prólogo.

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Solté un suspiro cuando dejo de abrazarme, Kranevitter me miró a los ojos y sonrió. Se acercó un poco más a mi, sentí su aliento a unos escasos centímetros.. su respiración.. cerré mis ojos y me exalte cuando sentí sus manos en mis mejillas.

Oh, no. Esto no estaba pasando, esto era un sueño.. Lo era, ¿no? Matías Kranevitter estaba a punto de besarme, para darle celos seguramente a la rubia pero ni me importaba. Estaba por besarme. Cerré mis ojos al sentir su respiración chocar en mi mejilla, vi como una leve sonrisa burlona se formó en su rostro. Lo miré directamente a los ojos y negué con la mirada, el encogió sus hombros y me besó.

Me besó.

Sus labios se pegaron con los mios, sentí un cosquilleo en mi estomago. Me tensé, pude sentir la mirada de la rubia en mi espalda. Tranquila, yo también estoy shockeada por la situación. ¿Quien no lo estaría?

Matías movía calidamente sus labios y los mios estaban quietos, sin reacción alguna. Mis ojos estaban cerrados, y por impulso mis brazos rodearon su cuello. Terminé correspondiendo su beso.. Un beso falso, sin sentimientos, pero.. tierno.

Estaba besando al mejor mediocampista del futbol argentino, no creía. O él me estaba besando a mi..

Nos separamos, el beso duró unos segundos pero para mi fue eterno.

-Gracias, me salvaste.-susurró en mi oido, claro. A esto se refería cuando me pidió ayuda.

Sonreí inquietamente y me giré a ver a la rubia.

-¿y vos quien sos?-me preguntó con un deje de odio.

Me quedé perpleja al notar la mirada de esa rubia en mi. Era muy bonita, parecía una barbie.. Sólo pude sonreír incomodamente, pero no podía articular una palabra por más que intentará.

-Mi novia..-escuché, salí de mi pequeño transe y lo miré sin comprender.

Mentira. Mentira. Mentira.

Esto no esta pasándome.

-Soy Barbie.-dije, me sentí mal. ¿porqué no lo negué?

***

Todo comenzó así.

Bárbara Vertiz, 19 años. Notera en River, futura periodista. Matías Kranevitter, jugador del club, 22 años.

Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

No Te Quiero PerderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora