No Te Quiero Perder

Perdón..

Recuerdo cada detalle, cada cosa que sucedió aquella vez que nos separamos, y que fue para siempre.

Ese día lo perdí.

Matías me miró incrédulo y negó varias veces. Llevé una de mis manos hacia su rostro pero me detuve cuando en un impulso se levantó y se alejó rápidamente.

-Perdón..-dije, y puedo asegurar que casi ni me escuchó.

Negó unas veces más. Soltó una risa irónica al mismo tiempo en que sus ojos se cristalizaron y se inundaron en lágrimas. Sentí como mi corazón se rompía en mil pedazos.

-Soy una estúpida..-repetí con la voz  quebrada.

El colo sonrió de manera incrédula, y movió su cabeza de un lado a otro, con una mueca de dolor. No aguantó mirarme a los ojos, bajó su mirada y se quedó en silencio. Me puse de pie e intenté acercarme, pero él dio un paso hacia atrás. Negué resignada, lo entendía. Entendía su dolor, entendía su rechazo. Sólo necesitaba que él también me entendiera a mi, que entendiera mi amor por él y el porque de todo esto.Me había quebrado, simplemente no podía formular palabra alguna. Sólo llevé mis manos a mi rostro y solloce
más fuerte, escuchandome a mi misma.

Sólo se escuchaba mi llanto, nada más que el eco de mi llanto en la desolada habitación.

Me senté nuevamente en la cama, mantenerme de pie yo no podía. Coloqué ambas manos en cada lado de mi cabeza y miré el piso.

-Perdón..

Repetí otra vez, y varias veces más, aún con mi rostro a gachas.

No me animaba a mirarle la cara, porque eso me iba a destrozar más.

Fueron minutos donde reinó el silencio. Me sentí impotente. Matías no reaccionaba. Levanté mi cabeza para verlo, él sólo miraba al piso mientras negaba desorientado, dolido. Agache mi cabeza una vez más, mirando como mis zapatillas se inundaban en lágrimas.

-Yo..

Fue su primera palabra después de mi confesión. Levanté mi vista y lo miré, dejó escapar una lágrima pero la secó rápidamente.

Créame que era la primera vez que lo veía llorar, y verlo fue realmente doloroso.

-No puedo creerlo.-terminó la frase, riéndose de forma incrédula pero con lágrimas en los ojos.

Asenti, porque realmente lo entendía. Yo tampoco puedo creerlo. No entiendo todavía como pude ser tan manipulable, como me deje llevar por alguien que me demostró continuamente que estar juntos no tenía sentido.

-Yo tampoco. De verdad siento mucho todo esto.-comencé.-Nunca estuvo en mis planes dañarte, yo me equivoqué. Y entiendo que hice las cosas mal, pero perdóname. Te juro que pensé que Alejo había vuelto porque me amaba, porque quería recuperar mi amor.-busqué sus ojos pero no se atrevía a mirarme.-Él sólo volvió porque le aterraba la idea de verme feliz sin él.. sólo por eso.

-¿me entendes?-me preguntó, yo asenti.-entonces también entendes que necesito estar solo, que necesito pensar.-me pidió.

-Entiendo, pero no quiero.. no quiero, no quiero perderte.-lo dije desconsoladamente, me puse de pie y me acerqué a él para rodear su cuerpo con mis brazos, sin ser correspondida pero no importaba. Lloré en su pecho. Él no reaccionó, sólo se quedó paralizado mientras yo me aferraba a él, a su cuerpo, a su amor.

Mientras yo me aferraba a nuestra historia.

-Mati.. lo siento. No podía seguir ocultando todo esto, por esto es que estoy así desde hace tiempo. No podía seguir mintiendote, seguir ocultandote cosas a vos que siempre fuiste un sol.-estaba desconsolada.