Muerdo el interior de mi mejilla fijando la mirada en el cristal que se encuentra dentro de la sala. Muevo mi pie rápido en el suelo intentando tranquilizante.
Sonrío de lado y levanto mi mano con el dedo de en medio levantado. Vuelvo a bajar la mirada.Fijo la mirada en la puerta encontrandome con un policía calvo y de gran musculatura. Me hace señas para que me levanta y yo lo hago con mi ceño fruncido.
- ¿Qué pasa?- no dice nada. Le da un leve empujón a la puerta abriéndola del todo. Sus ojos negros me fulminan al no hacer lo que me pide.- ¿Me volverás a llevar a la selda?- me cruzo de brazos sin salir del cuarto. Trago saliva con fuerza.
- Sal.- es lo único que dice. Arrugo los labios y camino hacia fuera con los brazos cruzados.
Fue raro que al entrar al cuarto me sacaran las esposas de las manos, pero... Por mi, hasta le hubiera dado las gracias. Duelen como los putos demonios.
Me asusto al sentir su mano en mi brazo. Estaba tan sumida en mis pensamientos que no me había dado cuenta que me llevaba hacia la salida. Mis cejas se juntan al ver a uno de los policías encargados de mi caso. Él me sonríe de lado y mi confusión es aun mayor.
- ¿No me meterán en la cárcel?- giro mi cabeza pudiendo verlo mejor. Él niega sin parar de caminar.
- La jueza escuchó tus palabras y las de la niña supuestamente raptada por ti, luego habló con ella, y la gemela contó todo lo que pasó hablando lo mejor que pudo de ti, así que, estas libre.- abro mis ojos sorprendida y emocionada.
¡Estoy libre! Grito en mi cabeza saltado y dando pequeños saltitos. Mis ojos se encuentran fijos en el suelo, pero sin tener la mínima atención en ésto.
- Enhorabuena.- miro al policía de delante mía. Me sonríe de lado con sus manos colocadas a sus espaldas.- Ahora si me alegro de que me asignoran tu caso.- sonrio mostrando mis dientes.
Realmente no estoy alegre por sus palabras, si no... ¡¡Porque soy libre!! Me doy un golpe mentalmente. Ya me estoy volviendo algo loca, aunque de por sí ya lo estoy un poco.
- Vayamonos.- habla sacandome de mis pensamientos. Asiento siguiendo sus paso.
_____________- Mi nombre es Thomas.- subo la mirada encontrándome con sus oscuros ojos.- Mira, desde un principio no me caíste bien. Pero ahora... Me caes algo mejor.- sonríe de lado.
- ¿Algo mejor?- elevo una de mis cejas. Él mira mi acción y hace lo mismo con la suya. Niego moviendo mi cabeza hacia los lados.- ¿Estas intentado ligar conmigo?- camino hasta la cocina escuchando sus pasos detrás de mi.- Porque si es así... Lamento decirte que no tendré algo con alguien que es tres veces mayor que yo.- su ceño se frunce y niega con una sonrisa platanda en su cara.
- Lamento decirte que tengo a mi novia y a mi hijo, así que... Tampoco quiero nada contigo. Y además, tengo treinta y dos años. ¿Tan mayor soy?- abro mi boca anonadada.- ¿Sorprendida?- ríe a carcajadas. Asiento llevando una de mis manos a mi cabeza. Sonrio de lado. Pensaba que tendría unos cuarentena y tantos años, y ahora me dice que tiene treinta y dos años...
- No me lo esperaba.- digo acercandome al refrigerador y abrirlo para ver que puedo comer.- Es más, hubiera dado mi cabeza por que tu tendrías mucho más de lo que tienes.
- Pues te equívocas.
___________Abro la puerta de la tienda de dulces haciendo que ésta haga un ruido raro para que sepan que alguien a entrado. La mujer tras el mostrador me mira con el ceño fruncido. Por lo que se ve, todo el pueblo se enteró de que yo supuestamente había raptado a Anna, y luego llegó el bombazo de que yo no fui, así que ahora todos están un poco confundidos.
- ¿A qué a venido?- frunzo el ceño al escuchar de la forma en que salen sus palabras.- Vete antes de que llame a la policía...- gruñe formando su mano en puños. Miro sus manos de reojo.
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Alice Green
Ficción GeneralAlice Green es una chica huérfana. Sus padres murieron en un incendio producido por una persona desconocida a la que ella busca, más que nada por venganza. Pero la cuestión es que ha salido de una cárcel de menores, llegando a un pequeño pueblo. Por...