Capítulo 24.

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Aparto mi cabello suelto de mi rostro, haciendo mi camino a través del bullicioso pasillo de la escuela. No he sabido nada de los chicos en todo el día, incluyendo a Leah, desde ayer, cuando fuimos a casa de Luke. Reprimo cualquier sentimiento negativo que pueda sentir acerca de nuestro pequeño distanciamiento. No debería importarme. Sería algo realmente tonto, ¿no es así?

- Ahí estás, tú. Una menos.

Me giro ante la repentina voz, encontrándome con un relajado Jason. No sabía que necesitaba ver a alguien familiar hasta que lo vi.

- Hey, hola. Hasta que veo a alguien de confianza. - hago un ademán exagerado - ¿Has visto a los demás?

Duda un momento, decepcionado de que nos encontremos en las mismas circunstancias.

- La verdad es que no, pero estaba pensando que deberíamos buscarlos, ¿no crees?

- Creo que eso sería... - mis palabras cuelgan en mis labios, mientras me fijo rápidamente en algunos alumnos que susurran, lanzando miradas furtivas en nuestra dirección. Un estremecimiento me recorre, augurio de cosas desagradables. Mientras volteo mi cabeza, el número incrementa, extrañándome cada vez más. - ¿Qué rayos?

Lo arrastro conmigo, siendo guiada por las voces y los susurros que se intensifican a medida que nos abrimos paso a través de los estudiantes. Mi corazón amenaza con saltar nervioso en mi pecho, pero hago lo que puedo para calmarlo. Mientras pasamos por la cafetería, y algunas salas comunes, comienzo a pensar que no está pasando nada, y que tal vez mi mente me está jugando una mala pasada.

Cruzamos la puerta de entrada, haciendo nuestro camino hacia el estacionamiento, y lo vemos. En un rincón alejado de la entrada, se encuentra el mismo coche que recogió a Luke y a Cecilia hace tiempo para llevarlos al concierto. Mi corazón trastabillea. Phil. Justo enfrente de éste, hay un grupo de personas, siendo rodeado por una pequeña multitud alrededor de ellos. Empiezo a atar cabos en mi mente, y decido que Jason no puede acudir ahí, porque, independientemente de lo que esté sucediendo, ¿qué pasaría después? Aiden me lo había dicho, Cecilia y Phil no han roto, no oficialmente. Y si hay una discusión pasando, ¿qué problemas se podrían generar? Estoy a punto de sacarlo de ahí, cuando antes de que pueda hacer algo, vislumbramos a Cecilia. El comienza a hacer su camino rápidamente hacia ella, ignorando mis llamados. Yo no tengo de otra más que seguirlo a trompicones, porque aparentemente todos son más rápidos que yo.
Antes de abrirme paso a través de los estudiantes, ya puedo oírlos.

- Me prometiste tiempo, Cecilia, y te lo di. - finalmente me hago paso al frente, obteniendo una vista completa. - Pero ni si quiera hemos arreglado las cosas, y sabes como el infierno que no lo voy a dejar así. - Phil esta parado, un poco inestable, su enojo subiendo a la superficie. Me doy cuenta de que debe tener al menos 18 años, pero no podría decirlo. Cecilia se encuentra con una mirada que oscila entre la frustración y el enojo, parada atrás de Luke, quién se interpone entre ellos.

Busco a Aiden con la mirada, y lo encuentro. Se mantiene en una distancia discreta. Me intimida un poco, con su postura desconfiada y su mirada pétrea, directa hacia Phil. No se ve que esté interviniendo, pero estoy segura de que lo hará cuando el lo vea necesario.

- Oye, hermano - todos nuestros ojos caen sobre Luke, quien intenta apaciguar las cosas. - Tranquilo, viejo. ¿Por qué no vamos todos a un lugar tranquilo y hablamos sobre esto? Podemos...

