Hoy al fin era Lunes. Hoy, al fin comenzaba a trabajar en 90 minutos de fútbol. En Núñez había mucho movimiento, ansiedad y nervios. Sólo faltaban dos días para la gran definición de la final de la copa Libertadores, se jugaba aquí en el monumental y los directivos estaban en todos los detalles.
Caminé por el pasillo que daba a la entrada del club y a la cafetería, planeaba tomar algo antes de dirigirme a Fox.
Mis planes cambiaron cuando alguien me llamó.
-¡Barbie!-sonreí al escuchar esa voz.
Me giré sobre mis talones y lo vi, todo sudado y con la ropa de entrenamiento. Hacia minutos que había terminado la primera tanda del entrenamiento, yo no entendía que hacia aquí y no en el campo de juego.-¿Qué haces aqui?-le pregunté.
Una sonrisa boba apareció en su rostro y en el mío también.
-Pensé que te habías ido..-dijo aliviado, yo sonreí.
Caminé unos pasos hasta llegar a él. Miré a ambos lados, era justo aquí donde empezó todo.. donde él me besó, donde hablamos, donde me buscó.
<<-¡Barbie!-escuché detrás de mi, me tomé unos segundos para pensar que hacer. Aunque quería mirarlo, no me animaba. Me había besado, ¿Cómo podía mirarlo? Solté un suspiro y luego de batallar con mi cuerpo y mi conciencia, me giré.
Después de todo, necesitaba una explicación.
-Hola..-Fue lo que dije, mirándolo a los ojos. Él, por alguna razón extraña, sonrió aliviado.
-Pensé que te habías ido..-dijo, mientras se acomodaba el pelo>>
-¿Barbie?-me llamó Matías, yo le sonreí con la mejor de mis sonrisas.-¿De qué te reís?-preguntó curioso.
-De nada.-le contesté, sonriendo aún.
-Que cara de boba que tenes.-dijo y ahora era Matías quien sonreía, yo lo miré enojada y él reprimió la risa.
-Vos sos el que tiene cara de bobo, tarado.-dije frunciendo el ceño.
-¿Ah si?-preguntó, miró para un costado, luego para el otro y me tomó la mano acercandome a él.
Yo lo miré con sorpresa, pero terminé sonriendo.
-Nene, ¿que haces?-le pregunté, Matías me abrazó por la cintura apegandome a él y colocó detrás de mi oreja el mechón de pelo que caía sobre mi rostro.
-Un besito.-me pidió, como un niño pequeño.
Yo solté una risita.
-Estamos en horario de trabajo, señor Kranevitter.-le dije fingiendo seriedad, él me miró fijamente y sonrió.
-No me puede dejar así, señorita Vertiz.-me dijo haciendo puchero.
Sonreí levemente, miré hacia ambos lados y luego, al ver que no había nadie, clavé mis labios sobre los suyos en un beso fugaz, provocando una linda sonrisa de su parte.
-Bueno, listo.-mencioné, tratando de safar pero Matías tenía unos brazos muy fuertes.
-Me gusta tenerla así, señorita..-me dijo.
-¿Ah si?-pregunté divertida.-A mi también, pero se me hace tarde..-comenté, tratando otra vez de safarme de su agarre pero fue, otra vez, en vano.
-Quiero otro beso.-dijo en mi oído, yo mordi mi labio inferior mientras mis dedos recorrían su espalda lentamente.
-Estas loco, nos van a ver.. no quiero ser despedida.-dije seria, me alejé un poco pero él se encargó de acercarme nuevamente.
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No Te Quiero Perder
RomanceEra un juego y ambos lo sabían. Uno de los dos terminó enamorandose.. o quizás los dos. Matías Kranevitter, jugador del Club Atlético River Plate. Bárbara Vertiz, notera y periodista. Un amor distinto. Lo que empieza jugando termina gustando. ***