El viernes, cuando me levanto, lo primero que recuerdo es que hoy se llevará a cabo el memorial de Marian. Será en el gimnasio de la escuela, donde haremos una ceremonia en su memoria. No es ningún consuelo para su familia, pero como institución, debemos de tratar de apoyarlos. Incluso aunque nuestra gente haya sido la que la llevó al borde.
Las clases se van a un ritmo lento, pero no me siento así debido a mi nerviosismo. Leah y yo nos marchamos a mi casa, donde esperaremos antes de que Aiden, Luke y Cecilia pasen por nosotros para ir al funeral.
Cuando le cuento a Leah sobre nuestros planes, me da una mirada desconfiada que no va con su expresión dulce habitual.
-De acuerdo, Alex. Suéltalo. ¿Pasa algo entre Aiden y tú? Por que bueno, me sorprende que todavía quede algo de ti debido a la intensidad con la que te mira. -me acusa, sentandose en el borde de mi cama. Suelto una carcajada, porque es muy curioso que se de cuenta. Me acerco a la ventana y le contesto.
-Por favor, Leah. Obviamente no. Solo somos amigos. Todos nosotros. - le doy una mirada seria, haciendo mi mayor esfuerzo por no reírme.-Y además, nunca pasaría. Y lo digo en serio. Es decir, ¿lo has visto? El es... genial y todo eso. -mi cara ya esta terriblemente sonrojada.
Leah se burla de mi, y me contesta entre risas. -Oh bueno, mi error, entonces. Y claro que lo he visto, y tengo que acordar contigo. ¿Cómo el, un chico genial estaría con un trasero como tu? Solo aclaro que hay que proteger a los chicos lindos del peligro. -me guiña el ojo. Odio a esta chica.
Le aviento un almohada, y ella se protege, poniendo las manos sobre su cara. Me río, y me siento culpable después. ¿Deberíamos estar así de relajadas? Puede notar la duda en mi expresión, pues se levanta y me envuelve en un abrazo. Me tranquiliza, y huelo su dulce escencia.
Finalmente, hay un claxon afuera, y sé que tenemos que irnos. Me pongo mi suéter negro y bajamos, no sin yo antes tomar el pedazo de papel que doblé hace un rato. Es un poema, sobre Marian. Lo escribí la noche anterior, y solo me gustaría dejarlo junto con todo lo que le han llevado, a ella y a su familia.
Me despido de mi mamá, y le digo que volveré en cuanto antes.
Salimos al exterior, yo siguiendo a Leah mientras declara que ella tomará el asiento del copiloto, junto con Luke. No pongo objeciones. Luke baja del coche y nos saluda a ambas, muy feliz de vernos. Cecilia murmura un suave "Hola" antes de subirse al auto y ponerse sus audífonos, sin decir más. Aiden también baja, y mientras Leah le muestra a Luke mi baño debido a su repentina necesidad, me acerco a el. Trae puesta una camisa oscura de botones informal y un pantalón de mezclilla. Podría ponerse lo que sea, e igual se vería bien.
Se acerca a mi y me dice -Hola. ¿Estás bien? -su mirada es preocupada. No entiendo como su expresión puede ser tan vacía, pero sus ojos reflejar tantas emociones. Asiento y le contesto.
-Eso creo. Digo, nosotros estamos aquí todavía, ¿no? Estamos bien. -susurro. Es muy tranquilizante, pues su presencia me ha liberado un poco, dejando salir las emociones que he guardado para mi misma.
-¿Qué es eso que traes ahí? -me pregunta, haciendo alusión a el papel en mi mano. Se lo entrego, y cuando nuestras manos chocan, juro que casi grito. Pero tengo que ser una chica normal y solo le contesto.
-Es... algo. No sé ni siquiera como llamarlo, pero lo escribí ayer. Es, ya sabes. Para ella. -Lo veo con un poco de vergüenza. Me pregunta con sus ojos si puede leerlo, y solo asiento. Sus ojos se centran, y sé que ha comenzado a leer.
Eras muy joven, muy noble.
Y nadie pudo salvarte. Ni yo.
Lo siento.
No es una obra de arte ni nada por el estilo, pero es lo que siento. Me mira, y me siento ridícula, pues el en verdad escribe cosas preciosas. Bajo mi mirada y realmente no sé que hacer. Luke y Leah se aproximan, por lo que tomo el papel de sus manos, y me empiezo a dirigir al coche. Antes de que dé un paso, toma mi brazo y me atrae hacia si. Envuelve sus brazos alrededor de mi y se acerca a mi oreja.
-Y así, todo lo que yo he escrito se vuelve basura.Es puro. Es tuyo, por lo que ya me gusta. Y estoy seguro, también de que ella sabe que lo sentimos. Y que nos perdona.
Me da un beso en la mejilla y se sube al auto, sin más. Mi boca cae abierta, y juro que estoy paralizada. Leah se burla de mi expresión y junto con Luke me arrastran al coche.
Todo el camino hacia la escuela, lucho contra la sonrisa que quiere formarse en mi rostro, y la lágrima que podría derramarse al pensar que Marian me perdona, también.
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Hold Me Down.
Teen FictionSi me quieres preguntar de qué va esto, no lo hagas. Porque eso es algo que nosotros no sabemos. Somos títeres, personajes, y solo nos movemos y actuamos conforme ella quiere. ¿Quién es ella? Tal vez deberías mirar arriba. -- copyright --