semanas después
Me levanté por el sonido de la alarma, abrí mis ojos lentamente y sentí un profundo dolor de cabeza. Puffy estaba dormido a mi lado, por lo que sonreí con ternura. Abrí mi cajón para sacar una aspirina, caminé hasta la cocina para tomar agua y prendi la tele. Revisé mi agenda, Matías me la había regalado hace un par de días porque según él yo era muy desorganizada. Me reí al recordar lo tarado y tierno que podía ser.
Hoy tenía que ir a River y después pasar por Fox e ir a la Boca; y había retomado la facultad por la media tarde. Seguí revisando la agenda, dentro de dos días era el cumple de mi amigo Pichi y tenía que comprar el regalo también.
Me di una ducha rápida para comenzar el día, me vestí con un jeans y una remera holgada color gris, recogí mi cabello en una cola alta y no me maquille mucho, delinee un poco mis ojos y me puse labial. Caminé hasta la cocina para servirme un vaso de leche fría, dejé el alimento de Puffy en su plato y salí del departamento.
Las puertas del ascensor se abrieron, saludé al portero y salí a tomar un taxi. Llegamos al monumental, Agradecí, pagué al taxista por sus servicios y me bajé del taxi. Entré al club, saludé a algunos del personal de limpieza y a algunos dirigentes del club que recién estaban llegando.
River debutaba esta tarde en la Sudamericana contra liga de Quito y yo no iba a poder estar en el partido porque tenía que ir a la facultad.
Quería llorar, moría por ver a River
Caminé por los pasillos del club, hasta que llegué a las oficinas de prensa y difusión. Allí estaba Lucas Boye, esperándome para hablar de su posible incorporación al Newell's, el club rosarino. Abrí la puerta, estaba sentado revisando su celular. Vestía con ropa de entrenamiento, más una gorra puesta al revés. Yo le sonreí cuando se dio cuenta de mi presencia y él hizo lo mismo.
-Hola.-le dije, mientras me acercaba a él y le daba un beso en la mejilla.
Habíamos compartido unas cuantas cenas, era muy amigo de Matías.
-Hola Barbie.-susurró haciéndome reír, no se porque.
Se hacía el tímido, pero era más forro. Me senté en una silla frente a él, mientras sacaba mi libreta, la grabadora y una lapicera bajo la atenta mirada del santafecino.
-¿Cómo estuviste?-me preguntó, yo levanté mi vista y sonreí.
-Bien, ¿vos?-le dije, mientras pasaba las hojas de la libreta.
-muy bien.-mencionó.-¿todo bien con el colo?-me preguntó, yo reí confundida.
-¿Vos me vas a entrevistar a mi?- pregunté con diversión.
Lucas me quitó la libreta de la mano y yo reí sorprendida.
-Si.-me dijo, me detuve a mirarlo.-Haber Barbie.. ¿Qué es lo que más te atrae de Kranevitter?-me preguntó, yo reí e intenté quitarle la libreta.
-Dame, estoy trabajando.-Lucas se levantó, mientras leía mi libreta.
Pretendia estar seria, pero con Lucas era imposible.
-Dale, contesta mi pregunta.-me dijo.
-Forro, ¿estas haciendo esto para no volver a entrenar?-pregunté divertida.
Lucas me miró por unos segundos y sonrió, me entregó la libreta y volvió a sentarse en la silla frente a mi.
-No me voy a quedar aquí, River no me necesita.-dijo encogiendo sus hombros, yo abrí mi boca sorprendida y bajé la mirada a la libreta para comenzar con la entrevista.
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No Te Quiero Perder
RomanceEra un juego y ambos lo sabían. Uno de los dos terminó enamorandose.. o quizás los dos. Matías Kranevitter, jugador del Club Atlético River Plate. Bárbara Vertiz, notera y periodista. Un amor distinto. Lo que empieza jugando termina gustando. ***