Alice Green

CAPÍTULO 7

- ¡Abre Greg!- grito desde la cocina.- ¡Greg!- vuelvo a gritar al ver que no responde.

Joder... A ver quién llama ahora...

Me levanto de mi asiento y me dirijo hacia la entrada. Pongo la mano en el pomo de la puerta y abro pudiendo ver a dos de los policías encargados de mi caso.

Entran en la casa cerrando al pasar. Los miro con el ceño fruncido y uno de ellos da un paso hacia delante.

- Mañana empiezas en el instituto. Te dejaremos algo de dinero y te compras lo necesario.- me sorprendo al escuchar sus palabras.

No puede ser...

- ¿Cómo que mañana empiezo? Esto debe de tratarse de una broma...- gruño un poco bajo. Me llevo las manos al cabello tirando de él levemente.

- ¿Greg se encuentra en la casa?- miro al policía negando con la cabeza. Su ceño se frunce.- ¿Y dónde está?

- ¿Me ve con cara de gps?- elevo una de mis cejas. Su expresión cambia a una totalmente seria. Sonrío disimuladamente.- Eso significa que no tengo ni la mejor idea. ¿Contento?- formo mi boca en una fina línea.

- ¿Te crees con derecho de hablarme así?--aprieta la mandíbula y se acerca ami. Niego mordiendo mi labio.- ¿Tan valiente eres como para contestarle así a la persona que puede hacer de tu vida una mierda?- achina un poco los ojos.

- Tal vez...- encojo los labios.- Y ahora, si me dejan...- señalo la puerta.- Tengo mejores cosas que hacer.

Uno de ellos deja un sobre encima de una pequeña mesita. Los dos se miran y luego salen dándome una última mirada que no causa nada en mi.
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Elevo el dedo requiriéndo la atención del chico.- Un tequila.- asiente dándose la vuelta.

Me giro viendo a los imbéciles intentando coquetearle a las putitas del local. Paro en una chica con escasa ropa. Miro a su acompañante.

Ian...

Una sonrisa diabólica se me forma. Así que en un local a altas horas de la noche y bebiendo...

No creo que a sus padres les vaya a gustar...

Frunzo el ceño al fijarme mejor en la chica. La hija de puta de la heladería.

- Aquí tiene.- vuelvo a girarme para coger el tequila y bebermelo de un tirón.- ¿Otro?- pregunta con una sonrisa. Niego.- Yo invito.

- E dicho que no.- lo miro mal. Me basta con uno como para que me de otro.

Me levanto del asiento de la barra y me acerco a ellos. Paro un segundo cogiendo un líquido transparente de una de las mesas vacías. Sigo andando hasta llegar a ellos.

Ian se extraña al verme y en cuestión de segundos tensa la mandíbula. Oh si...

Al tener a la perra dándome la espalda hace que tenga que hacer menos movimiemtos.

Elevo mi brazo dejando caer el líquido en su precioso pelo rubio.

Empieza a gritar como una loca. Se da la vuelta dejandome ver mejor sus cabellos y cara.

Me muerdo el labio al ver su cara totalmente roja de la furia. Miro a Ian por unos segundo y luego vuelvo a fijar la mirada en ella.

- Él es mío.- señalo a Ian e intento hacer una voz chillona.- Ah, y lo de tu pelo a sido porque es un rubio teñido muy feo.- hago movimientos extraños con la mano.