Alice Green

CAPÍTULO 24

Sigo tendida en mi cama mirando el techo. Mis brazos se encuentran en mi obdomen y mis piernas entrelazadas. No pienso en nada, solo intento dejar mi mente en blanco.

- Alice.- al escuchar a Thomas, giro cambiando de posición dándole la espalda. No quiero hablar con nadie, no quiero ver a nadie.- Vamos... No te puedes quedar más tiempo en esa espantosa cama, ya llevas una semana sin siquiera salir al jardín de la casa.- me regaña. No me importa, si es por mi, me quedaría el resto de mi vida sin salir de la casa o incluso de la cama.

- Vete.- es lo único que consigue salir de mi boca. No entienten que no quiero sentir la presencia de ningún ser humano a mi lado.- No lo volveré a repetir, Thomas.- gruño apretando con fuerza las sabanas de la cama. Escucho sus pisadas acercarse a la cama.

- Yo no tuve nada que ver en lo que te pasó. Yo puedo ayudarte, puedo quedarme aquí contigo si es lo que necesitas, pero lo que no dejaré es que te pudras en la cama por culpa de imbéciles que lo único que quieren es destruirte...- habla en un tono protector. Algo que me hace incomodar.

- Tienes a tu familia, y los tienes que cuidar. No cometas los mismos errores que mis padres, Thomas. Solo te pido eso.- sigo con la mirada fija en la pared. Escucho su pesada respiración. Siento su mano en mi hombro, no me muevo.

- Cuando yo tenía nueve años y mi hermano catorce, el tres de Abril, nos dieron la noticia de que mi hermano había sido asesinado. Había sido violado, maltratado y luego matado.- cierro los ojos con fuerza al escuchar sus palabras. Se queda unos segundos callados, los suficientes para que pueda darme la vuelta en la cama y quedar frente a él.- Sentí la misma rábia cuando me enteré de lo que te hicieron. No se del porque... Pero te pareces tanto a él.- sonríe de lado. Observo como se siende en la cama y fija la mirada en el techo. Hago lo mismo que él.- Me hice policía para buscar al culpable.- se calla, no dice nada más.

- ¿Lo encontraste?- pregunto esperando que la respuesta sea un gran sí. Niega. Suspiro mirándolo.

- No solo lo encontré, si no que se lo hice pasar igual o incluso peor de lo que lo pasó mi hermano.- sonrio de lado contenta porque al final lo hubiera encontrado. Me muestra sus dientes en una gran sonrisa.- Así me gusta, que sonrías.- frunzo el ceño. Me llevo las manos a la boca notando que realmente estoy sonriéndo. Después de una semana, e conseguido sonreir. Niego formando mi boca en una fina línea.