Continúe bebiendo del café, y mirando ausente a mi amiga que movía su boca contando algo que no pude prestar atención.
-¿Me entendes?¿esta bien que Rodrigo haga eso?-me preguntó Milca.
-Si.. supongo.-dije, mientras sacaba el celular de la cartera.
Mil me miró incrédula.
-¿Qué? ¿te parece bien que me pida el número de Stephie cuando ya sabe todo lo que siento por él?-me preguntó histérica.
Abrí mis ojos y me lamente. Negué moviendo mi cabeza de un lado a otro, y solté un suspiro.
-Perdón, estoy en otra..-me disculpe.-¿Qué paso?-le pregunté más interesada.
Milca soltó un bufido y dejo caer sus brazos en la mesa.
-¿en serio? Estuve hablando durante media hora.-se quejó.
-Es que..
-¿Qué te pasa? ¿Estás bien?-me preguntó.
Asentí tratando de convencerla.
-Estoy bien, solamente no pude dormir anoche.-mentí.-Contame, dale. ¿qué pasó con Mora?-le insistí.
Milca me miró no muy convencida, pero asintió.
-viste Stephie, la rubia esa..-asentí.-Bueno, Rodrigo me pidió su número.-contó.
-¿Cómo es que se conocen?-pregunté.
-porque la vio el día del desfile..
Frunci mis labios.
-le dije que lo amo, él me dijo que también pero como amiga.. pero sin embargo, me busca y me busca.. me confunde. Porque me hace el amor con una pasión.. que..-la miré atenta.-Me ilusiona, y se va.-añadió con frustración.
-ay amiga.. ¿Porque no le paras el carro? Es muy bobo, perdón.-le dije.
-Si. Lo hice, no para de mandarme mensajes. Dice que no quiere perder nuestra "amistad"-movió sus dedos y blanqueo sus ojos.-pero consiguió el número de Stephie, no se como hizo y la re chamuya pero cree que no me doy cuenta.. Es mi compañera, no da que se meta con ella.-dijo triste.
-Es un boludo si te cambia por ella
-Ella es una diosa, Barbie..-se quejó.
Yo asentí, en verdad Stephanie era diosa pero Mil no se quedaba atrás y aparte de eso tenía un corazón enorme.
-Si, vos también sos diosa. Aparte, boluda.. tenes un aire angelical. Cualquier pibe quisiera estar en el lugar del pelotudo del delantero de River.-le dije y sonreí.
-Gracias, amiga..-me dijo.
-Tenes que parar.. porque estas sufriendo. Él capas lo tomó como una relación así nomas, pero vos no.
-Eso voy a hacer..-Milca sonrió con tristeza.-¿me vas a contar porque no dormiste anoche? ¿estas peleada del colo?-preguntó.
-No, sólo que..
-¿Qué?-preguntó interesada.
-le fui infiel, la culpa me está matando.-solté de una, y mi amiga casi tiró todo el café.
***
Hablar con Milca me hizo muy bien. Nunca había hablado de Alejandro con otra persona que no fuera Flor, pero confieso que me sentí muy cómoda porque confiaba mucho en la rubia de mi amiga.
Después de todo, no todas las rubias eran malas.
Me hizo entrar en razón. Matías no merecía todo esto, eso lo sabía desde un principio. Necesitaba verlo y necesitaba hablar con él, para decirle tantas cosas. La culpa me estaba matando, él realmente no merecía tener a una persona débil al lado. Es un sol, yo.. no quería hacerlo sufrir.
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No Te Quiero Perder
RomanceEra un juego y ambos lo sabían. Uno de los dos terminó enamorandose.. o quizás los dos. Matías Kranevitter, jugador del Club Atlético River Plate. Bárbara Vertiz, notera y periodista. Un amor distinto. Lo que empieza jugando termina gustando. ***