aquí, es realmente acogedor. Y me refiero a toda la casa. -me siento en su cama. En la mesita de al lado de ella, hay una libreta. Me encuentra mirándola, por lo que comienza a explicarme.

-Es un poco extraño, pero ahí escribo mis cosas. Escribo lo que sea que tengo en la mente. Es un tipo de auto reflexión, supongo. -se muestra un poco avergonzado, cuando no debería estarlo.

Tengo todos estos pensamientos, ideas y teorías sobre lo que veo, que normalmente tengo que guardar para mi, ya que me es muy difícil expresarlas. Lo admito, realmente hay una parte que solo yo conozco de mi misma, y siento que a través de la escritura, el baile e incluso el canto, sale a la superficie, recordando siempre que está ahí, y espera ser descubierta.

No lo voy a presionar a que me enseñe lo que ha escrito, es suyo y no tiene porqué compartirlo si no quiere. De repente, el mismo agarra su libreta, y me la entrega.

Su mirada es noble, casi humilde, entregandome su sentir a través del conjunto de palabras que sostengo. Le doy una última mirada en agradecimiento y abro el cuaderno.

Es impresionante. No lo sabía, pero también dibuja. Puedo sentir sus trazos, a veces furiosos, a veces tristes y melancólicos a través de las páginas. Finalmente empiezo la zona de los <<poemas>>. Me sumerjo en el primero.

¿Cómo no nos damos cuenta?
De lo que podemos llegar a ser,
quedandonos estancados
En lo que sabemos debe ser.

Hemos caminado sin rumbo
Mil veces hasta el amanecer
Esperando un día oportuno
En donde no exista el perecer.

Yo ya sé que todo continuará
Igual cuando me vaya yo, sin más
Pero mientras estoy aquí
¿porqué no me permito a mi mismo sentir?

Me quedo sin aliento. Lo miro y sé que sabe que lo entendí, ya que su mirada es tan densa que sinceramente ya no tengo duda.

Definitivamente siento algo por este chico.

Hold Me Down.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora