-Brindemos por..
-¿nuestro amor?-concluí, Mati me miró y asintió sonriendo.
-Por nuestro amor.-sonreimos ambos, y chocamos nuestras copas.
Me permití disfrutar del lindo día. Yo había estado tan colgada en mis pensamientos, que ni cuenta me di de que ya habían pasado tres meses. No quería imaginar que hubiese pasado si yo no aceptaba ese juego. No me arrepiento de haber dicho que si, que era su novia aquella vez que lo conocí frente a Eva. No me arrepiento de amarlo tanto, con esta intensidad, con esta pasión. Yo no me arrepiento de haberme enamorado de una persona que siempre fue un sol, siempre auténtico. Si pudiera volver el tiempo atrás, diría que si una vez más. Y me quedaría ahí, en ese lugar y tiempo donde todo era color de rosas.. y no aquí, justo en el fin.
-perdón, ¿qué?-le pregunté al notar que me hablaba de algo, pero no le había prestado atención.
-Te pregunté que pensabas.-respondió, mientras bebía champagne de su copa.
Sonreí.
-Nada, amor. Estoy pensando en ir a visitar a papá.-le comenté, mientras comía una uva.
-¿Sí?-dejó su copa en la mesa.-No se si me van a dar permiso.-me comentó.
-No te pedí que me acompañes..-respondí.-Es obvio que no vas a estar conmigo.-lo dije sin pensar, y me sentí una estúpida.
-¿Cómo?-preguntó confundido.
Relami mis labios y negué, mientras acomodaba un mechón de pelo detrás de mi oreja.
-Me refiero a que vas a entrenar, y vas a tener la mente puesta en otro lado.
Matías sonrió aliviado.
-Si, es verdad.-susurró. Se levantó de su sillón para acercarse al mío.-Pero..-se sentó en el piso y con sus dedos recorrió mis piernas desnudas ya que sólo llevaba un short y una musculosa.-Igual voy a pensar en vos.-llegó hasta el botón del short, me estremeció sentir su roce. Me miró y sonrió.
-¿Si?-le pregunté con un tono sensual.
Mati me sonrió y desprendió el pantalón fugazmente. Me reí mientras él acariciaba mi sexo por encima de la ropa interior.
-No hagas eso.-me quejé sonriendo.
-¿Porque?-preguntó haciéndose el inocente.
Me reí y me colgué sobre él para besarlo. Matías se desprendió rápidamente de su ropa entre medio de nuestras risas mezcladas. Yo hice lo mismo, pero necesite de su ayuda. Pegué un salto y me colgué en su cintura, sin dejar de saborear sus labios. Mati se sentó nuevamente en el sillón, y en unos movimientos logró quitarme la única prenda que cubría mi cuerpo. Sus manos me ayudaron a entrar y salir de él, lentamente y luego rápido. Cerré mis ojos y me deje llevar por la sensación de placer, sintiendo un calor infernal que salía por cada poro de mi piel.
***
Llegamos a la media tarde. Fue un lindo momento a solas. Me preparé para la fiesta de despedida que la familia de Matías había organizado. Me puse una pollera tubo fucsia combinado con un top blanco y unas plataformas negras. Dejé mi pelo suelto, delinee mis ojos y pinte mis labios de un rosa intenso. Me puse perfume y me coloqué un collar que mamá me había regalado.
Me miré al espejo y sonreí. Estaba feliz, feliz de haber vivido momentos únicos con él y feliz de aprender día a día de su humildad.
Me sobresalte cuando sentí la puerta del baño abrirse. Miré a traves del espejo, Matías sonrió y me inspeccionó con la mirada.
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No Te Quiero Perder
RomanceEra un juego y ambos lo sabían. Uno de los dos terminó enamorandose.. o quizás los dos. Matías Kranevitter, jugador del Club Atlético River Plate. Bárbara Vertiz, notera y periodista. Un amor distinto. Lo que empieza jugando termina gustando. ***