CAPÍTULO 18

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Llevo una de mis manos a mis ojos tapándolos. Esa luz sigue por unos segundos, para luego ser apagada y volver a quedar todo oscuro.

Me muevo un poco incómoda al ver como una sombra se acerca a pasos lentos hacia nosotros. Abrazo con más fuerza a Anna. Ella se mueve incomoda por el agarre.

- ¿Alice?- subo la mirada encontrándome con esos ojos azules tan extraños. Su ceño se frunce al mirarme a mi y a su quería hermana.- La has encontrado...- susurra más para él que para mi. Se acerca y agacha cogiéndola en brazos.

Mis dientes chocan unos con otros por el frío. Me abrazo a mi misma al no sentir el calor del cuerpo de la gemela. Cierro los ojos con fuerza al casi ni sentir mi frío cuerpo. Vuelvo a abrir los ojos.

Lo encuentro caminando al coche un poco alejado de mi lugar. Se va a ir... Vuelvo a cerrar los ojos. Un pequeño dolor se empieza a formar en mi cabeza. Mis manos se encuentran rojas por el frío.

- Vamos.- lo miro con el ceño fruncido.- ¿No creerías que te iba a dejar aquí? ¿Verdad?- asiento con lentitud. Muerde su labio y baja la mirada fijándola en el suelo.- Va a ser mejor que nos vallamos ya...- habla bajo.

Mojo mis fríos labios de saliva y con mucho esfuerzo me levanto del suelo apoyándome en el gran árbol. Él mira mis movimientos sin hacer o decir nada más.

Da media vuelta y camina hacia el coche. Yo me quedo estática en mi sitio por unos segundos viendo como camina. Muevo la cabeza hacia los lados y sigo sus pasos. Entro en el coche suspirando.

- ¿Cuántos grados hace?- pregunto fijando la mirada en la carretera. Ian enciende el motor del coche y luego de unos minutos responde.

- Cinco grados.- abro los ojos sorprendida. Acerca su mano a uno de los botones haciendo que aire caliente empiece a llenar todo el coche.

Me vuelvo a abrazar a mi misma. Me giro un poco en mi asiento observando a una Anna dormida en los asientos traseros del coche. Sonrío de lado. Me vuelvo a posicionar bien en mi sitio cerrando los ojos por el cansancio.

Intento no pensar en nada, intento dejar mi mente en blanco para quedarme dormida, pero no lo consigo. Recuerdos de lo ocurrido poco tiempo atrás hace que mi corazón se acelere por segundos.

- Alice.- no digo nada. Mi respiración es lenta.- ¿Estas despierta?- sigo sin decir nada. No tengo ganas de hablar, y menos con él...- Lo siento... ¿Vale?- suspira frustrado. El coche se vuelve en un total silencio. Solo se escucha el motor de éste.- Me sentía bien conmigo mismo echándote a ti toda la culpa de lo ocurrido. Así me sentía menos culpable, pero ahora, ahora me doy cuenta que no a servido de nada...- calla por unos segundos para luego seguir hablando.- Ver a mis padres destrozados por la supuesta muerte de mi hermana, me a dejado tocado, me a dejado mal, porque tu me dijiste que estaba viva y lo que querían a cambio, y cómo no.... tuve que ser el típico cobarde que no hace nada por su hermana menor, ¿Porqué? Por el puto miedo de lo que pueda ocurrir...- escucho un bajo sollozo. Frunzo un poco el ceño intentando que él no lo note.- Me estarías llamando marica si me estuvieras viendo en estos momentos.- ríe sin ganas. Imaginarmelo hace que me sienta un poco culpable de lo ocurrido.- Hay muchas cosas que no sabes sobre mi, Alice, cosas que te pueden dejar con la boca abierta, cosas que podrían aterrarte, pero ese no es el punto, el punto es que quería darte las gracias, gracias por poner tu vida en peligro por mi hermana pequeña...- dejo de escuchar su voz. Mis cuerpo se relaja al escuchar sus palabras y mi menete descansa.

Alice Green Donde viven las historias. Descúbrelo ahora