La última vez

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La alarma sonó. Me levanté, en silencio y apile mis maletas una arriba de otra.

Fue el límite.

No había dormido en toda la noche por pensar en todo lo que había pasado. Odiaba llorar en silencio, odiaba no poder comunicarme con Matías. Lo tenía cerca, tan cerca y a la vez tan lejos. Creo que mis actitudes me estaban delatando.. lo de anoche fue.. un desastre, un verdadero desastre.

Me sentía mal por mentirle, por negarle cosas que sucedieron en realidad. Por ocultarle la verdad a la persona que amo y que voy a amar siempre. Me iba a odiar el resto de mi vida por esto, por perderlo de una forma tan estúpida y tan tonta. Caí en una trampa, ¿cómo fui capaz de hacerlo? No me entiendo, una persona que ama no miente, no oculta, sobre todo no engaña.. y es justamente lo que estoy haciendo, y amo a mi novio con todo mi corazón pero lo estoy engañando, le estoy mintiendo. No me siento bien al lado suyo, sabiendo que él esta viviendo en una mentira. No me siento bien, no puedo mirarlo a los ojos porque me da vergüenza, no puedo decirle que lo amo porque siento que lo engaño cada vez que se lo digo. No puedo ser la misma, no con él. No puedo hacer como si nada pasará, o como que todo sigue igual porque nada sigue igual, porque todo cambia, inevitablemente. Porque lo intento, pero para mi es imposible.

Matías no merece vivir todo esto.

Las lágrimas inundaron mi rostro. Era imposible dejar de sentir que mi vida se terminaba, que mi alma moría lentamente al saber que Matías iba a me iba a dejar lógicamente por toda esta mierda. Me iba a odiar, y eso para mi era la mismísima muerte.

No iba a poder soportar tanto dolor.

-¿Estás lista?-me preguntó.

Se había levantado mucho más temprano que yo. Fue muy incómodo, porque sentí sus ojos clavados en mi pero no tengo el valor de mirarlo. Seque mis lágrimas rápidamente, y tosi para aclarar mi voz.

-Si.-pronuncie en un tono seco.

Un silencio desbordó en la habitación. Sentí un click y estoy segura que el también lo sintió, algo se había roto, nada era igual, lo estaba perdiendo.

-Anoche me pasé, perdóname.. no debí gritarte ni desconfiar de vos..¿Olvidemos eso, si?-me pidió.

-Esta bien.-respondí.

-No fue mi intención hacerte sentir mal.-me susurró, mientras sentía sus pasos detrás. Cerré mis ojos al sentir sus cálidas manos a cada lado de mi cintura.-Eva me mando mensaje, y bueno... fui un tonto por creer lo que ella dice. Después de todo vos tenes razón, siempre nos quiso separar y créeme que no va a lograr nada de eso porque te amo como a nadie, ¿Entendes?-escuchar cada palabra me destruía, su tacto me estremecia.-No quiero que sigas enojada por eso. De verdad, quiero que me entiendas. Por lo menos te lo consulte, y te creo todo lo que me decís.-Continuó, se quedó unos segundos callado y bufó con molestia.-De verdad me parece una boludes que te enojes por algo así. Ya te pedí perdón.-mordi mi labio inferior y negué, mientras seguía ordenando mis maletas.-¿Podes mirarme?-me preguntó de mal humor.

Tomé aire y asenti, mientras me giraba y clavaba mis ojos en él. Tomé sus manos y las aleje de mi.

-Necesito que te alistes rápido, porque podemos perder el avión.-me quejé, ignorando sus palabras.

-Bien vos. Quedo siempre como un pelotudo.-Sentí su cansancio. Matías negó, cerré mis ojos asustada cuando sentí un portazo.

Suspire cansada, quería decirle todo y a la vez nada. No me había comportado de la mejor manera, planeaba disfrutar este viaje pero no sucedió. Estaba entre la espada y la pared. Él no sabe como la culpa se apoderaba de mi. Llorando todo el día, no tenía apetito para nada y menos ganas de dormir. Los mensajes de Eva eran insistentes recordándome lo que debía hacer por que yo ahora era su títere.

No Te Quiero PerderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora