Capítulo 20.

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Me despierto, sobresaltada. Mis ojos tratan de adaptarse a la oscuridad, y es cuando me doy cuenta que todavía es de madrugada. Una fina capa de sudor cubre mi frente, y sé que tuve una pesadilla. Sin embargo, los rastros de ella están haciéndose borrosos, como si viera a través del fondo de una botella de cristal. Trato de regular mi respiración, buscando algo en lo que pueda enfocarme.

Me acuerdo de mis padres. De los tiempos en que todos eramos una familia unida. Para ser honestos, siento que verdaderamente nunca tuve el tiempo de conocerlos a fondo. Especialmente a mi padre. Extraño esos tiempos, en donde todos estábamos de un mismo lado. Ésto, por mucho tiempo me ha llevado a cuestionarme si el amor existe. Se ve tan efímero e inalcanzable y sin embargo aquí estamos todos, buscándolo, tratando de llenarnos de él, sin importar las inevitables consecuencias.

Sé que gran parte de ello es la falta de sueño, pero me embarga un cansancio abrumador. A veces me gustaría tener un descanso, pero luego me recuerdo a mi misma que en verdad no lo necesito. Otros lo tienen mucho peor.

Son las 5:37 de la mañana, y sé que no voy a dormir más, por lo que decido arreglarme.
Me gusta levantarme temprano, cuando la mayoría de la gente todavía sigue en su cama. Es como si todo el mundo estuviera en silencio, como si fuera esa la única parte del día que se obsequian a sí mismos.

Después de darme una ducha rápida, me permito pensar en algo en lo que he tratado arduamente de posponer. ¿Que se supone que está haciendo Lisa? Digo, puedo creer que enserio quería ayudar a estudiar a Cecilia, pero, ¿no se da cuenta de que está siendo muy obvia con su interés en Aiden? Ah, estupendo. Ni si quiera he entrado a clases y ya estoy pensando en el. Es casi cómico. Decido que no debe de importarme. Si ella está tras de el, lo más probable es que el la acepte. Es decir, ¿quién en su sano juicio no lo haría? Ni si quiera debería de dejar a mi mente ir más lejos.

Mi mamá sigue dormida, por lo que después de hacerme un breve desayuno, me dirijo hacia la escuela. Hoy saldremos antes de lo normal, y al parecer haremos una reunión. No se a donde iremos, pero supongo que asistiré.

Después de un rato finalmente llego al edificio. El aire está ligeramente húmedo, y el cielo está abatido. Sigue siendo temprano, por lo que realmente solo unos pocos estudiantes han llegado. Me dirijo hacia mi casillero y empiezo a elegir los libros del primer período.

Me encuentro un poco inestable. Como si estuviera al borde. Enserio espero calmarme, pero dudo lograrlo.

Entro al salón de biología, y después de un momento entra Leah. Se ve muy dulce, con sus dos coletas y sus lentes. Estoy segura que esa misma vista no funcionaría en mi.

Nota mi cara de pocos amigos, por lo que me pregunta qué sucede. Le resto importancia con un ademán, pero me presiona.

-De acuerdo. -frunce el ceño. Al cabo de un rato suaviza su expresión.- Sabes, Cecilia me contó. Dice que Lisa apareció repentinamente con la excusa de estudiar. -me mide, sopesando mi reacción. -Yo creo que esa chica debería calmar sus caballos. No creo que tenga oportunidad con el pobre muchacho. -toma un mechón de su cabello y lo enrolla en su dedo pensativamente. -En todo caso, esa sería yo. -me guiña el ojo.

Rompo a reír, y me relajo. Tal vez esto es justo lo que necesitaba.

Es hora del almuerzo, por lo que salgo junto con Leah para buscar a los demás. Veo primero a Luke, y se nos acerca con una sonrisa deslumbrante. Nos da un gran abrazo, como si no nos hubiera visto en toda la vida. Nos dice que se encuentran en el estacionamiento, por lo que lo seguimos.

El coche está abierto, para que quien así lo desee se siente. Cecilia está en la parte delantera, hablando con Jason. Se ve realmente contenta, lo que me hace feliz. Leah corre hacia ella con efusividad para contarle algún chisme. Mi vista se dirije hacia Aiden. Por un momento, prometo que necesito respirar de más. Está recargado en la parte de atrás, perdido en sus pensamientos. El sol refleja en su cabello, y lo hace resaltar. Sus facciones se ven más definidas de lo normal. Finalmente me ve, y me ofrece una media sonrisa. Me acerco a el, luchando con la sonrisa que se quiere formar en mi cara.

-Hola.

-Hola.

Nos observamos mutuamente, jugando con las sonrisas plasmadas en nuestros labios. Pienso en lo que hablamos el día anterior, y de repente me siento apenada. El tiene razón, y por como lo veo ahora, necesito abrirme a las personas.

-Te ves un poco cansada. ¿estás bien? -sus ojos se llenan de preocupación.

-Lo estoy. No dormí muy bien. - le expreso.

-¿Porque fue eso? - me cuestiona. Su esencia me llega. Huele como a sol y a especias. Huele a seguridad.

-Me quedé pensando en las cosas. Eso es todo.

Me mira por un momento antes de escuchar la voz de Luke.

-Bueno nenas, yo pienso que ya deberíamos irnos. Han cancelado el último periodo. Deberíamos marcharnos de una vez. -todos concuerdan. Nos separamos para dejar nuestros libros.

Cuando voy en el pasillo, una voz me detiene. Y por como suena, sé que no está muy contenta. Por eso, cuando me volteo, la última persona que pensaba ver sería Andrea.

Hold Me Down.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora