Mi cumpleaños no podia haber terminado mejor. Había recibido miles de mensajes de personas que no conocía, de los jugadores del plantel, de mis amigos de Santa Cruz, mi familia, mis tíos, mis primos. De personas que realmente extrañaba mucho, pero mucho. Pasar mi cumpleaños al lado de Matías fue lo mejor, descubrí lo cálido, tierno y sincero que puede ser. La humildad que este pibe tiene era enorme, y lo admiraba por eso. Cualquier chica quisiera estar a su lado, como yo. Realmente nosotros nos llevábamos bien, hablábamos mucho, me contó más de su vida y yo de la mía. Si dos semanas atrás, cuando me pedía ser su "novia", me decían que la relación iba a ser como es hoy, juro que hubiera muerto de risa. Pensé que lo nuestro iba a ser incómodo, pero nada que ver. Era lindo, aparte vivíamos juntos haciendo cualquier cosa. Nos complementabamos bastante bien.. Me sentí triste cuando recordé que todo esto iba a terminar dentro de dos meses. Quizás podríamos ser amigos después, quien sabe. Ojalá que si, ojala porque no quería perderlo nunca.
Mi celular sonó, tuve que dejar de pensar en Matías por unos segundos para observar la pantalla. Era un mensaje de un número desconocido, miré desconcertada la pantalla y abrí el mensaje.
Hola, luz.. ¿Te acordás de mi? Quiero contarte que estuve buscando tu número pero recién pude conseguirlo. Intenté llamarte, pero (como decías de chiquita) no te gusta atender llamadas de números desconocidos. ¿que tiempos, no? Estoy enterado que estas hace un año en BsAs y que estas de notera en River. (Pecho frío, je) No me olvidé nunca de tu cumple y de esas salidas que hacíamos cuando éramos adolescentes (vos nena y yo un adolescente) hace unos días que hable con Sofía (está en Brasil, ¿sabes?) Y con Lucas, que sigue igual. Bueno, quiero invitarte a que vengas unos de estos días para que nos juntemos a charlar sobre todo. Espero que hayas pasado un lindo cumple! Te deseo lo mejor y espero verte ya que estas aquí en Buenos Aires. Te quiero mucho mucho muñequita de porcelana!
Sonreí al leer el mensaje. Era Pichi, mi pichi. ¿como olvidarme de él, de Sofía y de Lucas? Si ellos alegraban mis días cada vez que viajaba a punta del este. Pichi, si, el centrocampista de los primos, del Club Atlético Boca Juniors cada vez más Juniors, más chiquito, más muerto.. Ah, okey. ¡lo extrañe! No tuve la posibilidad de verlo mucho sólo una vez, y eso que River se enfrentó cuatro veces en el año a Boca. Pero mi trabajo siempre fue en la parte de River, y me obsesione tanto con conseguir notas de los de River que el pichi siempre se escapaba.
Estaba enorme, lo había visto en el super clásico que se jugó en el monumental por copa Libertadores. No quería acercarme a él, porque conocía perfectamente como iba a reaccionar. Como un loco, me iba a levantar y a girar mientras gritaba (siempre lo hacía cuando llegaba a punta). Y eso, ante el mundo, iba a quedar mal.
Sonreí antes de presionar la tecla de llamada.
-¿Estás son horas de saludarme? Mi cumpleaños paso hace una hora.-reclame, sonriendo pero fingiendo estar ofendida.
-¡Barbara!-me gritó del otro lado.-Feliz cumple, feliz feliz feliz.-Me dijo haciéndome reír.
-Gracias negro, ¿Cómo es que conseguiste mi numero?-le pregunté.
-Hace mucho que lo pido, te vi en el monumental un par de veces.. Pedí a algunos jugadores de ahí, pero viste lo pecho frío que son..
-Yo también te vi, no me acerqué porque si no iba a congelarme.-Escuché risas del otro lado.
-Extrañe estas peleas.-me dijo.
-Yo extraño a mi Pichi Pichi.-dije con voz de bebé, sentí risas del otro lado.
-Yo también, a la luz que me guiaba..-Dijo, divertido.
-¿La luz que te llevaba a casa cuando te ponías en pedo?-Pregunté riendo y recordando también la época donde era feliz.
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No Te Quiero Perder
RomanceEra un juego y ambos lo sabían. Uno de los dos terminó enamorandose.. o quizás los dos. Matías Kranevitter, jugador del Club Atlético River Plate. Bárbara Vertiz, notera y periodista. Un amor distinto. Lo que empieza jugando termina gustando. ***