- No te metas en esto, estúpido. - lo interrumpe Phil, furioso, pasando una mano por la mata de su cabello oscuro - Todos ustedes han sabido que ella me ha estado evitando, ¡sin ni si quiera hacer algo al respecto! - se ve realmente cansado, pero no confío ni un segundo en su mirada. - ¿Acaso ya hemos acabado? ¿o será que me estás mintiendo?

Mis ojos son atraídos por la mirada de Aiden, e inmediatamente sé lo que me dice. Sácalo de aquí. Le doy un breve asentimiento, pero justo cuando estoy a punto de cerrar mis dedos sobre la muñeca de Jason, este da un paso al frente, cubriendo a Cecilia. Su mirada es dura, y me parece incluso irreconocible. Se acerca protectoramente a ella, y pone una mano es uno de sus hombros.

- ¿Estás bien, nena? - Cecilia muestra una mirada temerosa, pero asiente lentamente.

- ¿Qué diablos es esto? - escupe Phil, con su temperamento ya descontrolado. - ¿Acaso me has estado engañando? - le exije una respuesta.

Los ojos de Cecilia aún están llorosos, pero es firme cuando contesta.

- Phil, no es el momento, ni el lugar. Porfavor, permíteme aclararte todo esto, y por favor...

- ¡Cállate! - la interrumpe, con una expresión despectiva -No me lo creo, no de ti. Pensé que eras diferente, ¡Pero eres como siempre imaginé, una maldita zorra! - escupe furioso, y todo lo demás sucede muy rápido.

En un segundo, Aiden sale disparado, tomando con fuerza el cuello de la camisa de Phil, con un enojo frío y calculador. Yo solo puedo abrir mi boca en asombro, igual que toda la multitud recién llegada.

- Vas a callarte, y vas a largarte de aquí, en este preciso instante - lo agarra con todavía más fuerza, sus rostros a centímetros de distancia. Su voz es más profunda de lo normal, ronca y llena de significado. - Y jamás, jamás, vas a volver a hablarle a mi hermana de esa manera. O enserio lo vas a lamentar.

Phil esboza una sonrisa incorrecta, como si todo le pareciera enfermamente divertido.

- ¿Vas a obligarme? - no se deja intimidar, incluso aunque Aiden es unos centímetros más alto que el - ¿Vas a decirme que hacer? - mantiene su expresión hipócrita - Oblígame. Ten las malditas agallas de arreglar esto como un hombre. Claro, eso si lo eres.

Lo está incitando, queriendo que muerda el anzuelo y lo golpee. Pero estamos en territorio escolar, y si esto se convierte en una pelea, no acabará bien para ninguno de nosotros.

- Aiden. - no sabía que mis pies habían recibido la orden de moverse hasta que lo hicieron. Toco su hombro con firmeza, tratando de que me mire. Su expresión se afloja, pero no me ve. - Aiden. - vuelvo a intentar, y deja caer sus defensas, chocando sus oscuros ojos con los míos. - No vale la pena, no aquí. - lo miro, con insistencia - Por favor, vámonos.

Se sigue debatiendo, pero creo que el está igual de sorprendido que yo cuando lo suelta de repente, haciendo a Phil tropezar con sus propios pies. No sé que me pasa, pero una calma fría y nada confortable me recorre de pies a cabeza.

- Si tienes algo de autoestima, vas a irte de aquí, en este momento. - mis palabras resultan irreconocibles ante tal tono de desprecio, pero descubro que ya estoy cansada, cansada de eventos como estos en donde nadie se beneficia. - Ella fue muy clara, ¿no es así? Te lo explicará a su debido tiempo.

Se mofa de mis palabras, y empieza a reír.

- Bueno, como puede cambiar todo en un día. Un momento estoy pidiendo explicaciones a la que creí que era mi novia, y luego estoy aquí, parado escuchando las estupideces de una mojigata cualquiera.

Por eso, cuando escucho el impacto de piel con algo más duro, no me sorprendo, en lo absoluto.


Hold Me Down.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora