CAPÍTULO 12

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Chris abre la puerta y se echa hacia un lado para que yo pueda entrar. Me quedo parada al notar todo oscuro.

- Sigue andando.- una mano en mi espalda y un leve empujón. En cuestión de segundos la luz se enciende dejándome ver todo el interior de la casa.

Un pequeño pasillo y luego dos puertas a cada lado, una al final de todas. Sigo andando hasta que se abre la primera puerta a mano derecha.

Chris enciende la luz de esta. Un cuarto entero de negro. Cama, sabanas, cortinas, muebles... Fijo la mirada en otra puerta dentro de esta.

Miro como Greg se encamina a esta y la abre con una pequeña llave que a sacado del bolsillo trasero de su pantalón. Se gira mirándome serio.

- Entra.- señala el interior del cuarto. Mis ojos se abren sorprendida. Niego dando un paso hacia detrás.- No lo volveré a decir, Alice. Esto lo hago por ti.

- ¡¿Por mi?!- grito. Sonrío irónica. Formo mi boca en una fina línea.- Esto no lo haces por mi, Greg...- gruño.

- Entra, Alice.- miro detrás mía encontrándome con Chris. Señala con la mirada al interior del cuarto. Vuelvo a negar con la cabeza.

- No me van a encerrar en un puto cuarto de mierda. Ustedes no sois nadie para hacerme esto.- me paso la mano izquierda repetidas veces por el puente deala nariz. Empiezo a mover el pie nerviosa.
- Ahora no eres capaz de entenderlo, Alice. Pero más tarde lo acabarás entendiendo.- miro a Greg con rabia. Su ceño se frunce al mirarme. Respiro hondo intentando tranquilizarme.

Nada va a pasar...

- Dejen que me vaya. Haré como la que no a pasado nada.- digo seria pero a la vez cabreada. Miro uno por uno. Pero los dos niegan.- Será peor para ustedes si me dejan aquí dentro.

- ¿Peor por qué?- miro a Chris. Su ceño fruncido. Raca un poco su barbilla y luego mete la mano en el bolsillo de su chaqueta.

- No sabéis como soy cuando empiezo a meterme cosas en la cabeza que pueden, o no pueden ser verdad.- da un paso hacia delante quedando más cerca mía.
- Eso ya lo comprobé ya hace tiempo. ¿Lo recuerdas?- forma una sonrisa de lado. Recuerdos de lo ocurrodo vienen a mi mente.

Yo en un cuarto encerrada con solo ocho años. Venía una vez al día. Nadie sabía dónde estaba. Me llevaba todo el día llorando, pensando en dónde me encontraba, el porqué me encontraba en ese lugar sola. Solo quería estar en mi casa, en mi cuarto. No quería nada mas. No quería estar con mis padres ni con mis hermanos. Quería estar sola, completamente sola, pero no en ese horrible lugar.

Aun sigo sintiendo aquel espantoso holor. Me tapo la nariz con las manos. No otra vez...

- No podéis hacerme esto...- susurro. Bajo la mirada fijándola en el sucio suelo.- No puedo estar encerrada de nuevo...- una lágrima solitaria baja por mi mejilla.- No, por favor.- dejo caer mis rodillas en el suelo. Sollozo en silencio.

- Es lo mejor para ti, Alice.- subo la mirada fijándola en los verdes ojos de Greg.- Piensas que esto esta mal. Que te queremos hacer la vida imposible, o lo que sea que este pasando por tu cabeza. Pero te equívocas. Lo hacemos por ti.- empieza a caminar acercándose a mi.

Alice Green Donde viven las historias. Descúbrelo ahora