Tercer día.Me levanté de la cama y sonreí al verlo dormir. Me puse una bata, tomé mi celular y salí de la habitación que compartíamos en su casa de Tucumán. Llegué a la cocina y me encontré con Sandra, mamá de Matías. Ella se sorprendió al verme, pero no tardó en sonreirme.
-¿Qué haces despierta?-me preguntó amable.
-Buen día.-saludé con un cálido abrazo.-¿necesitas que te ayude con algo?-le pregunté, mientras la veía cocinar, amasar y lavar los platos.
Ella rió.
-No, está bien.
-¿a que hora te levantaste?-le pregunté curiosa.
-siempre me levanto temprano a hacer los quehaceres de la casa..
-Yo no podría.-me reí.
-Me encanta limpiar, y que la casa se vea bonita.-mencionó mientras tapaba la masa con un mantel.
-¿No tienen mucama?-pregunté.
-¡No!-dijo.-no, no.. no hace falta.
-Pero no podes hacer todo sola.-mencioné.
Sandra sonrió, buscó algo en la alacena y luego me miró.
-¿Vos te levantas temprano siempre?-preguntó, yo negué.
-Cuando trabajo, obligadamente tengo que levantarme.-bufe.
-Y si..
-voy a hacer el desayuno para Matías..-llené la pava de agua y prendi la cocina.
-No hace falta, yo lo puedo hacer. Si queres, seguí durmiendo.-me contestó.
-Es que quiero sorprenderlo
Sandra me miró con una sonrisa, y terminó asintiendo.
-Y mientras hierve el agua, yo te ayudó a limpiar ¿queres?-pregunté animada.
-De verdad no hace falta.-me contestó.
-A mi me gusta ayudar.
-Bueno, está bien.-mencionó y soltó una pequeña risa.-¿Qué tal el boliche?-me preguntó para sacar tema de conversación.
-Nada, estuvo lindo. Me encanta Tucumán, la verdad es que todavía no conozco mucho pero me encanta la gente de este provincia.-respondí con sinceridad.
-seguro vas a conocer todo Tucumán cuando vuelvas de nuevo, más tiempo.-sonreí, ¿volver de nuevo? No estaba segura de eso.
-seguro.-contesté bajo.-Sandra, ¿no pensaron mudarse a Buenos Aires?-pregunté curiosa, me parecía raro que Matías no le haya pedido eso a su familia.
-¿Para qué? Acá tenemos nuestra vida, nuestros amigos, nuestra familia.-mencionó nostálgica.-El colo nos ha intentado llevar, es una posibilidad grande de estar toda la familia junta, pero Matías tiene que hacer su vida, seguir sus sueños y no importa si esta lejos, porque sabemos que es feliz haciendo lo que ama y nosotros somos felices aquí, con nuestra vida y apoyando sus decisiones.-me dijo, sonreí mientras ponía el café en las tazas.
-Claro, sería muy difícil.. Aparte, posiblemente se va a Madrid y es mucho más lejos.
-Si, encima eso.. Ya es grande, tiene que formar su familia, con una mujer que este dispuesta a acompañarlo a cumplir sus sueños.-me miró.-¿Vos queres a mi hijo?-me preguntó directamente.
Sentí las lágrimas llegar.
-Con todo mi corazón.-le respondí.
-Me alegro. Me gusta verlo feliz, yo creo que con vos se ve muy feliz.-dijo con una sonrisa.-cuidalo porque es un buen chico.-aconsejó.
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No Te Quiero Perder
RomanceEra un juego y ambos lo sabían. Uno de los dos terminó enamorandose.. o quizás los dos. Matías Kranevitter, jugador del Club Atlético River Plate. Bárbara Vertiz, notera y periodista. Un amor distinto. Lo que empieza jugando termina gustando. ***