Me levanté por el sonido de mi celular que me indicaba que tenía una llamada perdida y dos mensajes. Vi el nombre de mi madre y no pude evitar sentirme un poco culpable, hace días que no la llamaba ni atendía sus llamadas porque estuve demasiado ocupada con el viaje a México, mi cabeza estaba en River y no me detuve a pensar en mi familia y en lo lejos que estaban.Lo primero que hice fue presionar el número de mamá, extrañaba su voz.
-hola mami.-dije cuando atendieron.
-Hola..-escuché una débil voz del otro lado.
-¿Mamá estás bien?-pregunté, preocupada.
Hubo silencio, un silencio que me indicaba que algo estaba mal. Siempre mi madre me hablaba y me transmitía alegría.. pero hoy parecía que estaba apagada.
-¿Mamá?-la llamé, sentí su respiración.
Luego de unos incómodos segundos en silencio, se dignó a responderme.
-Te extrañó.-escuché.
-Mami... Yo igual.
-¿Podrías viajar uno de estos días?-preguntó.
-Yo también te extraño mucho, pero no puedo salir hasta que terminé la Libertadores.-mencioné.-Pero haré el intento, ma.-dije.
-Bueno hija, hace lo posible.. yo voy a esperarte.-dijo.
-Lo intentaré.-mencioné.-¿Qué tal todo por ahí?-pregunté mientras me levantaba de la cama y caminaba hasta la cocina.-Puffy, vení.-le grité a mi perrito.
-Oh.. Puffy.-dijo mamá.-Esta muy grande, ¿no?-preguntó.
Yo miré a Puffy mientras le daba su alimento. Realmente estaba enorme.
-Esta enorme el chancho este.-le dije a mamá.
-Me imagino..
-Ma, ¿Como están todos por ahi?-pregunté nuevamente.
-Esta todo bien.-dijo.-¿Qué tal tu novio?-preguntó, yo reí.
-Todo bien con él.-mencioné.
-El es lindo.-dijo mamá del otro lado.
-¡Ay mamá!-exclame riendo.
-¿Qué?-dijo.-Esta muy bonito.-me dijo, escuché una pequeña risa del otro lado.
-Es hermoso.-mencioné mordiendo mi labio inferior.
-¿estás enamorada?-preguntó mi madre, yo hice un puchero.
¿enamorada? No estaba enamorada...
-Mucho.-mentí.
-¿Él te trata bien?-preguntó otra vez, yo solté una risa.
-¿Porqué tantas preguntas?-dije.
-Quiero saber.. hace días que no hablas
-Lo siento, ma. El viaje me desacomodo un poco.-me disculpe.
-Cierto, saliste muy linda.-yo sonreí.-Cada vez que hablabas, nosotros gritábamos como si fuese un gol..-Dijo mamá mientras soltaba risas.
-Oh, muchas gracias..
-¿Te gustó México?-preguntó.
-No tuve tiempo de salir a conocer..-mencioné.-Pero.. Monterrey es muy lindo.-asegure.
-¿Si?
-Podríamos irnos de vacaciones a México, mami. Sólo las dos.-propuse, mamá suspiro del otro lado.
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No Te Quiero Perder
RomanceEra un juego y ambos lo sabían. Uno de los dos terminó enamorandose.. o quizás los dos. Matías Kranevitter, jugador del Club Atlético River Plate. Bárbara Vertiz, notera y periodista. Un amor distinto. Lo que empieza jugando termina gustando. ***