CAPÍTULO 13

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Camino de un lado al otro en el pequeño cuarto. Muevo mis cabellos alborotandolos más. No aguanto más en este lugar. Necesito salir.

Me acerco rápida a la pared incrustando mi puño derecho en ella.

- ¡Joder!- grito. Me llevo la mano al abdomen tapándola con la otra. Una solitaria lágrima baja por mi mejilla.- Me falta aire...- susurro. Me llevo las manos al cuello y hago una mueca de dolor por la mano lastimada.

Bajo la mirada observando líquido rojo pasar por toda mi mano. Miro hacia el frente pudiendo ver una marca de sangre en la pared.

Mi respiración se empieza a acelerar con rapidez. Más lágrimas bajan por mis mejillas.

- Quiero salir...- miro mi ropa sucia. Mi madre me debe estar buscando.- ¡Saquenme!- sigo intentando que alguien me ayude.

Nadie lo hizo...

Camino hacia la cama tendiendome en ella. Debo ser fuerte. Ahora no me puedo derrumbar. No puedo echar a perder todo lo que hice por un puto miedo. Miedo a los espacios cerrados.

Cierro los ojos con fuerza. Rabia.

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Hago una mueca de dolor al mover la mano lastimada. Bajo la mirada pudiendo ver un pequeño bulto morado en ella. Suspiro.

Miro hacia la puerta al ver como ésta se abre. Chris entra con dos pequeñas bolsas en sus manos. Camina hasta dejarlas en el filo de la cama y vuelve a caminar hacia la puerta.

- Chris...- susurro. Él se gira sin decir nada. Me mira con tristeza, enfado, rencor.- Sacame.- vuelve a fijar la mirada al frente.

- No puedo.- es lo único que dice antes cerrar la puerta y volverme a dejar sola.

Me alzo en la cama y me acerco hasta el filo de esta. Cojo las bolsas acercándolas. Abro con cuidado la primera dejándome ver ropa en su interior. Suspiro. Abro la segunda, comida. Niego.

Me levanto de la cama rápida y camino hacia la puerta. Pongo la mano en el pomo y tiro, nada. Esta cerrada.

Formo mi mano buena en un puño y doy golpes en esta sin parar. Mi mano duele, pero no paro.

No me pueden dejar aquí más tiempo...

Dejo de dar golpes y me giro mirando el pequeño cuarto. Las paredes se empiezan a juntar acercándose a mi.

- No...- susurro.

Dejo mi espalda en la puerta y voy flexionando mis pies hasta quedar sentada en el suelo. Me llevo las manos a los ojos tapándolos.

Alice Green Donde viven las historias. Descúbrelo ahora