Me muevo de un lado al otro en la cama algo alterada. No consigo dormirme, y eso me frustra. Inconscientemente mueve el pie derecho muy rápido. Estoy nerviosa y eso no es bueno.
Algunos cabos sueltos e podido entrelazarlos pero todavía quedan algunos, y eso me cabrea.
Nunca e sido una chica normal, y de eso me di cuenta desde muy chica. Cuando descubrí mi "poder" me construí muros alrededor mía que nadie, incluyéndome a mi, podían derribar. Mis padres se dieron cuenta de eso, y decidieron llevarme a hablar con una amiga de mi madre, por lo visto era psicóloga. Yo tenía miedo, pero no solo de lo que podía hacer, si no de lo que pudiera pasar.Tenía sueños extraños, pero al momento de despertar, desaparecían de mi mente haciéndome llegar hasta tal punto de pensar que estaba loca. Nunca pude saberlos, y creo que ya los e averiguado.
Me mostraban cachos del futuro, o lo que podría pasar con mi vida si hacia una cosa u otra.
La primera de ellas fue... Irgorar a cualquier persona hasta llegar a tal punto de enfadar a un puto niño de seis años. Sí, porque Colton repitió ese mismo año que entró en mi clase.
La segunda fue... Que Colton hiciera de mi como una media puta de su padre. Mis padres necesitaban el dinero, y era lo que justamente Caleb tenía. Yo no entendía como mis padres podían hacerme esto, y por eso los odié, hasta ahora.
La tercera fue... Acusarme de las muertes de mis padres. Caleb hizo que mi casa ardiera en llamas con mis padres dentro, pero su plan era que estuviéramos toda la familia dentro, y no fue así. Mis hermanos desaparecieron del mundo por arte de magia, y yo me quedé en la calle, sola.
La cuarta fue... No hay cuarta. Ahí ellos perdieron mi rastro. Yo conseguí matar al hijo de puta de Caleb y nunca más supe de Colton, hasta que apareció en mi casa.
Las pesadillas se fueron una vez maté al padre de Colton, pero aun me quedan por enlazar cabos sueltos. Aún sigo sin saber del porqué Greg me impidió entrar en la casa por mis padres. Él estuvo en mi vida desde muy pequeña, y yo ni siquiera me había dado cuenta.
¿Suena irónico, no? Toda mi vida pensé que estaba sola, cuando realmente nunca lo estuve. Ahora sí se que Chris es mi hermano, pero eso no le dio derecho a ocultarmelo por tanto tiempo.
Sonrío de lado. Con un simple discurso, mi vida a cambiado dando un giro de ciento ochenta grados.
Todo esto debe de ser una broma, seguro tiene que ser un misero sueño, y cuando despierte todo habrá pasado.
Llaman a la puerta y por instinto, cierro los ojos haciéndome la dormida. No quiero volver a hablar con él. No quiero escuchar nada más que salga por su misera boca.
- ¡Alice!- mi respiración se corta por su grito. Mantengo los ojos cerrados y los puños apretados.- Es hora de levantarse, los amigos de mi padre llegarán en una hora.- ¿Una hora? No puede ser...
Abro los ojos poco a poco encontrándome con su mirada fija en mi. Encoge los labios un poco.
- ¿Qué te a pasado en los ojos?- los señala con su dedo índice. Muevo la cabeza cerrando los ojos por unos segundos.
- No e podido dormir bien.- digo seca. Asiente acercándose a mi. Me echo hacia arriba en la cama y extiendo las manos dándole a entender que no de un paso más.- No te acerques...- gruño bajo.
- No te conviene hablarme de esa manera querida. Tanto tú como yo sabemos que puedo hacerte cualquier cosa. Ya sabes de lo que te hablo.- no aparto la mirada de sus intensos ojos. Ya estoy harta de él y de todos. Se agacha y coge ropa de una silla. Me la tira y yo la cojo al vuelo.- En quince te quiero fuera. El baño está ahí.- señala una puerta cerrada y yo asiento. Se gira, camina hasta la puerta y sale sin decir nada más.
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Alice Green
Ficción GeneralAlice Green es una chica huérfana. Sus padres murieron en un incendio producido por una persona desconocida a la que ella busca, más que nada por venganza. Pero la cuestión es que ha salido de una cárcel de menores, llegando a un pequeño pueblo. Por...